La Virgen de las Mercedes, nombre cubano del popular culto hispánico a la Virgen de la Merced, una derivación del mito de María, y una de las santas más populares de América, es sincretizada en Cuba con el Oricha Obbatala, cabeza y padre en la religión Yoruba.
Las Mercedes es una de las santas más importantes del panteón católico, patrona de numerosas ciudades, municipios, penitenciarias, ejércitos… Por su condición de patrona de cárceles e instituciones penitenciarias, así como de los cautivos es considerada una de las advocaciones de la justicia y la majestad de María.
Su culto se remonta al siglo XIII, donde se encuentran los orígenes del mito en el año 1218, cuando en la noche del 1 al 2 de agosto se le apareció al unísono a Pedro Nolasco -posteriormente santificado con el mismo nombre-, al rey Jaime I de Aragón y al fraile dominico conocido luego como San Raimundo de Peñafort.
En la aparición, la virgen les ordenaba crear una orden que se ocupará de la redención de los cautivos, que en decenas de miles se contaban en la península, que estaba bajo la dominación árabe. Nacía así, el 10 de agosto de 1218 la «Orden de La Merced«.
La Virgen de las Mercedes se hace a la mar
La historia de este santa en el continente americano comienza desde los mismísimos viajes de descubrimiento, pues debe recordarse que un número importante de la tripulación de Cristóbal Colón, salió de las cárceles españolas. De esta manera, se ha dicho que la Virgen de las Mercedes fue la primera en llegar a América.
Sea esto cierto o no, es innegable la fuerza de su culto en este continente, lugar en el que se encuentran casi todos los patronatos que se le adjudican y donde tuvieron lugar las dos últimas de sus apariciones, ocurridas el 24 y 25 de enero de 1994, en la Ciudad de Lomas del Mirador, Argentina.
Entre los muchos nombres con los que se le conoce en el mundo están:
– Nuestra Señora de las Mercedes
– Nuestra Señora de la Merced
– Nuestra Señora de Mercedes
– Nuestra Madre de la Merced
– Nuestra Señora de los Cautivos
– Nuestra Madre de las Mercedes
– Nuestra Madre y Señora de Mercedes
– Nuestra Madre y Señora de la Merced
– Nuestra Señora Redentora de Cautivos
– Nuestra Generala María Santísima de Mercedes
– María Madre de Dios de las Mercedes
– Virgen María de la Merced
– Virgen de las Mercedes
– Virgen Generala
– Virgen Morenita
– Virgen India Mechita
El sincretismo cubano
En Cuba su fiesta se celebra el 24 de septiembre, ese día sus fieles desfilan a la Iglesia de La Merced, vestidos la mayoría de blanco, pues muchos van a hablarle a Obbatalá, decidan Yoruba con que se identifica a la Virgen de Las Mercedes.
Obbatalá
PATTAKÍ DE OBATALÁ
En el principio de las cosas, cuando Olordumare bajó al mundo, se hizo acompañar de su hijo Obatalá. Debajo del cielo sólo había agua. Entonces Olordumare le entregó a Obatalá un puñado de tierra metido en el carapacho de una babosa y una gallina.
Obatalá echó la tierra formando un
montículo en medio del mar. La gallina se puso a escarbar la tierra esparciéndola y formando el mundo que conocemos. Olofi también encargó a Obatalá para que formara el cuerpo del hombre. Así lo hizo y culminó su
faena afincándole la cabeza sobre los hombros. Es por eso que Obatalá es el dueño de las
cabezas.En cierta ocasión los hombres estaban preparando grandes fiestas en honor de los orishas, pero por un descuido inexplicable se olvidaron de Yemayá. Furiosa, conjuró al mar que empezó a tragarse la tierra. Daba miedo verla cabalgar, lívida, sobre la más alta de las olas, con su abanico de plata en la mano.
Los hombres, espantados, no sabían qué hacer y le imploraron a Obatalá. Cuando la rugiente inmensidad de Yemayá se precipitaba sobre lo que quedaba del mundo, Obatalá se interpuso, levantó su opayé (cetro) y le ordenó a Yemayá que se detuviera. Por respeto, la dueña del mar atajó a las aguas y prometió desistir de su cólera. Y es que ¿si Obatalá hizo a los hombres, cómo va a permitir que nadie acabe con ellos?
Los orishas en Cuba. Natalia Bolívar
Obatalá es una de las deidades más queridas y respetadas, y no solo por los practicantes.
Es orisha mayor, considerado creador de la tierra y escultor del ser humano, esta es una de las causas de que le muestren tanta deferencia. Es la deidad pura por excelencia, dueño de todo lo blanco, de la cabeza, de los pensamientos y de los sueños.
Hijo de Olofi y Olordumare. Fue mandado a la tierra por Olofi para hacer el bien y para que gobernara como rey del planeta. Es misericordioso, amante de la paz y la armonía.
Rige la buena conducta y es capaz de aplacar a su hijo Changó y a Oggún Areré.
La totalidad de los orishas lo respetan. Todos lo buscan como abogado. No admite que nadie se desnude en su presencia o se profieran frases duras o injuriosas. Sus hijos deben ser muy respetuosos.
Tiene veinticuatro caminos o avatares. Cabe destacar que tiene caminos femeninos y masculinos.
Sus hijos tienen como características principales que son personas de férrea voluntad, tranquilas y dignas de confianza. Son reservados y no acostumbran a lamentarse de los resultados de sus propias
decisiones. Dados a las letras.
El receptáculo de Obbatalá es una sopera blanca con cuatro ota (piedra) llamados oké (de la loma) con collares de cuentas blancas. Sus piedras no admiten sol, aire o sereno.
Atributos:
Dueño de la plata y los metales blancos. Tiene una corona con dieciséis plumas de loro (aunque usualmente se emplean cuatro). Lleva sol y luna, seis manillas, que también pueden ser dos, cuatro, ocho y dieciséis. Tiene majá. Una mano de plata que empuña un cetro (poayé). Dos huevos de marfil. Ocho o dieciséis okotós (babosas). Manteca de cacao, cascarilla y algodón. Le pertenece la pandereta. Lleva bandera blanca. Dueño de iroko
(la ceiba). Su vellón es su algodón y su rama deberá estar en la estera para el kari ocha de su Iyawó. Tiene agogó de plata.
Herramientas:
Opa. Bastón de mando, manilla, sol, luna, majá. Puayé u Opayé: Cetro, iruke de color blanco.
Ropa:
Siempre viste de blanco. En sus caminos guerreros lleva una banda roja cruzada al pecho. Como Oba Moró, a veces lo visten de morado, tal como se hace con Jesús Nazareno.
En ocasiones se le bordan custodias del
Santísimo Sacramento y cintas en número de ocho.
Aflicciones de las que protege:
Ceguera, parálisis y demencia.
Animales:
Chiva, paloma, guinea, gallina blanca.
Prohibiciones
Bebidas alcohólicas, cangrejo y judías.
Baile:
Los bailadores imitan los movimientos suaves de un anciano, de un jinete que blande una espada, o sacuden el rabo de caballo blanco (iruke) para limpiar los caminos.
Comidas:
Suele ser muy escrupuloso con los alimentos que se le brindan. Entre ellos se encuentran: arroz blanco, torre de merengue adornada con grageas plateadas, natilla de leche, cuatro litros de leche en taza sobre platos blancos, arroz con leche en ocho platos blancos, arroz con leche sin sal y manteca de cacao, calabazas
blancas, champola y dieciséis anones, etcétera. Frutas que se sientan granulosas o arenosas al paladar como el anón, la guanábana, la granada y el zapote. Maíz, arroz, alpiste y otros granos. Babosas y caracoles. Bolas de malanga y ñame. Bolas de manteca de cacao y cascarilla. Y en general, cualquier comida blanca y sin sal.
Trackbacks/Pingbacks