Es muy probable que usted desconozca la función, y acaso la propia existencia, del Hornabeque de San Diego, una obra comprendida y proyectada dentro del segundo plan de defensa y fortificación de la ciudad de La Habana ejecutado por órdenes directas del rey Carlos III.


Como hemos ampliado en los artículos correspondientes a la zona defensiva de la Habana del Este, una vez firmado el acuerdo que ponía fin a la ocupación inglesa de la ciudad Carlos III se propuso convertirla en un bastión inconquistable como muestra de la fortaleza del poder español en el Nuevo Mundo y lo consiguió gracias a las grandes cantidades de recursos destinados para cumplir esta función.


Al finalizar la construcción de La Cabaña el ingeniero Silvestre Abarca se propuso defender el flanco intermedio entre esta fortaleza y la zona de Cojímar y Guanabacoa, para ello se encargo a Luis Huet construir el Hornabeque de San Diego, situado en la elevación próxima a un altura de 50 metros sobre el nivel del mar y a 1100 metros al sudeste de La Cabaña.

Pero, ¿Qué es un hornabeque?


Según la publicación española Diccionario Militar (1863) de J.D.W.M (así aparece consignado en el título de la obra el nombre del artífice del compendio) la definición de hornabeque es la siguiente.

«Obra exterior o destacada, que se adelanta hacia la campaña, compuesta de dos medios baluares o espaldones, unidos por una cortina y cerrados por dos alas paralelas entre sí, que terminan en el foso de la plaza o a la entrada de la misma obra».


En la descripción y función de esta construcción militar «se considera además más fuerte que la tenaza para defender los flancos, sus caras y la cortina». Establece además tres tipos de hornabeques, ninguno de los cuales se corresponde con el Hornabeque de San Diego.

plano hornabeque

Siendo este más bien un fuerte, realizado en primera instancia, bajo la premisa de ser una obra defensiva adelantada que cubriese la altura más próxima a la fortaleza de la Cabaña, alejando a las tropas enemigas de un posición de bombardeo cómoda contra la fortificación. Se construyó una vereda techada para unir a este elemento fortificado con su matriz de la Cabaña.

Características del Hornabeque de San Diego


Aunque se conoce también como el Fuerte 4 es el único hornabeque del país, cabe mencionar que antes de él y en tiempos de la Parroquial Mayor la zona ahora conocida como el Templete contó con un proyecto de hornabeque, finalmente desestimado por considerarse que la solución más eficiente era remodelar el Castillo de La Fuerza y fortificar la entrada de la bahía, como así se hizo.

maopa habana 1798

Puede sorprender que siendo una construcción defensiva presente en muchos de los castillos que han perdurado en tierras españolas, apenas existan en estas tierras este tipo de construcción tan útil y socorrida. Debemos entonces mencionar las diferencias obvias entre las guerras de independencia de Cuba, llenas de escaramuzas y no tantos asedios y combates frontales, con las acciones bélicas en las tierras del Reino de España provocaron que los Capitanes Generales optasen por construir pequeños fuertes dejando obsoletos los antiguos hornabeques construidos sobre todo para repeler los asedios y bombardeos enemigos.


Emilio Roig señala:

Para completar las defensas de El Morro y La Cabaña, se construyó, a 2,090 varas (1800 metros) al S. E. del primero y 1,200 de la segunda (1100 metros), el Fuerte de San Diego, número 4, que es un polígono de 150 varas exterior con foso, caponera, revellín y camino cubierto.

Las fuerzas de aquellas fortalezas lo protegen, cubriéndolo por el flanco, y los suyos, a su vez, descubren y baten aquellos accidentes y sinuosidades del terreno a donde no alcanzan los fuegos de La Cabaña, preservándola de todo ataque por el S. Se le puso ese nombre en memoria del gobernador Diego Manrique, muerto a los pocos días de su llegada a La Habana, a consecuencia del vómito o fiebre amarilla que contrajo al examinar la meseta sobre la que se levanta este fuerte.

Uso y función en tiempos de guerra y paz

Tras el tercer sistema defensivo proyectado por el gobierno español que fortificó la ciudad tras el alzamiento mambí de 1895 se destinaron dos baterías a la zona, además de establecerse allí una estación telemétrica denominada simplemente San Diego. Al tomar posesión de la Isla las tropas americanas siguió destinado como cuartel y almacén de municiones.

Vista de La Habana desde el Tanque de agua del hornabeque de San Diego
Vista de La Habana desde el Tanque de agua del hornabeque de San Diego

Con el tiempo se alojó en sus instalaciones a parte del personal que estaba destinado en La Cabaña quiénes fueron realizando múltiples transformaciones en la obra original quedando desvirtuado su uso militar.

En la actualidad el estado es bastante lamentable, se aprecia basura en el antiguo foso y las condiciones de abandono son palpables. Al fuerte que debía defender La Cabaña, máxima defensa de la ciudad, nadie le ha protegido del abandono y el olvido, el único hornabeque del país es solo un cúmulo de piedras devorada por la maleza tropical.


Con información de Ecured.