El jueves 18 de noviembre de 1886 se publica el primer número de la Revista de Estudiantes de La Habana con el subtítulo de «Periódico Literario Semanal«. Aunque el objetivo principal de la Revista estaba en dar profundidad «a algunas asignaturas que se cursaban en las distintas facultades de la Universidad de esta Isla» (sic), en el propio número inicial se expresaba la intención de cubrir también los intereses de los «alumnos del Instituto Provincial, Escuelas Profesional y Provincial de Artes y Oficios y Colegios de Segunda Enseñanza«.

No era este el primer intento de crear una revista nucleada alrededor de los alumnos universitarios, sin embargo sí debe mencionarse que por la correcta edición y apoyo recibido desde otras revistas más relevantes del período esta fue un ejemplo loable de las pretensiones comunicativas e investigativas de los estudiantes cubanos en el siglo XIX. Aunque la tirada era semanal, el año corriente de la revista estaba marcado por el calendario académico, suspendiendo sus números en los meses de vacaciones estudiantiles.

En el primer tomo consigna como director Francisco de Francisco y Díaz, nacido en Toledo (España) en 1862, matriculó en la Universidad de La Habana en Literatura y Derecho en 1886 (obteniendo el grado de Doctor en Derecho en 1891) pero posteriormente realizó estudios de múltiples asignaturas, acercándose particularmente a las Ciencias -sección de Naturales-, rama en la cual obtendría el grado de Doctor el 23 de junio de 1890 con la tesis «La evolución como base de la clasificación zoológica«. Permanecería en el cargo de director de la Revista de Estudiantes de La Habana hasta 1888 cuando tuvo que volver a la península, pero recuperándolo al año siguiente como veremos más adelante.

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El sabio Felipe Poey y Aloy

Otros colaboradores activos en el primer tomo de la revista fueron el sabio naturalista criollo Felipe Poey y Aloy, su hijo Enrique Poey y Aguirre, el doctor Juan Vilaró y los también doctores Lendián, Silverio, Néstor Trémols, Antonio Caro, Gordon, Ferráz, Maza, Arozarena y Alejandro María López. El administrador de la misma fue precisamente Néstor Trémols y Amat, hermano del conocido editor Abdón Trémols y Amat quien publicó varios libros de corte jurídico y patriótico en las primeras décadas de la independencia cubana.

De la Revista de Estudiantes de La Habana a la Revista de Instrucción Pública

El primer número iniciaba con el clásico «A nuestros lectores» donde se agradecía «al venerable rector de la Universidad de esta Isla, Dr. D. Fernando González del Valle«. En este primer número hay lecciones dedicadas a la Economía Política, una breve sinopsis de Física experimental por parte del Dr. Caro, Apuntes Zoológicos por parte del Dr. Vilaró, Atomicidad o Valencia de los Átomos por el Dr. Silverio -profesor de Química General-, y unos Apuntes de Metafísica por el Dr. Valeriano Fernández Ferras, evidenciando la amplitud y nivel intelectual de la revista en ciernes.

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Portada del tomo 1 de la Revista de Estudiantes de La Habana

Este número acababa con el anuncio de las próximas colaboraciones del señor Castro y Latorre sobre Disección y del Dr. Yarini. Si el apellido le suena no se extrañe, estamos hablando de José Yarini y Torres, padre de Alberto Yarini (el Rey de San Isidro) y del más respetable y afamado dentista Cirilo Yarini Ponce de León. Sin embargo durante ese primer año la colaboración no se realizó, quedando el reclamo de la revista -editada entonces en la Imprenta «El Iris» de la calle Obispo 22- en el aire.

El año II de la tirada comenzó el martes 18 de octubre de 1887 con algunas modificaciones en el subtítulo «Periódico Científico Semanal», y con un agradecimiento a los lectores, el rector de la Universidad y a El Palenque Universitario, revista similar editada en La Habana. Comenzarían a colaborar con la revista el Doctor Tiburcio Castañeda y el Doctor Alfredo Aguayo.

El tercer año de vida de la Revista de Estudiantes de La Habana fue iniciado por el número correspondiente al 19 de noviembre de 1888 manteniendo el nombre y subtítulo del año anterior, añadiendo el membrete de «Diretor-Francisco de Francisco y Díaz» (sic), error que sería rápidamente corregido. En el breve artículo «A nuestros lectores» se repiten los agradecimientos al rector, los lectores y los colaboradores, recalcando el interés no lúdico de la misma.

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Portada de la Revista de Estudiantes de La Habana correspondiente al número 1 del año I

Sin embargo, aún sin terminar el año III se produce un cambio relevante -con una nueva errata(DIRCTOR)- en el cintillo donde consignaba De Francisco como director aparece ahora José Trémols. En ese propio número correspondiente al 10 de marzo de 1888 se explica:

NUESTRO DIRECTOR. El correo que con dirección á la Metrópoli salió de este puerto el lunes pasado, lleva entre sus pasajeros a nuestro querido Director Sr. D. Francisco de Francisco y Díaz, llamado á cumplir allí las exigencias del ejército a cuya oficialidad pertenece; y como el Sr. Francisco no sólo es militar pundonoroso sino que también sobresaliente estudiante de las facultades de Derecho civil y Canónico y Filosofía y Letras, aventajado profesor de la escuela de Artes y Oficios de la Diputación provincial, querido presidente de la Academia Elemental de Ciencias y Letras y celoso director además de la «Revista Antillana.

No podemos menos que lamentar su ausencia a la par quedamos nuestra cariñosa despedida; despedida que hace menos sensible la esperanza de poder pronto felicitarle por su nuevo regreso a nuestro seno.

Revista de Estudiantes de La Habana- Como nota curiosa De Francisco llegará a ocupar el rango de General de Brigada (1918), y obtendrá las distinciones de la Orden de Calatrava (1903) y Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo (1919)

Esta segunda época y tercer año de la revista de Estudiantes de La Habana finalizaba con el número 27 -casualmente fechado el 27 de mayo de 1888-. En este el director Trémols realiza una breve despedida marcada por el agradecimiento mientras realizaba una aclaración por «si a alguien ha podido extrañar que en esta publicación no se haga política, ni nos cuidemos aquí de otros sports que de aquellos a que desde un principio consagramos nuestra Revista, entienda que no solo de eso se vive, y sobre todo, que su crítica no nos altera ni poco ni mucho«.

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Esquina de O’Reilly y Mercaderes, al fondo del Palacio de los Capitanes Generales, radicó el edificio que acogió a la Iglesia y Convento de San Juan de Letrán o de Santo Domingo y la Universidad, hasta el traslado definitivo de esta a la loma de la Pirotecnia Militar

Nueva época y vinculación con la Asociación de Profesores de la Isla de Cuba

El IV año de la revista de Estudiantes de La Habana ya tiene de vuelta al incansable De Francisco al frente. Realiza una modificación de las tradicionales ediciones para incluir en el primer número (12 de octubre de 1889) un saludo A LA PRENSA y A NUESTROS LECTORES -en este último saluda al rector y por primera vez se hace una manifestación política al saludar «a nuestro particular y respetable amigo el Sr General Salamanca», para posteriormente realizar un llamamiento a este último sobre las necesidades de actualización de la FACULTAD DE MEDICINA en un artículo de denuncia, hasta ahora novedoso, en la línea teórica y científica de la revista.

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Portada del número que marca la vuelta de De Francisco tras volver de la península. Desde este número se producirá una variación de la línea editorial de la Revista de Estudiantes de La Habana aunque sin perder su esencia

En general este primer número rompe con la metodología previa e incluye informaciones científicas y noticias sobre otras publicaciones y sucesos. En su mayoría de carácter científico, pero en general sorprende que solamente sean dos los artículos de enseñanza pura «Apreciaciones sobre la enseñanza del Griego» y «Disertación sobre el desarrollo del huevo» del doctor Enrique Nuñez, miembro de la sección de Medicina de la Academia Elemental de Ciencias y Letras de La Habana. En la última página se incluyen informaciones sobre TEATROS y ANUNCIOS.

De este año IV el número 17 -último que hemos podido consultar-, correspondiente al 19 de mayo de 1889, retoma la línea que había primado durante los anteriores períodos, sin embargo durante este año existen algunas variaciones que pueden indicar choques en el seno de la revista de Estudiantes de La Habana entre los editores y el director De Francisco.

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La Revista de Estudiantes de La Habana fue un medio efectivo para divulgar las lecciones y ponencias de los profesores de La Universidad Nacional, acercando el conocimiento incluso a aquellos no matriculados en las clases que estos impartían

Esta ruptura entre lo que venía siendo la Revista de Estudiantes de La Habana de los dos primeros años y el cuarto se manifestó definitivamente en el número 12 del año V, correspondiente al 2 de marzo de 1890, en este número se hace una aclaración con respecto a los colaboradores -hasta entonces en este lugar aparecían los nombres de todos aquellos que habían colaborado en algún momento con sus artículos- rezando así el nuevo membrete:

Lo son de esta REVISTA todos los Profesores y alumnos de la Universidad, Seminarios, Institutos, Escuelas Especiales, Normales, Profesionales, de Artes y Oficios, de Bellas Artes, Conservatorios, Academias, Colegios y Sociedades de Instrucción de Cuba y de la Isla hermana Puerto Rico, rogando se exprese debajo del nombre de los autores, el de la Corporación á que pertenecen. Se aprueben ó no los originales, no se devuelven.—La dirección no responde de los publicados y firmados.

El mensaje, que aparentemente es una vuelta a los orígenes consignado en el primer A NUESTROS LECTORES esconde un cambio esencial para el futuro de la revista de Estudiantes de La Habana. El primer artículo reproduce una sesión de la Asociación de Profesores de la Isla de Cuba en la cual se da cuenta del cese de la publicación del periódico La Defensa, que hasta entonces servía como medio de comunicación con los señores socios. Llegándose al acuerdo de que sea sustituido por la Revista de Estudiantes de La Habana en la nueva función de divulgar los acuerdos y comunicaciones de la Asociación.

Esto se traduce en que el número siguiente (13), correspondiente al 9 de marzo de 1890, salga bajo el nombre de Revista de Instrucción Pública con un subtítulo que reza «ANTES REVISTA DE ESTUDIANTES» manteniendo la numeración relativa a dicha revista. Se evidencia así el cambio definitivo en la función y contenido de la revista fundada y dirigida por el militar De Francisco.

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La loma de la Pirotecnia Militar antes de que se instalase allí la Universidad Nacional

Aunque se observan algunos cambios editoriales -como la Sección Doctrinal y sobre todo la Sección Oficial del Distrito Universitario de La Habana en la cual se hace un recorrido por los nombramientos, disposiciones y noticias más importantes de la semana transcurrida en el mundo de las ciencias, el arte y la educación-; se mantienen los artículos de enseñanza pura que eran la base educativa de la revista de Estudiantes de La Habana pero quedando patente que se marcará un nuevo rumbo comunicativo desde sus páginas.

A partir de este número se hace patente la vinculación de la revista de Instrucción Pública como medio oficial de la Asociación de Profesores de la Isla de Cuba y se publicitan a través de sus páginas las diversas modificaciones de los estatutos y reglamento interior de dicha institución, aunque sin abandonar los artículos relativos a la enseñanza.

El número 21, último que hemos podido consultar del año V de la revista de Instrucción Pública corresponde al 11 de mayo de 1890. En este aparece una modificación sustancial pues en el subtítulo donde antes aparecía solamente Director Francisco de Francisco y Díaz, ahora se modifica por Director, Fundador Propietario- Francisco de Francisco y Díaz.

En el artículo A NUESTROS LECTORES se comunica el término de la primera época del año actual, correspondiente al curso académico de 1889 a 1890. Se hacen agradecimientos generales y nuevamente se particulariza en el Gobernador General José Chinchilla, en el Rector Fernando del Valle y esta vez se incluye al señor Vargas, encargado del Negociado de Imprenta en el Gobierno Civil de la Provincia, donde se había estado imprimiendo la revista durante ese año.

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Portada de la antigua Revista de Estudiantes de La Habana después de cambiar su nombre por Revista de Instrucción Pública

El comunicado recalca el mérito que ha tenido la revista como único periódico universitario que se publica en la Universidad y el más antiguo de cuantos hay de su tipo en el país. Recuerda el valor que ha tenido para acercar a los estudiantes universitarios algunas disertaciones y lecciones de los más eminentes profesores cubanos del momento y se despide sin aclarar si volverá a publicarse en el año siguiente.

Fotos de La Habana no ha conseguido más información sobre esta revista-periódico, pues existieron dos revistas posteriores que compartieron dicho nombre (Revista de Instrucción Pública) editadas una entre 1911 y 1927? y otra entre 1937 y 1941? Aunque ambas sufrieron modificaciones posteriores en el nombre y fueron reunidas en el Diccionario de la Literatura Cubana bajo el nombre de Revista de Educación.