El Circuito Carrerá fue una antigua cadena de cines y teatros de Cuba de la cual formaban parte los teatros Auditorium y Trianón y los cines Acapulco, Infanta, Belascoaín, San Francisco y Astor. Tenía oficinas en el Centro Fílmico en Almendares y Benjumeda y en 35 y 26, Nuevo Vedado.
Era propiedad de Edelberto Carrerá Delgado, quien se iniciara en el giro en el año 1920 cuando inaugurara el cine Habana. Había sido presidente del Habana Biltmore Yacht and Country Club, de la Unión Nacional de Empresarios, de la comisión Nacional de Turismo y de los Rotarios de La Habana.
El teatro Auditorium, sito en Calzada y D, en el Vedado, de estilo Renacimiento italiano, 2 600 asientos y 24 palcos era propiedad de la Sociedad Pro Arte que desde 1935 lo tenía arrendado, en un principio para exhibir películas con sonido de alta calidad. Fue construido por «Albarrán y Bibal» con planos de «Moenck y Quintero». Su primera piedra fue bendecida por el Cardenal Arteaga y se colocó el 6 de agosto de 1927. Era la sede principal de las óperas, conciertos y ballets que organizaba la Sociedad Pro Arte.
El Trianón, en Línea No. 706, esquina a Paseo, también en el Vedado, era propiedad de los Carrerá desde comienzos de los años 30 y había sido en los años 20 el principal de La Habana, donde las clases altas del país daban funciones. Se empleaba también como teatro y entonces era propiedad de de Francisco López.
Eran de la propiedad de Edelberto Carrerá, el cine Acapulco, sito en 26 y 37 en Nuevo Vedado, el último cine que se inauguró durante la República y los cines Infanta, en Infanta entre Neptuno y San Miguel y Belascoaín, en Belascoaín y Peñalver. Era director de los cines San Francisco y Astor.
El Circuito Carrerá fue nacionalizado por el Gobierno de Cuba en octubre de 1960. Dentro del listado de empresas expropiadas publicado en la Gaceta Oficial del 13 de octubre de 1960 aparece dentro del Grupo W «Circuitos Cinemátográficos y Cines» junto a otras diez empresas.
De las instalaciones que formaban parte del antiguo Circuito Carrera hoy se conservan los teatros Auditorium y Trianón (continúan siendo teatros, aunque hace mucho tiempo que no ofrecen funciones de cine) y los cines Acapulco e Infanta.
Bibliografía consultada:
Jiménez Soler, Guillermo. Las empresas de Cuba 1958. Editorial de Ciencias Sociales. 5ta Edición. La Habana. 2014.
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