La calle Marqués González en el municipio Centro Habana se extiende de una veintena de manzanas, desde su nacimiento en la calle San Lázaro, hasta los muros del Centro Deportivo José María Pérez (conocido popularmente como El Pontón).
Al igual que la mayoría de las calles interiores de La Habana, la calle Marqués González posee un carácter marcadamente residencial, aunque la actividad comercial y de servicios aumenta significativamente en las cercanías de las grandes avenidas que cruza en su largo recorrido: la ya mencionada San Lázaro, Zanja, Belascoaín y Carlos III.
Toponimia de la calle Marqués González
Originalmente la calle Marqués González fue conocida con el nombre de calle de las Delicias y, a mediados del siglo XIX tenía apenas cuatro cuadras bien trazadas, entre el ferrocarril que se desplazaba por Zanja y el Paseo de Tacón, para luego adentrarse de forma irregular en el Campo de Peñalver.
Según refiere el Dr. Manuel Pérez Beato en su «Habana Antigua», todavía en el siglo XX se le seguía llamando «Delicias» a la mayor parte del trazado de la calle comprendido entre Carlos III y Santo Tomás (con excepción de un ultimo «tramo» que se conoció como «calle Ángeles»). Sin embargo, lo cierto es que tanto el nombre de Delicias, como el de Ángeles cayeron, primero en desuso y luego en el olvido y hoy toda la calle desde San Lázaro hasta el Pontón es conocida, simple y llanamente, como «Marqués González».
Recibió el nombre de calle Marqués González en honor al bravo Capitán de Navío Vicente González de Bassecourt, «Marqués de González», quien se encontraba de paso por La Habana cuando se produjo el ataque inglés de 1762. El marino fue colocado como segundo a las órdenes de Don Luis de Velazco quien se encargaría de defender el Morro contra las embestidas de los casacas rojas y el incesante bombardeo de la flota británica.
Al igual que su jefe, murió heroicamente el día en que los ingleses lograron abrir una brecha en los sólidos muros de la fortaleza. Su cadáver quedó tan destrozado que no pudo ser identificado, a pesar de los esfuerzos de los mismos británicos, quienes, impresionados por el valor mostrado por el Marqués habían dispuesto que se le rindieran los máximos honores militares.
En honor al Capitán de Navío Vicente González de Bassecourt, Marqués de González, el rey de España, Carlos III, creó el Condado del Asalto (en alusión a la heroica defensa del Morro), un título nobiliario con Grandeza de España, que le fue concedido a Francisco González de Bassecourt, hermano de Vicente.
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