José Ramón Armona fue el segundo alcalde de Marianao, aunque bien pudiera considerarse el primero, pues sustituyó a José Valmaña apenas cuatro días después de que este (quien sí fue el primero) jurara el cargo.

La labor de José Ramon Armona al frente del consistorio fue justa y proba. Supo manejar los equilibrios entre las distintas corrientes políticas y ejecutar los presupuestos con sabiduría.

Durante los tres años que duró su gobierno (1878 – 1881), Marianao progresó, aunque dentro de los límites del estancamiento general en que se mantuvo la localidad desde el estallido de la Guerra Grande hasta el fin de la soberanía española.

Gobierno municipal de José Ramón Armona

Armona, que desde su puesto de consejal en la alcaldía de Valmaña había impulsado una moción que declaraba a la educación como «base fundamental de todo pueblo culto» se preocupó durante su gobierno por la instrucción de sus paisanos.

Bajo su gobierno se creó la Junta de Instrucción Primaria, que integró él mismo junto al cura párroco y otros prominentes vecinos y se construyeron varias escuelas para niños y niñas de ambas razas, incluyendo el colegio público La Caridad, cuyo sostenimiento corría a cuenta del municipio.

También se preocupó José Ramón Armona por las necesarias obras públicas: en los tres años de su gestión se repararon la calle Santo Domingo, la Calzada Real y la Calzada de la Playa, y se construyó un nuevo matadero, pues el anterior había sido destruido por un incendio.

En 1880 se fundó «El Pueblo» que fue el primer periódico local de Marianao y ese mismo año, a tono con la recuperación de la posguerra, el municipio se beneficio de una excelente temporada que tuvo su guinda cuando el Capitán General fijó su residencia de verano en la calle Samá (una tendencia que se mantendría durante toda la colonia y los primeros años de la República).

Ya en el último año del gobierno del alcalde José Ramón Armona se abrió el primer hipódromo de Marianao, se trajeron muy buenas compañías al Teatro de Concha y la Sociedad Recreo vivió sus mejores tiempos.

Finalmente, en 1881, José Ramón Armona entregó la alcaldía de Marianao a Francisco Carvajal y Cabañas, quien continuó la obra de engrandecimiento del municipio.