Inevitablemente la figura de Fermín Valdés Domínguez aparece, la mayoría de las veces, históricamente subordinada a la del Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí. La relación de amistad que les unió a lo largo de sus vidas ha provocado que, durante mucho tiempo, las aproximaciones a la vida y obra de Fermín hayan sido muy periféricas y limitadas, a pesar de los indiscutibles méritos que le asisten como profesional de la Medicina y como patriota.

Fermín Valdés Domínguez de la Casa Cuna a la Medicina

Fermín fue un niño expósito: a los pocos días de nacido fue abandonado por sus padres biológicos en el torno de la Casa de Beneficencia de La Habana y adoptado por el capellán del ejército español José Mariano Domínguez Salvajauregui en el año 1853.

Junto a Fermín Valdés Domínguez – pues su padre adoptivo le dio el apellido de su media hermana Refugio Domínguez, ya que su condición eclesiástica le impedía adoptar legalmente a niño alguno – José Mariano acogió a otro niño, este de seis años, Eusebio. A los dos los crió y quiso como a sus propios hijos y ambos crecieron juntos como si fueran hermanos.

Aunque ser un “Valdés” solía ser motivo de estigma en la época, ni a Eusebio, ni a Fermín, se les escondió su origen. El primero sintió siempre aprehensión por haber sido un niño expósito, pero Fermín, de carácter mucho más extrovertido y abierto, no se avergonzó nunca de su origen al que citaba con frecuencia, mientras firmaba abiertamente “Valdés Domínguez.

Recibió Fermín Valdés Domínguez una educación liberal, tanto en casa como en el Colegio de San Anacleto, donde coincidió e hizo amistad con su condiscípulo José Martí. Amistad que se consolidaría cuando ambos ingresaron a la Escuela Primaria Superior de Varones, en la esquina de Prado y Ánimas, que dirigía el pedagogo Rafael María de Mendive.

Al levantarse en armas Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868, Fermín Valdés Domínguez y José Martí, amparados en la Ley de Libertad de Imprenta, lanzaron el Diablo Cojuelo (que costeó Valdés Domínguez), un periódico satírico anticolonial y se sumaron a la agitación contra el poder español en Cuba.

Tras los sucesos del Teatro Villanueva, la clausura del Colegio de San Pablo y la deportación de Rafael María de Mendive, José Martí y Fermín Valdés Domínguez se refugiarán en la biblioteca familiar de la casa del segundo en Industria 122.

El 4 de octubre de 1869 el Cuerpo de Voluntarios de La Habana asaltó la casa familiar de los Valdés Domínguez y ocupó una carta firmada por Fermín y Martí en la que acusaban de “apóstata” a su condiscípulo Carlos de Castro por haberse unido a los voluntarios.

Fermín Valdés Domínguez y José Martí
Fermín Valdés Domínguez y José Martí forjarían de niños una amistad que duraría todas sus vidas

Del proceso final que se les siguió a los dos amigos, José Martí saldría con una condena de seis años de presidio con trabajos forzados y Fermín Valdés Domínguez con una pena de seis meses de cárcel a cumplir en la Fortaleza de la Cabaña.

La deportación de José Martí separó a los dos amigos. Al ser excarcelado, Fermín Valdés Domínguez concluyó el bachillerato e ingresó en la facultad de Medicina de la Universidad de La Habana.

Fermín Valdés Domínguez y el crimen del 27 de noviembre

Fermín Valdés Domínguez matriculó la carrera de Medicina en la Universidad de La Habana en el curso 1870 – 1871. Apenas comenzando sus estudios se vio envuelto en los sucesos del Cementerio de Espada que provocarían la injusta condena y el fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina el 27 de noviembre de 1871.

El vil asesinato de sus compañeros de estudio marcó la vida de Fermín Valdés Domínguez y le dio un propósito: denunciar el crimen y demostrar la inocencia de sus condiscípulos.

Fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina
El ffusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina marcaría la vida de Fermín Valdés Domínguez

Condenado de nuevo a presidio y deportado a España en 1872, Fermín reanuda sus estudios de Medicina en la Península; y, en 1878, ya de regresó en Cuba, recibe el título de Doctor en Medicina.

Tras recibir la autorización para ejercer, Fermín Valdés Domínguez se estableció en el ingenio Agüica, en Colón, Matanzas, como médico municipal. Allí permaneció hasta 1885 en que retornó a La Habana.

Ya entonces se le reconocía como un reputado profesional, profesional y divulgador científico. El 24 de mayo de 1886 la Sociedad Económica de Amigos del País le concedió su membresía y ese mismo año la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana le abrió sus puertas, tras publicar Fermín Valdés Domínguez, “Contribución al estudio de la etiología de la tuberculosis”.

A la par de su trabajo como médico y divulgador científico, Fermín se consagraba al más importante objetivo que se había trazado en su vida: reivindicar a sus compañeros de estudios, asesinados el 27 de noviembre de 1871.

Así, se le escribió a Fernando de Castañón, hijo de Gonzalo de Castañón, cuyo sepulcro había sido, según los voluntarios, profanado por los estudiantes de Medicina.

La respuesta honrada de Fernando de Castañón, quien certificó que la tumba de su padre no había sido ultrajada de forma alguna fue publicada por Fermín Valdés Domínguez en el periódico La Lucha el 19 de enero de 1887 y la inocencia de los ochos estudiantes de Medicina proclamada públicamente.

Tras una larga búsqueda de los restos de los jóvenes fusilados en 1871, Fermín encontró la fosa común en la que habían sido sepultados en las afueras del Cementerio de Colón y el 9 de marzo de 1887, con los permisos de las familias y del obispo de La Habana, procedió a la exhumación de los restos mortales que fueron trasladados al panteón de los Álvarez de la Campa en la Necrópolis.

Monumento a los Ocho Estudiantes de Medicina
El Monumento a los Ocho Estudiantes de Medicina se construyó por suscripción popular a iniciativa de Fermín Valdés Domínguez

Fue entonces que, a propuesta de Fermín, se creó una comisión para, por suscripción pública, construir un monumento a la memoria de los ocho estudiantes de Medicina, el cual sería finalmente inaugurado en 1890.

Fermín Valdés Domínguez el médico – coronel

Fermín Valdes Domínguez durante la República
El Dr. Fermín Valdés Domínguez en los últimos años de su vida

Al estallar la Guerra del 95, Fermín Valdés Domínguez se incorporó al Ejército Libertador cubano en la expedición de los generales Serafín Sánchez y Carlos Roloff y fue nombrado como Jefe de Sanidad del Cuarto Cuerpo que operaba en Las Villas.

Participó como representante de esa fuerza en la Asamblea de Jimaguayú, donde se aprobó la Constitución mambisa y fue electo como subsecretario de Relaciones Exteriores del Gobierno de la República en Armas.

Luego sería, sucesivamente: Jefe de Sanidad del Primer Cuerpo en Oriente; Secretario de Relaciones Exteriores interino; jefe de despacho del General en Jefe Máximo Gómez y, de nuevo, constituyente (esta vez en La Yaya).

Por los servicios prestados a Cuba libre, Fermín Valdés Domínguez, el niño expósito que sufrió presidio y vio asesinar a sus compañeros de estudios, terminó la contienda con las estrellas de coronel del Ejército Libertador cubano.

Fiel al signo de servir antes de ser servido; en la República, a cuya fundación dedicó toda su vida, prefirió no ocupar ningún cargo público y dedicarse al ejercicio privado de su profesión.

Murió en La Habana, el 13 de junio de 1910 en su casa de la calle Industria, No. 122, la misma en la que décadas antes soñarán él y Martí con una patria libre.

Fermín Valdés Domínguez el escritor

Sin ser un escritor consagrado, Fermín Valdés Domínguez, incursionó varias veces a lo largo de su vida en el campo de las letras, como periodista, publicista e historiador. Entre las obras del médico y patriota cubano que deben ser mencionadas se cuentan:

  • 1887 – El 27 de noviembre de 1871. Obra denuncia en la que demuestra la inocencia de los ocho estudiantes de Medicina vilmente asesinados el 27 de noviembre de 1871.
  • 1898 – Mi diario de soldado. Dedicado a los obreros cubanos de la Florida, en el que narra su participación en la Guerra del 95 como combatiente del Ejército Libertador cubano.

Fermín Valdés Domínguez en el cine

Fermin Valdes Dominguez en Inocencia
Caracterización de Fermín Valdés Domínguez en la película «Inocencia» del año 2018

La figura de Fermín Valdés Domínguez ha sido llevada en varias ocasiones al cine:

  • 2010 – José Martí: El ojo del canario. Filme de Fernando Pérez que refleja la vida del Apóstol de la independencia de Cuba entre los 9 y los 17 años. El personaje de Fermín Valdés Domínguez es interpretado por dos actores (el niño Eugenio Torroella y el adolescente Francisco López).
  • 2018 – Inocencia. Filme cubano de Alejandro Gil. Se centra en los trágicos acontecimientos del fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina y la lucha de Fermín Valdés Domínguez por reivindicar a sus compañeros asesinados. El actor Yasmany Guerrero interpreta el papel de Fermín a lo largo de todo el arco temporal que abarca unos 20 años.