Entre los grandes actores del entresiglo cubano pasado ocupa Vladimir Cruz un lugar de privilegio. Su David en «Fresa y Chocolate» constituye uno de los referentes del cine cubano a los que hay que volver una y otra vez cuando se citan las mejores escenas de todos los tiempos.

Vladimir Cruz Marrero nació en Placetas, Las Villas el 26 de julio de 1965. Tras integrar varios grupos de aficionados durante su adolescencia, matriculó en el Instituto Superior de Arte del que se graduó en 1988.

Todavía estudiante del ISA, debutó en «Una novia para David» (1985) y luego obtuvo sendos papeles en «Capablanca» (1986) de Manuel Herrera y «Hoy como ayer» (1987) de Constante Diego. Sin embargo, su oportunidad consagratoria llegaría en 1993, ya graduado como actor profesional, cuando Titón y Juan Carlos Tabío le seleccionaron como coprotagonista de «Fresa y Chocolate», considerada la mejor película cubana de todos los tiempos.

Vladimir Cruz con Tahimí Alvariño
Vladimir Cruz junto a Tahimí Alvariño durante una de las escenas de «Lista de Espera» (2000) de Juan Carlos Tabío

Vladimir Cruz, más que Fresa y Chocolate

Fresa y Chocolate convirtió a Vladimir Cruz en una estrella. Su David le abrió de par en par las puertas del cine y estableció un vínculo especial entre el actor con Jorge Perugorría (Sergio) y Juan Carlos Tabío, que se expresó a partir de entonces en varios proyectos:

Bajo la égida de Juan Carlos Tabío volvería a trabajar en largometrajes memorables como «Lista de Espera» (1999) o «El cuerno de la abundancia» (2008); y con Jorge Perugorría volvería a compartir escena en la propia «Lista de Espera» y se colocaría delante y detrás de las cámaras para codirigir «Afinidades», un drama del año 2010 que, como viñeta, contó con una banda sonora a cargo de Silvio Rodríguez y Omara Portuondo.

En cierta forma, «Afinidades» shockeó al público cubano, que a estas alturas continúa siendo extremadamente conservador. Vladimir Cruz y Jorge Perugorría fueron acusados por parte de la crítica de haber realizado una película descontextualizada de la realidad de la Isla e incluso pornográfica.

«(…) No tengo ninguna obligación de hacer películas que parezcan cubanas, la identidad nacional está establecida desde hace ya mucho tiempo; mientras la hagan cubanos y sea un tema de la sociedad cubana, es una película cubana».

Vladimir Cruz (Entrevista 2020)

Además de actuar y dirigir «Afinidades», Vladimir Cruz escribió su guión, pues el trabajo de guionista es uno de los que más disfruta dentro del gran universo del séptimo arte, por más que sea reconocido por el gran público casi exclusivamente como actor.

Vladimir Cruz vive desde hace años a caballo entre Cuba y España, país este último donde en varias ocasiones ha fungido como jurado en festivales de cine, lo que habla del prestigio que como profesional del séptimo arte se le reconoce más allá de las fronteras de la Isla.

Residir y trabajar en España ha permitido a Vladimir Cruz emprender determinados proyectos profesionales que le hubiesen sido muy difíciles desde Cuba, pero el actor mantiene un vínculo irrompible con su país, que es donde encuentra la mayor fuente de inspiración para su trabajo:

«Mi familia está allí, es mi país, es mi gente y a mí es lo que me duele. Como actor puedo trabajar en otras historias y contar otros problemas, pero los que más me apetece mostrar son los que sufre mi pueblo».

Vladimir Cruz. Entrevista (2020).
Icónica escena de la película «Fresa y Chocolate» en la heladería Coppelia entre Vladimir Cruz y Jorge Perugorría