La Virgen de la Caridad del Cobre, Cachita la mambisa, la patrona de Cuba, es uno de los cultos más fuertes y antiguos del país, a través de ella se sincretiza un pueblo.

Sus orígenes definitivos se remontan a los años 1612 – 1613, cuando fue encontrada flotando, sobre la aguas de la bahía de Nipe, en una tabla que decía «Yo soy la Virgen de la Caridad» y con las ropas completamente secas.

Virgen de la Caridad del Cobre

Los tres Juanes, nombre con el que los identificó la historia -aunque uno se nombraba Rodrigo-, llevaron a la virgen a tierra firme, comenzaban, sin saberlo entonces, el culto católico más importante del país.

Las ubicaciones de la Virgen de la Caridad del Cobre

Según declaró Juan Moreno, cuyo testimonio está recogido en el Archivo de Indias, al producirse el hallazgo:

(..) se vinieron para el Hato de Barajagua donde estaba Miguel Galán, Mayoral de dicho Hato y le dijeron lo que pasaba, de haber hallado a Nuestra Señora de la Caridad. Y el dicho Mayoral muy contento y sin dilación envió luego a Antonio Angola con la noticia de dicha Señora al Capitán Don Francisco Sánchez de Moya, que administraba las minas de dicho lugar, para que dispusiese lo que había de hacer, y mientras llegaba la noticia pusieron en la casa de vivienda de dicho Hato un altar de tablas, y en él a la Virgen Santísima, con luz encendida, y con la referida noticia, el dicho Capitán, Don Francisco Sánchez de Moya, envió orden al dicho Mayoral Miguel Galán que viese una casa en dicho Hato, y que allí pusiese la imagen de Nuestra Señora de la Caridad y que siempre la tuviese con luz.

Sitio Web Parroquia del Cobre

Más tarde, en fecha aún no precisada, la imagen se traslada al poblado Real de Minas, cerca de Santiago de Cuba, donde fue depositada en l capilla del hospital de los esclavos. Hasta que en 1648 llegó a su ubicación original, cerca de las minas del Cobre. Esta ubicación modificó su nombre, que pasó de «Virgen de la Caridad» o «Virgen de la Caridad y los Remedios» a su definitivo «Virgen de la Caridad del Cobre«.

La oficialización del culto

El 10 de octubre de 1868 Carlos Manuel de Céspedes inicia las gestas cubanas por la independencia, con ello, además de fraguar los ideales independentistas, se produce una catalización del proceso de formación de la nacionalidad cubana, como parte del mismo la identidad nacional comienza a fraguar a pasos acelerados. La sincretización religiosa será parte integrante de ello, siendo el dúo Cachita/Oshún un punto importante.

Virgen de la Caridad del Cobre

Al poblado del Cobre, al santuario de la Virgen de la Caridad, llegó un día el Padre de la Patria, con él venían, revueltos en tropel, los antiguos hacendados blancos con sus recién liberados negros. Aquellos se postraron y oraron a La Caridad, mientras estos conversaban con Oshún y Céspedes ponía en manos de la Santa la futura libertad de Cuba.

Al abandonar el Cobre unos y otros se la llevaron en el pecho, para que los protegiera en los campos de Cuba Libre. Cachita se hacía así también mambisa.

Casi 48 años después de ese día – un 10 de mayo de 1916- un Decreto, de la Sagrada Congregación de Ritos, declaraba oficialmente a la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba, en un parte decía:

(…) de acuerdo con los Reverendísimos Cabildos y Clero, los Prelados de todo el territorio cubano, como también los Superiores de las Órdenes Religiosas que en dicho territorio se encuentran establecidas, el pueblo fiel y PRINCIPALMENTE LOS JEFES VETERANOS Y SOLDADOS DEL VALEROSO EJÉRCITO DE CUBA, suplicaron a nuestro Santísimo padre Benedicto XV se dignara declarar a la Bienaventurada Madre de Dios de la Caridad, llamada «del Cobre», Patrona Principal de la República de Cuba; pidieron también que su fiesta principal se celebrase el día 8 de Septiembre.

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En los campos de Cuba ella no los olvidó, ahora ellos le recompensaban su atención.

Virgen de la Caridad del Cobre

Los ríos de Oshun

Una de las orishas más queridas y populares entre los cubanos (religiosos o no) es Oshún, pues su belleza y alegría nos representan en buena parte.

PATTAKÍ DE OCHÚN

Oshún, la bella entre las bellas, gustaba de pasearse por el monte. Cantaba y jugaba con los animales porque ella amansa a las fieras y ni el alacrán la pica. Un día Oggún, el herrero infatigable que vive en la manigua, la vio pasar y sintió que se le traspasaba el corazón. Impetuoso y brutal, corrió detrás de la que soliviantaba su deseo, decidido a poseerla. Oshún, que estaba enamorada de Changó, huyó asustada. Ágil como el venado, en su loca carrera, atravesó los verdes campos de berro de Orisha-Oko, el que asegura la fecundidad de la tierra. Pero Oggún, enardecido y violento,
estaba por darle alcance. Fue entonces que Oshún, desesperada, se lanzó al río. Arrastrada por el torbellino de la corriente, llegó hasta la
desembocadura donde se tropezó con la poderosa Yemayá, madre de todos los orishas. Compadecida, Yemayá la tomó bajo su protección, y le regaló el río para que viviera. Para alegrarla, la cubrió de joyas, corales e infinitas riquezas. Por eso es que Oshún vive en el río y quiere tanto a Yemayá.

Los orishas en Cuba. Natalia Bolívar

Oshún es orisha mayor, dueña del amor, de la femineidad y del río. Es el símbolo de la coquetería, la gracia y la sexualidad femeninas. Mujer de Changó e íntima amiga de Elegguá, que la protege. También tuvo amoríos con Oggún y Ochosi.

Siempre acompaña a Yemayá, gracias a ella vive en el río. Es la encargada de asistir a las gestantes y parturientas, por ello muchas de las practicantes no ingieren calabaza, comida de esta orisha y símbolode fertilidad. Se le representa como una mulata bella, simpática, buena bailadora, fiestera y eternamente alegre, con el persistente tintineo de sus
campanillas. Es capaz de resolver tanto, como de provocar riñas entre orishas y hombres.

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Representación de Oshún por el grupo NORIA en la Bienal de Matanzas

Receptáculo:

Una sopera multicolor, con predominio del amarillo, llena de agua de río y con cinco otáes. Los otáes deben ser recogidos al amanecer, del fondo de un río, y se guardan en tinajas de barro.

Atributos:

Abanicos de sándalo o pluma de pavo real, pececillos, camarones, conchas, botecitos, espejos, joyas, corales marinos, sábanas, paños
bordados y todo objeto propio del tocador femenino; marugas, ache-ré, agogô, irukes y pañuelos.

Herramientas:

Cinco manillas, cinco odane, una media luna, dos remos, una estrella, un sol y de una a cinco campanillas. En dependencia del camino, sus atributos pueden cambiar. Ochún Kolé lleva, además de todo lo anterior, cinco agujas, cinco carreteles de hilo, un machete, un mortero y una corona con veintiuna piezas.

Collares:

Llevan cuentas amarillas o de ámbar Ochún Olodí, Ochún Ibú y Ochún Gumíi llevan cuentas rojas, verde esmeralda o amarillo mate. Ochún ikolé las lleva rojo y ámbar. Las sartas que sólo llevan corales (iyón), pertenecen tanto a Ochún como a Yemayá.

Salutación:

Se llama por Yalodde. A Yemayá también se la puede nombrar de esta manera. Significa «señora mía«.

Ropa:

La visten con una bata amarilla sujeta a la cintura por una faja que, sobre el vientre, lleva un peto en forma de rombo. Al borde del vestido tiene un festón de puntas con cascabelitos colgantes.

Comidas:

Palanquetas de gofio con miel, melado y caramelos. Naranjas dulces de China, lechuga, escarola, acelga, chayóte, tamal, arroz amarillo y harina de maíz. Ekó, ekrú y olelé con azafrán. Alegrías de coco y todo tipo de dulces. Ochinchin, comida litúrgica que se le ofrenda en el río antes de la iniciación de un iyawó.

Flores:

Girasoles, guacamayos, botón de oro.

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Representación de Oshún en Zancos, por el grupo NORIA

Bailes:

Son, quizás, los más bellos y sensuales de todos. Al subirse, ríe como Yemayá y agita sus brazos para que suenen las manillas de oro. Sus manos bajan y corren a lo largo del cuerpo, como los manantiales y los arroyos
descendiendo de las colinas. A veces hace ademanes de remero y otras imita los movimientos de la que muele en el pilón. Generalmente danza con voluptuosidad y con las manos tendidas hacia adelante, en
imploración, y con sugestivas contorsiones pelvianas. Pide, exige oñi (miel), símbolo del dulzor, de la esencia amorosa de la vida. Fernando Ortiz llama a su baile «danza de los manantiales.

Aflicciones de las que protege:

Afecciones del bajo vientre y partes genitales, la sangre, el hígado y todo tipo de hemorragias.

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Representación de Oshún por el grupo NORIA

Hijos:

Simpáticos y fiesteros, son en el fondo, muy voluntariosos y tienen un gran deseo de ascensión social. Aman las joyas, los perfumes y la buena ropa. Son sensuales, pero se esfuerzan por no chocar contra la opinión
pública, a la que conceden grandísima importancia.