Lo mismo en el portal de su casa, cuidando de sus nietos, que en la grama del Latino, micrófono en mano, Julita Osendi no se deja sorprender y lanza respuestas a 100 mph. Irreverente, polémica pero al mismo tiempo respetada y querida, incluso desde la rivalidad más profunda. Esta entrevista, que no es tal, sino más bien una charla con una de las grandes entrevistadoras de la prensa cubana, ha sido posible gracias a su carácter franco y sin dobleces.

Julita Osendi no se esconde para decir lo que piensa. Le agradecemos las facilidades que nos ha puesto para hacer posible este diálogo tecnológico, a través de las redes sociales y le lanzamos la primera bola.

Fotos de La Habana: Sin calentar ni hacer wind up, Julita, ¿el habanero nace o se hace?

Julita Osendi: No se puede elegir dónde nacer, sí sentirse orgullosa de donde naciste por supuesto. Muchas personas que vienen del interior se cogen para si los dejes habanero y dejan de hablar como ellos lo hacen en sus terruños. No tengo una respuesta sólida para darte, nací habanera como podía haber nacido asturiana, mexicana o argentina.

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Julita Osendi, en una imagen de sus comienzos en la Televisión Cubana

Yo me siento orgullosa de mi Habana o por lo menos me sentía hasta hace muy poco, ya lamentablemente La Habana no es lo que yo amaba, ahora es una Habana sucia con gente muy grosera sobre sus calles, llena de derrumbes, de grietas y colas pero sobre todo una Habana muy grosera. Ya no sé si me gustó nacer en La Habana o no. Hay muchas personas que se sentían orgullosos de vivir en la Habana y haber nacido en otro lado, no es que el que venga para acá sea habanero. Si eres una persona decente donde quiera que tu vives da igual.

Julita Osendi, micrófono en mano

FH: Hasta qué punto la ética periodística limita la preferencia por un equipo u otro, y viceversa.

JO: La ética periodística existe y si tú te guías por ella no puedes tener preferencia, pero el que te diga que no cogió el periodismo deportivo por un equipo o por una fanaticada te está mintiendo. Para tu coger el periodismo deportivo tienes que amar el deporte… No es lo mismo que jueguen (los equipos de antes de) Sancti Spíritus e Isla de la Juventud, yo lo veía con expectación porque estaban los Gurriel, Michel Enríquez, Carlos Yanes, Alexander Ramos y como espectáculo tú lo veías.

¿Qué espectáculos puedes ver ahora entre esos dos equipos si es que no lo hay entre nadie? Lanzadores que no llegan a noventa millas. Así que volviendo a tu pregunta, el que te diga que no cogió el periodismo deportivo por un equipo miente, yo amo el deporte en general, y la pelota en particular, pero si tu amas el deporte tienes que amar un equipo.

Haciendo gala de su sinceridad y valentía, Julita Osendi continúa sin evadir las preguntas que le hacemos, con esa dicción propia que es símbolo del periodismo cubano y que ha marcado la infancia de varias generaciones.

Yo amaba los Industriales, amo los Industriales y los amaré. Eddy Martin, mi padrino, me sentó y me dijo que yo no podía evidenciar ese amor y al contrario los llevé bastante tensos, en algunos out en home los llevé muy tensos; precisamente porque eran los Industriales para que no me dijeran que yo era fanática.

De todas formas, todo el mundo lo sabía porque yo nunca lo negué, ni a entrenadores, ni a peloteros, ni a colegas; nunca lo negué, pero era lo más ética posible para evitar esto que me estás preguntando. Si se limita. En equis jugada si era out, era out y ya. Si la mala jugada favorecía a Industriales, yo lo decía igual. En mi caso por mucho que dijeran que era fanática, te digo que no, no favorecía.

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Julita Osendi entrevistando al grandísimo saltador de altura Javier Sotomayor, cubriendo otra de sus pasiones: el atletismo.

Yo decía «El equipo insignia de la pelota cubana«, «El equipo de la heroica Ciudad (Santiago)», «El clan Gourriel (Sancti Espíritus)», «El tsunami verde (Pinar)», «Las Naranjas Explosivas (Villa Clara)». Yo rompía grupos fónicos para darle el tono que yo quería a cada equipo igual que en el atletismo «La tormenta del Caribe (Ana Fidelia Quirot)», «El príncipe de las alturas (Javier Sotomayor)». Yo no creo que haya roto la ética deportiva, no lo creo.

De soñar en azul, a pesadilla en el terreno

FH: Hace muchos años que los equipos de la Capital no consiguen buenos resultados en el béisbol. ¿A qué se achaca eso?

JS: Tiene muchas explicaciones, la Habana -igual que Cuba- era un terreno de pelota ambulante, en todas las esquinas veías niños jugando en un campito. Busca ahora niños jugando béisbol. Cuando uno estudia economía política sabe que todo en un país se desarrolla en un esquema de pirámide, que en el caso nuestro fue muchos años pirámide invertida porque había muchos médicos, licenciados, y no había quien fuera al campo o quien construyera casas…

O sea, te hablo ahora del deporte, si no hay base a lo largo de la isla de Cuba, ¿qué vamos a esperar? Y la realidad es esa, no hay base, no hay esos beisbolitos, no hay terrenos, no hay mascotas, bates, pelotas… Entonces, cómo va haber una súper estructura si surgen muchos talentos que ya desde los 13-14 años están siendo mirados desde afuera y encausados por los padres para irse vía Dominicana, Hong-Kong o el planeta Marte, pero se los llevan. ¿Qué da eso?, que cuando llegan al alto rendimiento los pitchers no tiran más de 75-80 millas para home.

Los bateadores con 80 millas se dejan ponchar, el jardinero no le parte a la que tiene que hacerlo, no existe un Germán Mesa, ni un Pared. Te estoy hablando global, tu preguntaste por la Habana. Esta tenía un equipo que era Metropolitanos que era la sucursal del equipo Industriales, muy justificado porque no olvidemos que La Habana tiene 3 millones de habitantes y la otra provincia que le sigue es Santiago con un millón.

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Julita Osendi ha cubierto durante décadas el deporte cubano, siendo una de las voces más importantes del periodismo deportivo de todos los tiempos

Por ende, quedan 2 millones de los muchachos que salgan de ahí que no pueden jugar pelota porque es un solo equipo, pero esa era la realidad, era el surtidor de los Industriales. Además, los muchachos de La Habana que ahora todos están parejos en Cuba, porque ya hay Internet, tienen obsesión con otras cosas. Ya todo el mundo quiere carro, casa, dinero pero la gente de La Habana somos más especiales; hay gente que se puede conformar con un Lada y ellos quieren un carro bueno, moderno.

La fuga en La Habana es masiva, Industriales tiene quizás el mejor cuerpo de dirección y entrenadores que tiene el país y sin embargo no se consiguen objetivos, porque no haces nada con que José Elosegui, que es el mejor entrenador de picheo de este país, esté en el equipo si estos muchachos pitchean 70 millas. No quiero que se vea como una crítica al atleta, pero es la realidad de la pelota cubana… Veremos este año, dicen que Andresito (Andrés Hernández) pidió la baja para jugar en México o en Canadá, o sea que si se van los mejores de cada equipo, incluso los Industriales no pueden aspirar a buenos resultados.

Julita Osendi enfrenta las preguntas como su gran amigo, Pedro Luis Lazo, lanzando duro y al medio, como decía el Rascacielos pinareño, si tú eres bateador, batea. Nosotros no somos periodistas ni pretendemos serlo, pero no nos rendimos, seguimos el duelo con una especialista del arte de entrevistar y sacar confesiones jugosas a sus interlocutores. El juego se aprieta.

FH: ¿Cuáles son a su juicio los principales problemas, retos y oportunidades que enfrenta el deporte cubano?

JO: Oportunidades tenemos muuuy pocas para el desarrollo sostenible de la práctica del deporte en la capital porque hemos dejado perder instalaciones insignias como el mismo Pontón (de donde salió entre otros, Enriquito Díaz), como el Parque Martí, como tantísimos otros.

Nos hemos dejado quitar la Kid Chocolate para hacer un hotel. Hay que hacer hoteles -¡están vacíos todos!- pero hay que hacerlos. Y la Kid Chocolate -que era una sala súper funcional- además tenía la magnífica función de que todos los niños de Habana Vieja y Centro Habana que son de anjá tuvieran mañana, tarde y noche; oportunidades de desarrollar sus cualidades deportivas. Y se las arrancaron para hacer un hotel.

Entonces cuando te pones a ver las demás instalaciones que están a medio hacer o no se hacen, y lo que se va rompiendo se va dejando como gran parte de la Habana que va perdiendo el nombre de Habana Maravilla por los baches, los derrumbes y demás. Así que imagínate lo difícil que es desarrollar a los muchachos.

Julita Osendi junto a su gran amigo Angel Melis
Julita Osendi con su amigo, e inseparable camarógrafo, Ángel Melis

Por suerte hay muchas personas voluntarias que hacen por levantar un terreno, los hay muy bonitos, no hay más que ver cómo Lázaro de La Torre mantiene el 50 Aniversario (Antiguo Desa). Ese está precioso, es una excepción porque la mayoría son un desastre; y de ahí nosotros tenemos que sacar los talentos que cuando cogen 14 y 15 años ya no piensan en los Industriales. Así que sí, hay bastantes retos, muchos problemas y pocas oportunidades.

FH: Cree Julita Osendi que el nivel en general, ya no solo del juego en sí, sino del espectáculo en las finales de la pelota cubana ha bajado.

JO: Aquellas finales eran espantosamente buenas, estando los cuatro grandes, jugara quien jugara, era una excelente pelota donde todo el mundo se mataba. Aquellos Azucareros era tremendos, ese era el equipo que más admiraba yo… después de los Industriales. Los Vegueros, los Henequeneros de Sile Junco con ese par de zurdos de oro que no perdían (Tati Valdés y Carlos Mesa). Había mucho nivel, los mismos camagüeyanos aquellos que ni me acuerdo ahora como se llamaban entonces, ¿los ganaderos incapturables? qué sé yo, no me acuerdo ahora, pero que ganaron como dos series seguidas -en realidad solo fue la Serie Nacional 1976-. Había mucho nivel y colorido en cada campeonato. Tremenda energía.

FH: Julita, háblame de los grandes títulos de Industriales. ¿Qué recuerdos tienes de ellos? ¿Hay alguno que te emocione más que otro?

JS: Para mí todos son grandes porque esos cuatro primeros con Ramón Carneado también son importantes. Yo era muy pequeña entonces pero me acuerdo de la emoción, y la pelota es emoción en familia, entre amigos, alegría del barrio. El otro sin par para mí es el de Agustín Marquetti, ese es mi pelotero. Antes de él y después de él, yo veo la pelota cubana distinta, veo no, yo siento distinta a la pelota cubana.

Cuidado, no quiere decir que Antonio Muñoz sea mejor que Marquetti, o viceversa, es que simplemente Marquetti es mi pelotero y ese jonronazo a Rogelio, en el Latino…Vaya, una locura. Después hay unos cuantos peloteros con los cuales tuve afinidad como los Gurriel, los Mesas, el mismo Anglada, o Pedro Medina, por suerte son muchos, tantos que se me olvidan.

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Julita Osendi y otra de sus debilidades, el estelar inicialista azul Alexander Malleta

El último título con Germán -que para mí es el mejor torpedero de todos los tiempos- fue inesperado e igual de emocionante. En fin, todas las finales son buenas, no se puede elegir entre la que le ganamos a Santiago de Cuba en el Guillermón, la que le ganamos a Pacheco, lamentablemente tuve problemas personales y no pude hacer ese documental me hubiera encantado.

Una anécdota de Santiago. Yo brincaba y saltaba metida en el banco para que no me vieran y me tirarán piedras. (Julita se ríe y confiesa) «Na’ yo me llevo muy bien con la afición de Santiago, la verdad». Pero yo me emocionaba en todos los Play Off en el Latinoamericano. Eso es algo que llevo conmigo, cómo rugía ese estadio lleno contra Santiago, contra Pinar o contra Villa Clara y Víctor Mesa, tremendo, también aquel play off con Metros que fue apoteósico.

FH: Julita, sobre Metropolitanos volveremos más adelante, pero me gustaría saber, ¿Cómo le recibían en el interior del país?

JS: Un 90 por ciento muy bien, realmente, yo dirigía a las gradas y a los muchachos para hacer los cortos de una grada para otra para mi documental. Fíjate si me recibían bien y me llevaba bien con todo el mundo. Salvo excepciones que no ameritan la pena mencionar.

FH: La pelota desata pasiones y además ser una periodista con criterio y opinión propia te generó varias controversias. ¿Algún problema con el público?

JS: No, problemas no, me generó sanciones, ¡sanciones!, lo que eso no se sabe. Y por ejemplo, no poner el jonrón de Kendrys Morales… vaya, eso fue largo e histórico. Sin embargo después la HP (sic) era yo. Con el dolor de mi alma lo hice porque lo otro era no sacar el documental. ¿Iba a sacrificar yo al resto del equipo? No podía, ni Kendrys me lo hubiera perdonado.

Pero bueno, yo tengo tres hijos varones, seis nietos (cuatro varones y dos niñas), no creo que ninguno sea periodista ya, los hijos no, pero a los nietos -si quisiesen ejercer el periodismo- les aconsejaría que siempre fueran con la verdad en la mano, al menos la que ellos creen que fuera verdad y que la defiendan hasta lo último, su verdad. Yo siempre he defendido mi verdad, que la de ahora no sea la de antes es otra cosa, que la vida me ha enseñado cosas nuevas es otra cosa, pero siempre siempre anduve con mi verdad.

Con el oficio que le sobra, Julita consigue llevar la entrevista en diferido con la energía y el carisma que le caracterizan. Llega el momento de que hable la aficionada por encima de la periodista.

Un Industriales invencible

FH: Julita, esta pregunta hay que hacerla. Danos tu equipo de todos los tiempos de La Habana.

JO: Imagínate tú, hay que echar para atrás. Voy a empezar por donde me dé la gana a mí.

El pitcher zurdo es Changa Mederos y el derecho es Lázaro Valle. El Duque de relevo…no, no, el Duque de relevo no, el relevista es Euclides Rojas, ponme al Duque de abridor con Valle, los dos. El Manager va a ser Anglada, con el permiso de Carneado, y también va a ser el segunda base. Receptor tiene que ser Pedro Medina y en la Primera Base, por supuesto, Agustín Marquetti Lescaille. Germán Mesa es mi campo corto pero con Rodolfo Puente me quito el sombrero.

Candela, la tercera base es complicada porque ahí jugó Urbano González, pero me decanto por Lázaro Vargas aunque Urbano fue igual de inmenso. Los jardines también son difíciles, imagínate tú, son muchos, sinceramente. Javielito Méndez en el Center Field, pero están Lázaro Bombón Salazar, Ñico Jiménez, Armando Capiró -que eran tres Kindelán en el home con el bate y lo veías tirar del jardín izquierdo y no había quien anotara en home-, y también cuando tiraba a primera que el bateador creía que era tubey y volvía y lo cogía out. Las cosas que le vi hacer a Capiró, por el amor de Dios, tremendo peloterazo.

¡Ah!, métanme ahí a Pedro Chávez, con Marquetti en primera o de designado, no se me puede quedar fuera por nada del mundo. Igual que Julian Villar que tiene que ser el designado junto con Chávez. Villar era un extraordinario bateador, vecino mío, aunque prácticamente no nos hablábamos porque él vivía al doblar. Era un hombre muy callado, mulato fuerte, más alto que yo, un tipo que nació para batear. Era tremendo tercera base, a lo mejor no como Vargas, pero sí muy bueno. Para mí entre los cuatro o cinco de más poder de Cuba.

estadio latinoamericano 2021 habana
El Coloso Azul donde Julita Osendi ha vivido grandes gestas de los Industriales y el equipo Cuba

FH: Si alguien conoce y ha sufrido el desarrollo de la pelota en la capital es Julita Osendi, por eso su experiencia y conocimiento se debe escuchar cuando se hace el debate de resucitar o no a los Metros.

JO: Se ha demostrado que tanto Mayabeque como Artemisa -que por lo que le pasó a su manager Dani Valdespino que lamentablemente falleció no ha podido ir a más- y por el desangramiento sostenido que tienen todos los equipos, se está viendo que Mayabeque está en la pelea (quinto puesto), pero Artemisa no ha podido reponerse y solo ha ganado más que Guantánamo y Cienfuegos.

O sea que romper Habana campo en Mayabeque y Artemisa que al principio parecía una locura tremenda, ellos (los peloteros y entrenadores) han demostrado que no lo es tanto. Porque la Habana tenía tremendo talento y se ha demostrado que con mayor espacio los peloteros crecen.

Ahora, si tú sumas a los Metros tienes que buscar otro equipo para que exista una paridad, si no uno siempre se va a quedar bye. Yo le diera la bienvenida (al equipo de los Metros) con las dos manos, no porque yo sea de los metros si no porque ahí van a desarrollarse jóvenes peloteros de donde Industriales pueda coger para reforzarse.

Ah, si pusieran dos equipos tipo Metros y todos los equipos pudieran coger de estos dos, ya eso fuera otra candanga que todo el mundo pudiera reforzarse de esos dos Metros -o como se llamen- pero lo que no me parecería justo sería quitar a Artemisa, Mayabeque o La Isla, porque esta última con 4 gatos como se dice -dicho esto desde el respeto más absoluto, que no se me malentienda- discute campeonatos lo que no hacen los Industriales los últimos años

Julita Osendi tiene una facilidad para transmitir que es imposible capturar en el medio escrito. Aunque en esta charla esté su imagen y sus palabras falta la profundidad de su voz y su «hablao» marcadamente cotidiano, sin engolamiento ni pretensión. Lo que nos une como cubanos es el amor al país y a su tradición deportiva, la pasión con que se juega al béisbol y cómo se transmite la misma, y en eso Julita Osendi ha sido una periodista «fuera de liga», nuestro cariño y admiración en lo profesional, es ahora extensible al terreno personal. Gracias Julita, por tu trabajo y tu alegría, sin polémica no hay espectáculo.