Regis du Repaire du Truffin Amador conocido como Regino Truffin fue uno de los empresarios y hacendados cubanos más importante de finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX. Sus extensos intereses abarcaban desde el azúcar, la industria y los seguros hasta la banca.
Nacido en Corralillo, Las Villas, en 1857, era un descendiente de segunda generación de una familia de haitianos asentados en Cuba tras la ruina de esa colonia francesa.
Fundador del central San Juan Bautista, desarrolló la explotación de mieles e invirtió en muelles, fábricas de jarcia y cerveza.
Regino Truffin del azúcar a la banca
Propietario a partir de 1901 y en sociedad con Miguel Arango Mantilla y el coronel del Ejército Libertador cubano José Ignacio Almagro Eliazaga, del central Mercedes en Manguito, Matanzas, que compraron en 400 000 pesos y que en 1915 cayó bajo el control de la Cuban Cane Sugar Corporation, de la que Regino Truffin sería uno de sus directores.
Durante las décadas de 1910 – 1920, Regino Truffin fue presidente de la Manatí Sugar Company, del «The Trust Company of Cuba» y del Banco de Fomento.
A la par de sus numerosos negocios, Regino Truffin desarrolló una intensa vida social y corporativa: la Rusia de los zares lo nombró cónsul general en Cuba; a la vez que presidía el Habana Yacht Club y el Unión Club, y tenía un papel destacadísimo en la fundación de la Asociación Nacional de Hacendados de Cuba (ANHC).
Junto con el alemán Herman Albert Upmann y otros empresarios, financió la revista Social de Conrado Massaguer, la más importante entre todas las de crónica social que se publicaron en la República y de una factura y calidad que no ha sido superada hasta el día de hoy en Cuba.
Casado en dos ocasiones: primero con Matilde Ojeda y Cremadells, de quien enviudó en 1897 y con la que tuvo una hija, Regina (mujer de gran belleza que fuera esposa del presidente del Senado, Clemente Vázquez Bello); y en segundas nupcias con Nieves «Mina» Pérez Chaumont, con la que tuvo dos hijos, Regino y Marcial Truffin Pérez Chaumont y una hija, Matilde Truffin Pérez Chaumont, que se casó con Tirso Mesa Polo, ministro de Agricultura de Machado.
La pareja Truffin – Pérez Chaumont escogió como vivienda un aireado chalet con un enorme y frondoso jardín muy cerca de la Calzada Real de Marianao en Avenida Truffin (llamada así en honor al magnate) y línea del ferrocarril (hoy 72 y 45).
En esta mansión que fue rebautizada como Villa Mina se celebraron algunas de las fiestas más deslumbrantes de su época y años después, tras la muerte del empresario, se convirtió en el famosísimo cabaret Tropicana.
Por su parte, la quinta de veraneo que poseía el magnate en Los Pocitos fue convertida en el Asilo Truffin, regentado por las Hermanas de la Caridad, con el apoyo económico de los Truffin – Chaumont.
Regino Truffin falleció el 3 de julio de 1926 en La Habana y fue sepultado en la Necrópolis de Colón a la edad de 69 años.
Pocos años después, en medio de la lucha insurreccional contra Gerardo Machado, el ABC asesinaría al presidente del Senado Clemente Vázquez Bello con la idea de dinamitar el panteón de Truffin en el Cementerio de Colón, donde el político, que estaba casado con la hija mayor del político, debía ser inhumado, plan que fracasó cuando en una decisión de última hora la familia decidió enterrarlo en su natal Santa Clara.
Trackbacks/Pingbacks