James Carroll fue un médico militar estadounidense de origen inglés, célebre por integrar la Comisión Médica que probó la teoría del agente transmisor de la fiebre amarilla, expuesta por el sabio cubano Carlos J. Finlay.

Nació en Woolwich, Inglaterra, el 5 de junio de 1854, pero desde muy joven emigró a Canadá, desde donde se trasladó a los Estados Unidos, donde estudió Medicina en la Universidad de Maryland.

James Carroll y la Comisión de la Fiebre Amarilla

Tras graduarse realizó estudios de Bateriología con el profesor William Welch y fue ayudante del Dr. Walter Reed en el laboratorio de Patología del Hospital Johns Hopkins.

Bajo la dirección de Reed trabajó también en la Universidad de Columbia y en 1900 ambos marcharon a Cuba por órdenes del ejército de Estados Unidos como miembros de la Comisión Médica encargada de estudiary descubrir las causas de la fiebre amarilla, una enfermedad que hacia estragos entre las fuerzas de ocupación.

La Comisión, dirigida por Reed, la integraban, además de James Carroll, los doctores Arístides Agramonte y Jesse Lazear, y pronto entraron entraron en contacto con el Dr. Carlos J. Finlay, quien casi 20 años antes había asegurado que la fiebre amarilla se contagiaba a través de un agente transmisor.

De entre los miembros de la Comisión, James Carroll era el que más desconfiaba de la teoría de Finlay; pero cambió de opinión luego de que su colega Lazzear se dejara picar por un mosquito en el Hospital de Las Ánimas, contrajera la fiebre amarilla y muriera días después.

A él, como miembro de la Comisión, también le corresponde la gloria de haber probado la teoría de Finlay; y por esa razón su rostro se encuentra grabado en uno de los medallones que adornan el Parque Lazzear en Pogolotti, Marianao, en el lugar exacto donde se comprobara definitivamente la teoría de Finlay.

James Carroll y la Comisión de la Fiebre Amarilla escuchan a Finlay
«El triunfo de Finlay» (1944) obra de Esteban Valderrama que refleja el momento en que Finlay expone su descubrimiento a la Comisión Médica del Ejército de los Estados Unidos. James Carroll es el tercero de izquierda a derecha

De regreso a Estados Unidos, el Dr. James Carroll continuó sus investigaciones sobre las enfermedades tropicales, razón por la cual realizó otros viajes a Cuba.

En 1904 probó en sí mismo y otros doce voluntarios una vacuna contra la fiebre tifoidea, pero un grave error de preparación en el laboratorio provocó la muerte a siete de sus compañeros.

Aunque James Carroll sobrevivió, quedó con la salud seriamente quebrantada y falleció tres años después, el 16 de septiembre de 1907.

Al igual que su colega Walter Reed, el Dr. James Carroll se encuentra enterrado en el Cementerio Nacional de Arlington en Virgina.