La recia y todavía bien conservada mansión proyectada en 1916 por el arquitecto italiano Salvador Guastella, mientras era Jefe del Dpto. Construcciones Civiles de La Habana. Ubicada en la calle Prado, No. 204 entre Trocadero y Colón, es un fiel ejemplo del más puro clasicismo americano que emergió tras la Segunda intervención entre 1906-1909, introducido por el arquitecto Thomas M. Newton y la fundación de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de La Habana en 1909 que también dirigió.
Fue residencia familiar del rico e influyente hacendado Juan Francisco Plá y Picabia y su segunda esposa María Martín y de la Ferté. Vivieron aquí la infancia y primera juventud sus hijos Julia, Francisco, Conchita y Luisa Plá Martín, quienes formaron luego a su vez, sólidas y encumbradas familias habaneras.
Maravillas de la calle Prado
El edificio del otrora Hotel Palacio de la Mortera. Ubicado en la calle Prado, No. 301 esquina Ánimas, fue proyectado en 1928 por el arquitecto Alberto Camacho para propiedad de la IV Condesa de la Mortera, doña Julia Herrera y Herrera en el mismo solar donde antes estuvo la residencia familiar de sus padres, los III Marqueses de la Mortera, don Ramón Herrera y Gutiérrez y doña Juana Herrera Sosa.
De estilo neoclásico, resaltan sus balcones corridos y la herrería de sus barandas, el techo plano, los guardapolvos sobre los vanos de las puertas-ventanas y el extenso soportal de arcadas interminables hacia la calle Zulueta.
Por último, el bello y sólido edificio neoclásico de la calle Prado No. 210 entre Colón y Trocadero, construido a fines del XIX fue (entre varios inmuebles más de Prado) de la propiedad de la patriota y benefactora villaclareña doña Marta Abreu y Arencibia, tras su regreso a La Habana en 1899.
Hacia 1915 se readapta la vivienda unifamiliar en planta baja (lo usual en la época) para fundar aquí el cine teatro Prado, renombrado en 1918 como como cine Margot, uno de los más populares de la zona en la época y que en 1947 fuera remodelado bajo proyecto del arquitecto Ernesto Gómez Sampera, siendo de la propiedad hasta fines de los ’50, de Julia Plá Martín y su esposo Eduardo González-Abreu y Oña quienes le cambian el nombre a cine Plaza.
En los altos del inmueble de la calle Prado estuvo la residencia durante los años 40, del VII Marqués de la Real Proclamación, don Pedro (Piper) Nicolás Recio Morales y Montalvo, fallecido en octubre de 1949.
Uno de los inmuebles más antiguos de Prado todavía en pie, en el # 104 antiguo (# 352 actual) esq Virtudes, fue residencia familiar en altos del eminente cirujano Dr Miguel Franca Mazorra y doña Cecilia Álvarez de la Campa y Gamba, padres de Cecilia, Mario, Miguel, Alonso y de Porfirio Franca y Álvarez de la Campa (fundador y presidente del Vedado Tennis Club e integrante de la Pentarquía q gobernó el país en septiembre de 1933) quienes nacieron aquí alrededor del último cuarto del siglo XIX.
El doctor Franca fue gran amigo y decisivo colaborador de Fermín Valdés Domínguez en la búsqueda e identificación hacia 1887, de los restos de los ocho estudiantes de medicina vilmente fusilados en noviembre de 1871 y fue además el tesorero de la comisión encargada de la erección del monumento que perpetúa su memoria en el Cementerio de Colón.
Era cuñado precisamente de Alonso Álvarez de la Campa y Gamba, el más joven de los estudiantes asesinados. Falleció mientras residía aquí, el 17 de agosto de 1889 (sin haber visto terminado el Mausoleo al que tanto contribuyó, pues las piezas salieron hacia La Habana desde Génova en octubre de ese mismo año). Aunque los Franca-Álvarez de la Campa se mudaron luego hacia el Vedado, el inmueble continuó bajo la propiedad familiar hasta 1960.
Trackbacks/Pingbacks