Considerada como una de las divas de la canción cubana actual, Vania Borges, conocida popularmente como Vania ha labrado su camino desde la música clásica a la popular hasta consagrarse en el imaginario popular como una de las míticas mulatas de Bamboleo.
Vania Borges Hernández nació en Matanzas el 26 de junio de 1970. Desde niña se sintió inclinada hacia la música pues su padre era oboísta y su prima cuarta voz del grupo Gema 4. Ella seguiría pronto esos ejemplos y tomaría clases de piano y oboe, instrumento del que se graduó en el Conservatorio Amadeo Roldán.
Tras su graduación, Vania Borges fue enviada a pasar su servicio social en Matanzas, donde se desempeñó como profesora de Teoría y Oboe, antes de integrarse a la Orquesta Sinfónica de Matanzas.
Era el año 1990, comenzaba en Cuba el terrible Período Especial y la apertura de la Isla al turismo internacional. La música clásica no era, precisamente, el más rentable de los oficios en medio de la crisis económica del país y Vania, como muchos de los jóvenes músicos que iniciaban su andar por ese entonces, se vio precisada a dar un giro de 180 grados a su carrera.
Abandonó la música clásica y se unió al grupo vocal D’Capo, con el que realizó sus primeras giras internacionales y descubrió la fantástica cantante que llevaba dentro. Al poco tiempo pasaría a la Orquesta de Panchito Alonso y de ahí a Bamboleo, agrupación que la convertiría definitivamente en una estrella.
Vania Borges y la revolución de Bamboleo
Fue Haila María Mompié quien invitó a Vania a los ensayos de Bamboleo. Al llegar a la locación, la cantante descubrió que la mayoría de los integrantes de la orquesta habían estudiado con ella y decidió entonces incorporarse.
«La timba estaba en su mejor momento. Logramos posicionarnos entre las 10 mejores agrupaciones de Cuba hasta el punto en que la entrada de muchas orquestas a Estados Unidos la definió Bamboleo y había que contar con nosotros para todo.»
Entrevista ccon Vania Borges
Bamboleo resultó una explosión no sólo musical sino también estética. El grupo popularizó el rapado total entre las féminas cubanas que comenzaron a imitar a Vania y Haila quienes se habían rapado a sugerencia de la primera. Desde entonces ese pelado quedaría definido en el imaginario popular como «el bamboleo».
Tanto gustó el nuevo estilo que la disquera que les contrató en exclusividad impuso una cláusula que les prohibía a las cantantes dejarse crecer el pelo.
Vania Borges hizo época con Bamboleo. Su asociación con Haila y la dirección de Lazarito Valdés, a quien agradece, la oportunidad de haber descubierto en grande la música popular, revolucionó la timba. Sin embargo, al pasar de los años, la cantante comenzó a sentir la necesidad de emprender nuevos proyectos musicales.
Vania solista
Todavía en Bamboleo, Vania Borges comenzó con el proyecto Habana All Star, con el que realizó varias giras. Luego defendería en solitario el número «¿Qué hago con la canción?», en el Concurso Adolfo Guzmán 2002 y se alzaría con el Premio de la Popularidad.
Ese éxito, que coincidió con su embarazo, le hizo replantearse sus objetivos y decidió continuar su carrera como solista. Fue una decisión difícil, pues Bamboleo se encontraba en su mejor momento y todo el protagonismo había recaído sobre ella tras haberse marchado Haila.
Su carrera como solista ha estado marcada por el éxito, hasta el punto de ser considerada al día de hoy una de las principales voces de la cancionística cubana.
Colaboraciones con músicos de la talla de Shakira, varios discos y el honor de haber sido comparada por la crítica especializada con la «Señora Sentimiento» Elena Burke, hablan de lo que representa Vania Borges para la música cubana.
«Que la crítica especializada me compare con ella me enorgullece y compromete a ser cada día mejor como cantante y como persona».
Entrevista con Vania Borges
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