Alina Rodríguez fue una actriz cubana de teatro, cine y televisión, muy recordada por sus célebres actuaciones en las películas «María Antonia» y «Conducta» y la telenovela «Tierra Brava».
Nació el 4 de octubre de 1951 en La Habana. De joven estudió una especialidad técnica de salud, pero pronto se dedicó a la actuacion, que era su verdadera vocación.
Alina Rodríguez en el cine
En 1982 se graduó del Instituto Superior de Arte (ISA). Contaba entonces más de 30 años de edad y era prácticamente una desconocida en las pantallas del país, por lo que nadie podía imaginar entonces que Alina Rodríguez se convertiría en las próximas décadas, a golpe de talento, en una de las actrices más populares del país.
Debutó en el cine en 1986 de la mano del director Daniel Díaz, quien le dio un pequeño papel en el filme «Otra mujer» que contó con las actuaciones estelares de Mirta Ibarra, Susana Pérez y Jorge Villazón.
Su gran oportunidad en la gran pantalla llegaría cuatro años después al protagonizar «María Antonia», dirigida por Sergio Giral, en el que dio vida a una mujer sensual, marginal y violenta atrapada en el bajo mundo cubano de los años 50. Su soberbia interpretación le haría merecedora del Coral a la mejor actriz en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano y le consagraría como una de las estrellas nacientes del cine cubano.
Desgraciadamente, la crisis económica en que se sumió el país a partir de 1990, provocó una drástica disminución de la producción del ICAIC y durante la década siguiente primaron las «coproducciones», casi todas de escaso valor cinematográfico. Alina Rodríguez, que se encontraba en la cumbre de su carrera, no fue ajena a estas circunstancias, debiendo tomar papeles en películas olvidadas e intrascendentes como «Miss Océano»,(Cuba – Italia) de 1993, Blue Moon (Cuba – Venezuela), de 1995, o Guillermina (producida por la Escuela Internacional de Cine en 1997).
En 1999 intervendría en «Lista de espera», el filme coral de Juan Carlos Tabío y en el decenio siguiente en «Miradas» (2001) de Enrique Álvarez y «El premio flaco» (2009) de Juan Carlos Cremata. Su última película sería «Conducta» de Ernesto Daranas, en la que regalaría una de sus interpretaciones más memorables en el rol de una maestra de escuela primaria.
La «Justa» de la televisión
Si bien a lo largo de su carrera en el cine supo demostrar siempre sus altas cualidades histriónicas, fue la pequeña pantalla la que elevó a Alina Rodríguez a la dimensión de actriz de culto, gracias a su papel de Justa en Tierra Brava, la telenovela de Xiomara Blanco.
Tierra Brava, una superproducción cubana de más de cien capítulos emitida en el año 1997, que repetía, en esencia, los mismos códigos del melodrama radial, mezclados con los cánones de las novelas brasileñas, se convirtió en un fenómeno de masas; hasta el punto que varios de sus protagonistas seguirían siendo identificados por el resto de sus vidas con los nombres de los personajes a los que dieron vida: a Rogelio Blaín le llamarían Lucio Contreras y a Enrique Molina, Silvestre Cañizo; mientras Alina Rodríguez seguiría siendo «Justa» hasta el día de su muerte.
Alina Rodríguez falleció el 27 de julio de 2015 después de luchar contra el cáncer. Fue su voluntad que sus cenizas se echaran al mar y así se hizo, en las inmediaciones del Castillo de la Chorrera, junto al restaurante 1830.
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