En la historia del sincretismo religioso cubano -producido como es sabido por la integración de la religión Yoruba, y la iglesia católica- posiblemente sea el culto a Babalú Ayé / San Lázaro, el más homogéneo.
Su integracion sincrética guarda muchas similitudes evidentes, a diferencia de otros cultos dónde es menos fuerte el parecido o integración. Ambos santos fueron resucitados por la figura máxima de sus respectivos credos al apiadarse de los ruegos o el sufrimiento de mujeres. En ambos casos es patrón de las enfermedades de la piel, afecciones veneras, óseas… Y protector de animales como los perros.
Babalú Ayé fue condenado por desobedecer a Orula, quien le alertó que no saliera de juerga con mujeres un jueves santo, al despertarse estaba cubierto de llagas, adolorido, habitado por moscas…y poco a poco despreciado y abandonado murió. Los ruegos y las artes seductoras de Ochun lograron que Orula le devolviera la vida. Resucitó siendo más piadoso y asentado y se convirtió en rey de Dahomey.
San Lázaro, quien fuera amigo de Jesús, murió un dÃa, y fue resucitado por aquel, que sintió pena por el gran dolor que experimentaban sus hermanas. Según algunos de los entendidos luego fue obispo en Kittón.
Sus fieles comienzan a festejar la vÃspera, el dÃa 16 los creyentes todos le encienden velas moradas, le ponen ofrendas en forma de maÃz tostado, inciensos, pan, animales… en dependencia del lugar del credo en que se ubiquen. Ese dÃa además comienzan a verse a la mayorÃa de los pagadores de promesa en peregrinación al Rincón, su Santuario Nacional, en la habanera localidad de Santiago de las Vegas.
Luego el 17 las ciudades explotan, predominando en las calles las ropas moradas y de saco, los miles de caminantes en procesión -algunos a veces a rastras- rumbo a la sede del culto en su lugar de residencia, atestiguando la creencia popular de ser uno de los santos más milagrosos de los panteones de ambos lados del culto.
Muchos estudiosos del tema sugieren que es el culto a Babalú Ayé / San Lázaro el segundo más importante del paÃs, sólo antecedido por el de Ochún / La Caridad, patronas de Cuba, y extensión cubana del culto a MarÃa.
Comportándose además entre los cultos más fuertes -tanto como entidad sincrética como por separado- en el resto del mundo. (Aquà puedes consultar información sobre el culto a Shango / Santa Bárbara)
Según Lydia Cabrera:
Babalú Ayé, San Lázaro —«arará dajome de nacimiento», según unos, «aunque de tierra lucumà fue a tierra de Dajome», según otros—, Ayánu, el santo más venerado de la regla arará, inmediatamente, hace tomar a su omó el aspecto de un inválido minado por un mal deformante: retuerce sus piernas, engarrota sus manos, dobla su espinazo. Este orisha, cuya estampa católica encontraremos con frecuencia detrás de las puertas acompañada de un pan, de una mazorca de maÃz tostada o de una escobilla de millo, es el dueño de las epidemias y de las enfermedades: de la lepra y de la viruela, que dejamos de padecer en Cuba, y en posesión de su omó realiza los mismos actos repugnantes que hemos anotado: limpia las llagas con la lengua, despoja el cuerpo lacerado con un trozo de carne cruda que después se come.
«Yo he visto a Tata Cañéñe en el campo —algunos nganguleros le llaman Fútilá— revolcarse sobre un animal muerto cubierto de gusanos, y frotarse la cara y todo el cuerpo, contentÃsimo con aquella podredumbre, y comerse las secreciones de la nariz y de los ojos».
Como Elegguá, también «baja», bromeando e incitando a risa a los presentes, sólo para castigarlos después. Está de más decir que de los orishas «que montan», es Ayé —San Lázaro— el que inspira terror y respeto. El negro dice: «Con todos los santos se puede jugar un poquito, menos con él». Y «¡ni los congos, que son diablos, se atreven con Mpúngu Fútila!»
Lydia Cabrera. El Monte
San Lázaro / Babalú Ayé es, además, uno de los santos más cantados y representados por artistas en todo el mundo, por eso para terminar éste artÃculo te recomendamos que revises aquà la compilación que hemos reunido para ti, y te dejamos con esta imagen del grupo de teatro callejero NORIA y su representación de San Lázaro / Babalu en un espectáculo de zancos.
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