Gabinete Dental del Dr. Yarini. Todavía bien conservado por sucesivos propietarios, el bello edificio ecléctico de la calle Galiano No. 52 (actual No. 258) entre Neptuno y Concordia, con su fachada de aires art Nouveau.

Fue construido a inicios del siglo XX. A mediados de su primera década radicó en sus altos el gabinete dental del afamado Dr. Cirilo José de Jesús Yarini Ponce de León, uno de los cirujanos dentistas favoritos de la aristocracia habanera de las dos primeras décadas del siglo.

El lugar era frecuentado por su hermano menor, Alberto Yarini, en tiempos de su reinado de San Isidro. Le servía, sin dudas, además de para relacionarse con la “crema y nata” de la sociedad habanera, para avistar a su “presa” de turno entre las más encumbradas damas de sociedad y las bellas esposas de ricos comerciantes que se exaltaban por el elegante “guayabito”.

Aquí conoció Alberto Yarini a su amigo fiel y protegido, Pepito Basterrechea, quien le abatió a su rival Louis Letot de un certero balazo en la frente, aquella noche aciaga del 21 de noviembre de 1910 frente a la accesoría de San Isidro No. 60.

Posteriormente el edificio de la calle Galiano No. 52 fue de la propiedad del abogado José Lorenzo Castellanos Perdomo, un elocuente orador que fue representante a la Cámara y secretario de la Presidencia entre enero y agosto de 1909, en el primer gabinete de José Miguel Gómez.


Alberto Yarini

Alberto Yarini (1882 – 1910) fue un político y célebre chulo (proxeneta) de la zona de tolerancia de La Habana situada en el barrio de San Isidro. Jefe natural de los «guayabitos» o chulos de origen cubano, Alberto Yarini, culto, de finos modales y familia distinguida llegó a ser considerado como un rey del bajo mundo en los primeros años del siglo XX en la Isla. Murió a consecuencias de las heridas que sufrió durante una refriega con sus rivales los chulos «franceses» (extranjeros) por el control de la prostitución en el barrio de San Isidro.