El Hotel Nacional de Cuba luce señorial desde su posición elevada sobre el litoral habanero. Ubicado en la elevación donde antes estuvo la batería de Santa Clara, y antes de eso una galería de cuevas y cavernas conocida como loma de Tanganana, ha visto crecer el barrio del Vedado a su alrededor.
De un marcado sentido aristocrático la construcción salida del proyecto, de 8 pisos, de la firma de arquitectos McKim, Mead & White (integrada por Charles Follen McKim, William Rutherford Mead y Stanford White) se convirtió en referencia inmediata de la arquitectura republicana.
Anteriormente este estudio de arquitectura había realizado importantes proyectos como la Salem School (1884), con cierta similitud al Hotel Nacional de Cuba, o el Capitolio del Estado de Rhode Island, Providence (1904), el Municipal Building (1909-1915) y la Pennsylvania Station (1910) ambos en Manhattan.
Aquel proyecto fue materializado en La Habana por la exitosa firma Purdy & Henderson Company, quienes fueron ejecutores de algunas de las más notables construcciones del período en La Habana como fueron el Capitolio Nacional, el Centro Gallego, el Centro Asturiano, el Hotel Plaza, la Lonja del Comercio y la sede del Havana Yacht Club.
Hotel Nacional de Cuba, patrimonio social
El estilo ecléctico original del hotel, con detalles moriscos y elementos Art Decó, permanece latente en la actualidad, y en eso tiene gran responsabilidad el nombramiento de Monumento Nacional gracias al proyecto de rehabilitación y remodelación efectuado por los arquitectos Luis Rubio y Universo García Lorenzo entre los años 1988-1992, que revitalizó algunas zonas dañadas del hotel sin restarle un ápice de la elegancia y distinción que desde casi cien años atrás le ha merecido la etiqueta del más distinguido de La Habana.
Ha recibido diversas condecoraciones, siendo la más importante la de Patrimonio Mundial de la Humanidad por pertenecer al sistema de Fortificaciones de la Habana Vieja (en sus jardines se conservan varios cañones de la antigua batería de Santa Clara), además posee el 2º Premio en el Salón Internacional de Arquitectura e Ingeniería año 1994 y el Premio de Arquitectura e Ingeniería de la Ciudad, en la categoría de Rehabilitación, año 1998
Célebres visitantes y polémicas célebres
Famoso por las personalidades que se han alojado en su interior desde su inauguración un 30 de diciembre de 1930, la interminable lista va desde políticos y artistas hasta mafiosos, también ha vivido algunas polémicas por negarse a dar alojamiento, por motivos raciales, a figuras internacionales como Josephine Jackson o Nat King Cole (le negaron el acceso la primera vez que estuvo en la isla, pero ante el éxito arrollador del cantante y la polémica desatada, la junta directiva encabezada por Mr. Anthony Vaughn decidió admitirle al año siguiente).
En los años 50 como curioso eslogan de publicidad la gerencia del hotel podría haber publicitado el agrio enfrentamiento (1956) que tuvo con uno de sus más distinguidos huéspedes. «Se está tan bien en el hotel Nacional que debemos echar a nuestros alojados, aunque sean de la realeza europea«.
El Barón Bornemisza (Stephen Thyssen-Bornemisza) y su familia no querían marcharse de la suite de lujo 712 (hoy suite Barón Thyssen-Bornemisza-739) en la cual residían desde 1950 y por la cual pagaban 15 mil dólares anuales, aduciendo la firma de un contrato, mientras el hotel pretendía dividir la mencionada suite en cuatro habitaciones de lujo. Este no es más que uno de los tantos episodios surrealistas que se han vivido en el Hotel Nacional.
Aunque sin dudas las historias más apasionantes sobre el mismo son el famoso «combate del Hotel Nacional» que se vivió un par de años después de inaugurarse el mismo, así como la convención de mafiosos americanos que tuvo lugar en La Habana, representada en la trilogía de El Padrino de Francis Ford Coppola y las noches eternas en su cabaret Parisien donde actuaron múltiples estrellas nacionales e internacionales.
Uno de los mayores atractivos del Hotel era el casino Wilbur Clark’s que emulaba a los más elegantes de la época situados en Montecarlo. En agosto de 1958 se había planificado la ejecución de múltiples reformas, valoradas en 2 millones y medio de pesos, que se enfocarían en modernizar el Hotel Nacional de Cuba buscando potenciar el enfoque de la distracción lúdica del mismo.
Pocos recuerdan que allí existió hasta mediados de los años 20 del pasado siglo, un pequeño stadium que sirvió de base de entrenamiento para el primer gran campeón de los supercompletos (heavyweight) negro de la historia, Jack Johnson. El renombrado combate que le enfrentó con Jess Willard en el antiguo Oriental Park de Marianao un 5 de abril de 1915 y que está considerado como el más escandaloso de los amaños deportivos de su época.
Imagen del cabaret Parisien que según reza en la página web oficial del hotel: «ofrece un gran Show «Cubano, Cubano», mostrando la fusión de las culturas indoamericanas, hispanas y africanas, las cuales dieron origen a la cultura cubana»
Ficha técnica del hotel:
El Hotel Nacional de Cuba, galardonado con cinco estrellas, dispone de 426 habitaciones.
- 32 Habitaciones sencillas
- 308 Habitaciones dobles
- 11 Habitaciones triples
- 58 Habitaciones Junior
- 15 Suite
- Una Suite Presidencial
- Una Suite Real
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