Entre las historias que esconde la Plaza Vieja, ícono de la Habana colonial, se encuentra el desaparecido y arbolado parque Juan Bruno Zayas que allí se construyó durante el período republicano en memoria del ilustre general habanero, hermano del ex-presidente Alfredo Zayas Alfonso y de Francisco de Zayas, embajador de Cuba en París y Bruselas .
Los hermanos Zayas Alfonso eran hijos del Dr. José María de Zayas y Jiménez, abogado y profesor, subdirector e incluso director del prestigioso colegio El Salvador tras la muerte de José de la Luz y Caballero cuyo cargo desempeñará hasta su clausura, en 1869. En la residencia de Zayas, situada al lado de este colegio, nacieron varios de sus hijos.
Memoria versus modernidad
El parque Juan Bruno Zayas apenas estuvo cuarenta y cinco años allí, pero su destrucción -para construir un parqueo soterrado y encima de este el anfiteatro barroco que llevó el nombre de Parque de la República o simplemente Habana-, provocó no pocas quejas entre los habaneros.
El rechazo a esta construcción evitó la materialización de los parqueos soterrados proyectados por Honorato Colette, con capital de Charles Pemberton, para los también insignes Parque Central y Parque de la Fraternidad.
Apenas existen imágenes del parque, y el propio nombre de Parque Juan Bruno Zayas se pierde en la retahíla de nombres que atesoró a lo largo de su historia la plaza y que detalla el Dr. Emilio Roig de Leuchsenring de la siguiente forma :
A lo largo de su muy dilatada existencia, tuvo diversos nombres que pasamos a enumerar: Plaza Nueva, Plaza Real, Plaza Mayor, Plaza de Roque Gil, Plaza del Mercado, Plaza de la Verdura, Plaza de Fernando VII (Vil), Plaza de la Constitución, Plaza de Cristina, Plaza de la Concordia, Plaza Vieja, Parque Juan Bruno Zayas.
El más joven de los generales
El general Juan Bruno Zayas falleció en combate en un lugar que algunos sitúan en el potrero Rivas, perteneciente a la Finca La Jaima, dentro del límite municipal de Quivicán, cuando aún no había cumplido los treinta años de una vida exprimida al máximo.
Mano derecha del Titán de Bronce, a quien pudo conocer cuando este estuvo en La Habana, recibió los grados de general gracias a la valentía mostrada en los más de 40 combates en los cuales estuvo envuelto.
Tras graduarse como médico estuvo ejerciendo en los campos de Las Villas y gracias a su conocimiento de la zona recibe el encargo de abrir un frente en Las Villas, misión que no podría cumplir pues es interceptado por una tropa española cuando se dirigía a esa zona.
Había nacido en La Habana el 8 de julio de 1867 y falleció un 30 de julio del nefasto año de 1896 cuando varios de los jefes militares insurrectos perdieron la vida. Pese a la holgada posición económica de su familia no dudó en unirse a la tan necesaria guerra de Martí y terminó ofrendando su vida por la libertad de Cuba.
Para que tengamos un visión aproximada a la figura del general Juan Bruno Zayas baste esta breve nota extraída de «Crónica de la Guerra de Cuba» de Rafael Guerrero publicada en 1896 y que cubre la visión española del conflicto.
El doctor Juan Bruno Zayas, joven que salió de la Universidad con un gran nombre y que se lanzó a la insurrección sin otros títulos para pelear que el de doctor en Medicina. Llegó a ser en poco tiempo el verdadero e indiscutible prestigio de la causa separatista y el único que valía del elemento nuevo.
Téngase en cuenta que todos los que están al frente de la actual guerra fueron cabecillas en la anterior, y que entre tantos como se han lanzado ahora al campo, solo uno ha llamado la atención como hombre de condiciones excepcionales: el doctor Zayas.
Por esto los que simpatizan con la insurrección dijeron al saber la muerte de Zayas:
-Desde la muerte de Martí no había recibido la causa separatista ningún golpe tan duro como éste.
Existe una curiosidad mencionada por don Fernando Ortiz que señala a algunos practicantes del Palo Monte quienes se encargaban a Juan Bruno Zayas como el médico del espacio o divino, al que consagran los rezos para mejorar la salud, colocándose 7 vasos de agua clara, flores, perfumes y dulces. Es curioso cómo el sincretismo yoruba acogió al honorable mambí, pero ningún historiador consigna el cómo ni el porqué de esté hecho.
Parque Juan Bruno Zayas
Tras la demolición del antiguo mercado de Cristina (más información aquí) el ayuntamiento de La Habana decidió:
«Leída otra moción suscrita por el Sr. Porto [Dr. Enrique] en la que se propone que el parque que se construya en el lugar que ocupaba el Mercado de Cristina, se denomine GENERAL JUAN BRUNO ZAYAS en memoria del esclarecido patriota, hijo de esta Ciudad, el Cabildo acordó aprobarla por unanimidad».
Acuerdo del Ayuntamiento de La Habana en sesión ordinaria del 15 de junio de 1908,
Tras el cambio oficial de nombre se propuso que el incipiente parque fuera reedificado de acuerdo a la memoria del ilustre general habanero al que rendía homenaje. Tristemente con el tiempo no se realizó ninguna de las propuestas estudiadas, resultando un parque arbolado que algunos de los periodistas de la época llamaron la jungla o en tono más despectivo parque provinciano.
Ni siquiera la llegada de su hermano Alfredo Zayas a la vicepresidencia de la República en enero de 1909 consiguió impulsar algún tipo de reconocimiento especial al parque Juan Bruno Zayas.
Finalmente el mencionado parqueo soterrado de 1952 (proyectado por el arquitecto Andes Ramón Zayas Labrado) acabó con lo que quedaba del parque, en una decisión aparentemente positiva para los comerciantes de la zona pero que no tuvo muy buena acogida entre los vecinos que perdieron una zona de sombra, escasa desde siempre, en la Habana Vieja.
En honor del general habanero en el barrio de La Víbora una extensa calle lleva su nombre como recuerdo de uno de los más ilustres hijos de La Habana, aunque este esfuerzo de memoria resulta, a todas luces, corto para su figura.
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