Si es cierto que el nombre que te otorgan tus padres define parte de tu vida, Rubén Darío Salazar Taquechel solo podía dedicarse al arte. 

Conozco a Rubén hace muchos años, como amigo de mi padre, y recuerdo que lo primero que me llamó la atención fue el nombre, que le dio risa al niño que fui. 

Rubén Darío Salazar

Pero Rubén Darío Salazar es, tal vez, de los pocos que va por el mundo del arte con semejante nombre-simbolo, y que puede decir que no le queda grande.

Rubén Darío Salazar, el talento del títere

Dicen que nació con un títere en la mano, allá en Santiago, aquel 27 de abril de 1963. No dudo que sea cierto, es más, preciso que sea cierto. Porque hay nombres que se vuelven sinónimos de profesiones: diga usted Alicia y no hará falta decir ballet, diga Rosita y sobra entonces decir actriz. Diga en Cuba Rubén Darío Salazar, y estará diciendo títere, Estaciones, guiñol.

Dicen por allá, por su barrio natal, que solía organizar a los niños para hacer muñecos y retablos, o que cuando se perdían en las mañanas todo el mundo sabía que de nuevo Rubén, el hijo de Silvia, se había llevado a todos para el Guiñol. 

Casi se equivoca Rubén, cuando matriculó periodismo, de haberla terminado tal vez hoy tendríamos un excelente crítico y un Premio Nacional de Teatro menos, Teatro Las Estaciones probablemente no existiría y para los niños de Matanzas quizás, y sólo quizás -pues la Atenas de Cuba es tierra de titiriteros-, las mañanas de sábado serían más aburridas.

No conozco la biografía de Rubén y no pienso buscarla para escribir este artículo, pues debe ser espontáneo y alegre, que son las dos características primeras que te saltan a la vista cuando le conoces.

Graduado de actor en el Instituto Superior de Arte Rubén pasa a formar parte de ese grupo símbolo del teatro para niños que es Papalote. Bajo la dirección de René se formará durante años, hasta que junto a Zenen Calero comienzan a gestar el grupo de donde luego saldrá Estaciones. Sugerente nombre muy unido a la idea fundacional, realizar presentaciones de acuerdo a las épocas del año.

Rubén Darío Salazar y Zenén Calero
Rubén Darío Salazar y Zenén Calero

Bajo la dupla Rubén-Zenen, decenas de actores y actrices han hecho estudios, formación, carrera… Ambos, accesibles, francos, prestos siempre a la ayuda, han sido siempre el consejo necesario para aquel que ansia saber.

En 2020, en plena pandemia, cuando Matanzas era golpeada por la enfermedad y el aislamiento, un día nos despertamos con el júbilo de que les habían otorgado a ambos, y por separado, el Premio Nacional de Teatro.

Rubén Darío Salazar Premio Nacional de Teatro

Actualmente tratan de sacar adelante la obra de rescate del Guiñol Nacional, casi desde cero, cómo puede comprobarse en las fotos de su perfil de Facebook.

Él no lo sabe, pero le debe a nuestro sitio una entrevista.

* Todas las fotos son tomadas del perfil de Facebook de Rubén Darío Salazar.