La calle Zulueta, cuyo nombre oficial es calle Agramonte, corre de norte a sur desde su intersección con la calle Cárcel hasta los muros de la Estación Central de Ferrocarriles en la calle Arsenal.
Sigue la calle Zulueta la línea de la antigua muralla de La Habana por lo que su recorrido no resulta recto, sino que sufre varias inflexiones en el trayecto: de correr desde su nacimiento con una ligera inclinación al suroeste, toma rumbo sur en la intersección con la calle Neptuno, inclinándose luego hacia el sur sureste en Dragones.
¿Por qué se llama calle Zulueta?
Recibió el nombre de calle Zulueta en honor del potentado Don Julián Zulueta y Amondo, coronel del Cuerpo de Voluntarios, presidente del Casino Español, teniente alcalde municipal, gobernador político interino en varias ocasiones en las cuales prestó a la ciudad de La Habana notables servicios en lo que a beneficencia y obras públicas se refiere.
Consumado negrero, Julián Zulueta fue un defensor acérrimo de la trata y la esclavitud, y partidario fiero de los intereses de España en la «Siempre Fiel Isla de Cuba».
Sin embargo, a diferencia de otros integristas, tenía una visión pragmática del problema cubano y no se dejaba arrastrar por los apasionamientos. Así, desaprobó el crimen cometido por el Cuerpo de Voluntarios (al que pertenecía) contra los estudiantes de Medicina en 1871 y se mostró partidario de realizar a los cubanos cualquier concesión menos la independencia.
Julián Zulueta y Amondo, I Marqués de Álava y Vizconde de Casa Blanca integró un grupo de los más poderosos tratantes de esclavos, prestamistas y hacendados españoles, logró agenciarse la contrata para el derribo de las murallas de La Habana, razón por la cual una de las calles por donde esta se extendía sería conocida desde entonces como calle Zulueta.
Se casó tres veces: la primera con Francisca Dolores Samá Mota, de la casa de los Marqueses de Marianao, hija de Jaime Samá, su socio en la trata de esclavos, con la que tuvo cuatro hijos; luego se casaría en segunda y terceras nupcias con Juliana y María Ruiz de Gámiz Zulueta, ambas sobrinas suyas, con las que tuvo dos y seis hijos respectivamente. Falleció a consecuencia de los golpes sufridos al caerse de un caballo el 6 de mayo de 1878.
De la calle Zulueta a la calle Agramonte
Por acuerdo No. 534 del 22 de marzo de 1909, aclarado por el No. 596 del 7 de abril y aprobado el 17 de ese mismo mes, el Ayuntamiento de La Habana acordó cambiar el nombre de la calle Zulueta por el de calle Ignacio Agramonte, en honor al Mayor General del Ejército Libertador y caudillo del Camagüey, Ignacio Agramonte y Loynaz.
Según reseña la revista cívico – militar «El Veterano» en su número correspondiente al mes de enero de 1910, los primeros rótulos con el nombre «Agramonte» se colocaron en las intersecciones de con Neptuno y San Rafael, en un acto protocolar al que asistieron el alcalde, el presidente del Ayuntamiento, el general Enrique Loynaz del Castillo y el señor Daniel Salvador Betancourt, empleado del consistirio habanero, quien fuera ayudante del patricio camagüeyano hasta su muerte en el potrero de Jimaguayú.
A pesar de que el nuevo nombre no caló en el imaginario popular – ni ha calado nunca, porque hasta el sol de hoy los habaneros siguen llamando Zulueta a la calle – cuando en 1936, durante la alcaldía de Guillermo Belt Ramírez, el Dr. Emilio Roig de Leuchsenring propuso restaurar los nombres antiguos y tradicionales de las calles habaneras, el consistorio de la ciudad consideró que restaurar el nombre antiguo de calle Zulueta constituía una «afrenta al sentimiento patriótico cubano» y, por tanto, debía mantenerse el del bayardo camagüeyano, variándolo, sin embargo, de calle Ignacio Agramonte a, simplemente, calle Agramonte.
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