Puede que el nombre de José Güell y Renté no le diga nada, amable lector, pero este habanero fue uno de los más influyentes criollos en las Cortes españolas durante gran parte del siglo XIX.

Independientemente de la riqueza de su educación, la conexión e influencia con el poder le llegó a raíz de su traumático matrimonio con Josefa Fernanda de Borbón en 1848. Pero faltaríamos a la verdad si sólo se le mencionase como el «esposo de», aunque fuese este suceso el que le acercase a la élite del poder Real español.

El nombre de José Güell y Renté no se menciona solo en la política. A su presencia en los disímiles actos políticos que ocurrieron entre los años 1850 y 1884 -interrumpidos por dos períodos de exilio a Francia- debemos mencionar su colaboración con diversos medios de prensa liberal y progresista, además de la publicación de varios libros de poemas. La más celebrada de sus creaciones fue «Leyendas Americanas», con la que se ganaría el afecto de los intelectuales de una y otra orilla.

Lagrimas del corazon por don jose guell a su esposa
Lágrimas del Corazón fue un poemario de José Güell y Renté con dedicatoria a su esposa

Esta obra recibió varias traducciones al inglés, al francés (en 1861 y 1873) ediciones en las cuales participó el propio autor, al italiano y al alemán. Tuvo también múltiples detractores en política y periodismo, mientras que su primer poemario Amarguras del Corazón, escrito aún en Cuba, recibió benigno recibimiento por su juventud, no así el resto de sus intentos poéticos que fueron recibidos con notable indiferencia.

Sus obras en prosa estuvieron marcadas siempre por el halo histórico y clásico de las grandes epopeyas griegas. En ese mismo ámbito intentó ambientar su libro Paralelo entre las Reinas Católicas doña Isabel I y doña Isabel II , con esta obra buscó la paz el político liberal con su familia política de la realeza, sin conseguir más que críticas acérrimas de sus enemigos. Años después al emitir juicio sobre una obra de teatro suya ambientada durante el reinado de Felipe II, un periodista español luciendo un juego fácil de palabras para referirse a ambas obras, apuntó «José Güell y Renté siempre ha escrito para-lelos«.

José Güell, habanero de circunstancias y corazón

Su padre, original de Cataluña, formaba parte de lo que sería el gran núcleo de catalanes que fundaría en 1840 Sociedad de Beneficencia de los Naturales de Cataluña, la primera asociación de naturales de una región de España que vería su máximo esplendor décadas posteriores con el Centro Gallego, el Centro Asturiano…

Creció bajo el sol del trópico José Güell pero con las raíces culturales de Cataluña siempre cercanas. Esta pertenencia a ambos mundos la mantendría durante su vida en Europa donde se sentiría orgulloso de nacer en la ultramar provincia de la Siempre Fiel Isla de Cuba, pese a las críticas que recibió por ello en el senado español.

Lagrimas del corazon por don jose guell
José Güell y Renté

Con diecisiete años fue enviado a Barcelona, su hermano Juan -también literato- había llegado un par de años antes a esta ciudad para recibir igualmente estudios superiores. Hacia el año 1838 se gradúa de Bachiller y en junio de 1840 recibía el doctorado en Derecho Civil en la Universidad de Barcelona, mientras colaboraba en distintos periódicos progresistas, dejando marcado el carácter liberal que le acompañaría toda su vida.

Tras una breve estancia en Cuba volvería a España, intercalando estancias en Barcelona, Valladolid y Madrid, mientras se ganaba la vida como periodista.

Un suceso inesperado

La Infanta Josefa Fernanda de Borbón, hermana del Rey Consorte, Francisco de Asís de Borbón, y a su vez prima de la reina Isabel II en el enrevesado terreno de las relaciones entre borbones, había nacido en el Palacio Real de Aranjuez un 25 de mayo de 1827. Ella misma era fruto del entramado endogámico ya que su padre, Francisco de Paula de Borbón era tío de su esposa, y madre de Josefa Fernanda, la infanta Luisa Carlota.

La compleja relación de matrimonios, descendencias y parentescos de los Borbones no es tema de este artículo, pero es necesario para explicar que Josefa «Pepita» Fernanda era nieta, al igual que su prima Isabell II, del rey Carlos IV de España y María Luisa de Parma por la parte paterna y de Francisco I de las Dos Sicilias y María Isabel de Borbón por la materna.

Esto facilitó que ambas, la infanta Josefa y la futura reina Isabell II, recibieran igual educación y fuesen íntimas, al punto que ambas compartieron exilio parisino, y fueron compañía entre ellas cuando fueron abandonadas por sus respectivos maridos.

jose guell y rente

Esta disgreción sirve para explicar porqué la Reina Isabel II se opuso con tanta furia al deseo profano de su primísima e íntima amiga de casarse con un plebeyo, por demás cubano de nacimiento, sin ningún abolengo más allá de una economía saneada, pero no exultante.

La historia, casi leyenda, cuenta que durante un recorrido por Madrid de la infanta Josefa junto a su padre, un andamio cayó cercano al carruaje que se encontraba detenido mientras el cochero hacía una compra para sus reales alteza. El estruendo del andamio al impactar con el suelo provocó que los caballos amenazaran con desbocarse, ante el relinche el diligente José Güell actúo con gallardía y eficacia para contenerlos.

La joven infanta quedó prendada de la galantería y valentía del joven. Un amigo común, Juan Prim -político catalán asesinado en 1870 quien llegaría a ocupar el cargo de Presidente del Consejo de Ministros de España-, hizo de celestino favoreciendo que 1847 los jóvenes amantes intentasen casarse.

Este intento fue abortado por intermedio de la Reina Isabel II que decidió el encarcelamiento del joven Güell en Cádiz y mandó a su prima con su padre a Valladolid. Meses después el periodista criollo sería liberado exiliándose en Francia pero sin dimitir de sus intereses en Josefa Fernanda. Con la anuencia del infante Francisco de Paula de Borbón los jóvenes enamorados pudieron formalizar su matrimonio morganático un 4 de junio de 1848.

Iracunda al conocer la noticia, la Reina Isabel II despojó a su prima de los honores de Infanta de España condenando al destierro al joven matrimonio cuando apenas llevaban semanas de casados. El general Narváez, enemigo jurado de José Güell y sus amigos liberales, fue uno de los más activos consejeros de la joven reina en esta decisión.

Los poetas contemporaneos
Los poetas contemporáneos. Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor es una obra de Antonio María Esquivel, catalogada como «una pieza capital del romanticismo español, considerada el máximo testimonio gráfico del ambiente intelectual bajo el reinado de Isabel II». En esta obra expuesta en el Museo del Prado se observa al criollo José Güell y Renté, el cuarto a la izquierda del pintor, denotando la trascendencia que alcanzó en las Cortes y el ambiente cultural madrileño del período isabelino.

Tras instalarse en Francia, entre París y Montpellier, no volverían a España hasta 1855 cuando la Reina Isabel II restituyó los derechos de la Infanta y les permitió domiciliarse en Valladolid donde José Güell comenzó a relacionarse con miembros opuestos al Partido Moderado de Narváez que ejercía el poder en aquel momento.

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Imagen de José Güell y Renté en su época de Senador

Se unió a Leopoldo O’Donnell -de infausto recuerdo para los habaneros como antiguo Capitán General de la Isla de Cuba-, a Baldomero Espartero y el resto de conspiradores del llamado Bienio Progresista (1854-1856).

El doctor Güell conspiró a favor de los generales isabelinos O’Donnell y Espartero, y en unión de ellos, contribuyó a la sublevación de Valladolid, cuya ciudad lo eligió poco después por diputado para las Cortes Constituyentes, desde cuyo escaño hizo constar que su matrimonio aristocrático no lo había hecho abjurar de sus ideas democráticas, diciendo: «soy hombre del pueblo, venido aquí por el pueblo y para el pueblo».

Conde San Juan de Jaruco en Diario de la Marina, enero de 1948

La vuelta del general Narváez al poder, gran sostén del debilísimo estatus de la Reina Isabel II, obligó a varios liberales a exiliarse nuevamente. En ese viaje de José Güell a Francia le acompañaron ilustres nombres como Juan Prim, Práxedes Sagasta -recordado en Cuba por destituir a Valeriano Weyler en octubre de 1897 y acceder a la concesión de la Autonomía a la isla-, Emilio Castelar, Cristino Martos y Salustiano Olózaga.

Durante estos años, y hasta el derrocamiento de la Reina Isabel II en 1868, el rastro de José Güell se diluye en distintos viajes entre España, Cuba y Francia. En esta última estableció su residencia permanente durante veintidós años.

En 1879 fué elegido senador por la ‘Universidad de la Habana, regresando entonces de Francia para tomar asiento en la alta cámara lugar conquistado por sus méritos, que le hicieron acreedor entre sus compatriotas á tan honroso cargo.

En su calidad de senador cubano presentó varios proyectos de ley para la abolición de la esclavitud, la educación de los negros y el modo de fomentar la riqueza de la isla, debiéndose á sus trabajos, la organización que dio á su centro representado la Universidad de la Habana, que se asimiló á las de la Península, así como el grandioso proyecto del edificio.

La Ilustración Cubana. Año 1, número 4-6, Febrero de 1885

Su matrimonio, del cual nacieron tres niños, se rompió durante este período, razón por la cual su esposa permaneció en París, junto a su prima, la exiliada reina Isabel («la de los tristes destinos» cuya estatua en el Parque Central de La Habana tiene una rocambolesca historia), mientras José Güell reforzaba su posición en La Habana y Madrid.

Tras el Pacto del Zanjón efectuado en 1878 en Cuba, es elegido senador y se establece definitivamente en la capital del Reino de España ejerciendo como embajador de las necesidades de los criollos cubanos.

jose guell y rente casado con una infanta de espana imagen de la ilustracion cubana a1 n5 1885
Años finales de José Güell y Renté

Su papel fue elogiado por diversos medios en Cuba y tras su fallecimiento ocurrido el 23 de enero de 1884, recibió disímiles reconocimientos de parte de la intelectualidad habanera como fueron José Francisco Arango desde las páginas de Revista de Cuba, o desde otras revistas como La Ilustración Cubana.

No se persigue en este artículo juzgar la labor de José Güell y Renté ante los procesos independentistas cubanos de la época, cada hombre vive su contexto y sus circunstancias.

A mi hijo Raimundo:

«Y no adornes tu frente con laureles, / la luz del almo sol nunca te vea, / ridículo, vestido de oropeles / ni del poder llevando la librea»

Tomado del Poemario Lágrimas del corazón

A quien esto escribe no le consta su apoyo ni su oposición a los mismos, pero por su actitud al terminar la contienda iniciada por Carlos Manuel de Céspedes en el 10 de octubre de 1868, debemos asumir que sus ideas estaban más cercanas a la corriente autonomista que a la independentista que se defendió en la manigua cubana.

Algunas curiosidades

Pese a sus orígenes catalanes quien este artículo escribe no puede establecer relación entre José Güell y Renté, nacido en La Habana, y Joan Güell y Ferrer, padre de Eusebi Güell el gran mecenas del arquitecto catalán Antoni Gaudí. Mientras que en algunas fuentes establecen relaciones familiares lejanas entre ambos, no he podido hallar documentos que así lo certifiquen. Pero es un hecho que se debe mencionar, pues Joan o Juan Güell y Ferrer hizo fortuna en Cuba entre 1810 y 1833.

En el famoso cuadro de Antonio María Esquivel (Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor) aparece dibujado entre las 44 personalidades como el cuarto a la izquierda del pintor. Esquivel también pintaría a los pequeños hijos del matrimonio Güell-Borbón en el cuadro La Infancia…

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Los hijos de José Güell y Renté y Josefa Fernanda de Borbón representados en el cuadro del pintor Antonio María Esquivel. La obra pertenece al Museo del Prado que en su catálogo la describe como uno de los más representativos retratos del siglo XIX español pues siguiendo los pensamientos liberales del padre «en lugar del atuendo cortesano los niños visten pieles de cordero en plena naturaleza de un bosque umbroso, en la proximidad amable de los animales, pues Raimundo acaricia al perro y su hermano Fernando José libera los jilgueros de la jaula«.

Su hermano Francisco Güell y Renté estuvo al frente de la Lotería de la Isla de Cuba en La Habana durante largos años, mientras que otro de sus hermanos, Joaquín Güell y Renté, miembro de número (1980) de la Sociedad Económica de Amigos del País, fue Contador de la Real Hacienda de la Isla de Cuba. Uno de los descendientes de este último, el señor Gonzalo Güell y Morales de los Ríos, llegaría a ser embajador de Cuba en México durante los gobiernos Auténticos de los años 40.