En los antiguos días del imperio romano se encuentra la fuente de donde nace el culto a Santa Bárbara, inspirada en la griega Bárbara de Nicomedia, de ahí pasó al santoral católico y con la colonización de los españoles a América se asentó en éste lado del mundo.

En los antiguos días egipcios -según algunos entendidos- se encuentra el antecedente del futuro culto a Shango que cristalizó en el imperio yoruba y arribó a las Américas en los barcos negreros.

Sincretizadas ambas figuras han llegado hasta nuestros días, siendo hoy en la isla para una parte importante de los creyentes el culto más fuerte que existe.

Algunos estudiosos consideran que la identificación está en gran medida debido a la similitud entre las características del santo y los rasgos identitarios del cubano, como: valiente, buen amigo, adivino y curandero, pero también mentiroso, pendenciero, jactancioso, mujeriego y jugador. Además de buen padre -refranes como: «shangó nunca olvida a sus hijos», «el que se meta conmigo se mete con Shangó» evidencian lo anterior- mientras su descendencia sea obediente, pero si es cobarde o invertido se transforma en el más feroz de los progenitores.

Muy fuerte es además en el imaginario popular la representación de la deidad, presentándose armada tanto en la adoración católica como en la yoruba. Lo cual unido a su calidad de rey y guerrero termina de integrarse a las características identitarias del cubano.

Cuenta con varias plazas fuertes en el país, pero destacan en ellas «El Santuario Nacional» ubicado en Arroyo Naranjo, y la Sociedad Santa Bárbara en Palmira, Cienfuegos.

Su celebración comienza desde el día 3, la víspera, con las ofrendas de animales -en su vertiente Yoruba suelen sacrificársele animales tanto de «cuatro patas» como de «dos patas» y una jicotea -, los devotos usan prendas rojas, y le encienden velas como parte del velatorio, la velada se extiende hasta todo el día 4, que comienza a las 4 am con el saludo al sol que abarca hasta las 6 am. En las casas templos más antiguas -como la Sociedad Santa Bárbara- su homenaje llega hasta el 5.

Santa Bárbara y shango
La dualidad del sincretismo

Ha sido cantado – en todo su espectro sincrético- por disímiles artistas como: Celina González, Yoruba Andabo, Los muñequitos de Matanzas, Argeliers León, Adalberto Álvarez, Willy Chirino, etc.

En su adoración yoruba es siempre objeto de atención y cuidado, pues en su posición de hijo de Obbatala y antiguo rey de la ciudad de Oyo suele castigar cuando el practicante no le rinde la debida atención aunque no sea el su Ori de cabecera. Razón por la que es común ver en muchos altares a Shango al mismo nivel del Orisha regente del creyente.

También en la creencia católica Santa Bárbara es respetada y temida por igual, por su fama de milagrosa y por su condición de dueña del rayo y patrona de soldados, militares, artilleros etc. Al punto de que hoy uno de los refranes más populares que existen dice: » el cubano solo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena», lo cual más que al olvido remite al hecho de ser vista como tabla de salvación antes problemas acuciantes.

Resulta singular ésta declaración del compositor vallenato Jorge Oñate  en una entrevista al diario El Pilón, con la cual cerramos ésta crónica:

“en un día de calor infernal en La Habana, Celina salió a la terraza de la casa, abrió los brazos y dijo algo en Yoruba y al terminar y enseguida un relámpago impresionante y se vino un aguacero. Yo no sé si ella le pidió al de arriba que lloviera, ese momento no se me olvida porque apenas terminó de hablar en yoruba se dio el relámpago. De pronto fue una casualidad”.