En la calle 1ra entre 18 y 20, en Miramar, justo al lado del antiguo Club de Ferreteros, se encuentran las ruinas de lo que fuera la Casa Estudiantil del ISPLE, el espacio de recreación y esparcimiento preferido por los estudiantes de lenguas extranjeras.
De estilo Art Déco, el inmueble fue originalmente propiedad de la familia Babum (ricos terratenientes que explotaban grandes extensiones de bosques Madera les en la provincia de Oriente).
Como los Babum tenían ascendencia árabe, decoraron el interior de la mansión con elementos moriscos, los cuales desaparecieron por completo debido al deterioro acumulado por el edificio.
De la Escuela de Idiomas Máximo Gorki a la Casa Estudiantil del ISPLE
Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959, los dueños de la mansión abandonaron el país y está pasó a manos del Estado cubano que la convirtió en un anexo, primero de la Escuela de Idiomas Máximo Gorki (durante la década de 1960 y parte de 1970) y posteriormente del Instituto Superior de Lenguas Extranjeras Pablo Lafargué (ISPLE) hasta los primeros años del 90.
En el edificio radicaron por un tiempo algunas cátedras y el rectorado (hasta que este pasó a otro inmueble en la calle 16), pues las aulas se encontraban en el edificio de enfrente, donde hoy se encuentra la Fiscalía General de la República.
Sin embargo, si por algo es recordado este inmueble es por haber servido muchos años de sede a la Casa Estudiantil del ISPLE, pues a su colindancia con el mar y el Club de Ferreteros (en el que se colaban a nado no pocos muchachones desde sus predios) unía la existencia de una excelente piscina, canchas de tenis y hasta mesas de billar (un lujo que había ido desapareciendo de apoco en Cuba después del 59, pues se le asociaba al vicio).
La Casa Estudiantil del ISPLE se mantuvo en funcionamiento hasta los primeros años de la década de 1990 en que la facultad se trasladó hacia el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona en Ciudad Libertad.
Desafortunadamente ese traslado coincidió con dos eventos muy desafortunados: el primero, la profunda crisis económica que vivía el país que impedían inversiones y mantenimientos necesarios tras años de explotación ininterrumpidos del club; y el segundo: un poderosísimo ciclón que descargó toda su furia contra la casona, provocándole enormes daños (según el testimonio de algunos, la fuerza del mar fue tan arrolladora que el enorme portón de la Casa Estudiantil del ISPLE fue encontrado más a allá de la calle 3ra).
Desde entonces la antigua Casa Estudiantil del ISPLE en 1ra entre 18 y 20 permanece en total abandono, apenas custodiada por el bigotudo y patinado busto de Pablo Lafargué, el yerno cubano de Carlos Marx (al que sólo los que conocen el lugar pueden identificar pues no existe ni tarja, ni nombre, ni nada).
Como nada queda de su soberbia piscina, sus canchas de tenis y sus baños de mármol; los que han desaparecido (esperemos que no para siempre) bajo el largo y profundo manto del abandono.
PD… Para la reconstrucción de la historia del inmueble de la antigua Casa Estudiantil del ISPLE se tomaron los testimonios de antiguos estudiantes y vecinos de la zona, los cuales se pueden leer íntegramente en la entrada publicada por Carlos Espinosa Betancourt en Fotos de La Habana.
Fui estudiante de idioma aleman de 1975 a 1979. Nostalgia y tristeza.