El Cine – Teatro Fausto, se encuentra en una de las esquinas que forman el Paseo del Prado y la calle Colón. De elegante estilo Art Déco, el imponente edificio es uno de los principales exponentes de esta corriente que floreciera en La Habana de los años 1920 – 1930.
Diseñado por el arquitecto Saturnino Parajón en 1938, y construido por los arquitectos contratistas Edelman y de la Torre, el cine – teatro Fausto sería merecedor tres años después de la Medalla de Oro del Colegio de Arquitectos de Cuba.
Entre los méritos que tuvo en cuenta el jurado para otorgar este importante reconocimiento, precisamente a una obra de un estilo que ya a finales de la década de 1930 podía considerarse en remisión se pueden contar:
- Las fachadas (a Prado y Colón) que, revestidas de hormigón blanco y polvo de piedra que acentúan la verticalidad típica del Art Déco.
- Sus bajorrelieve con motivos geométricos, típicos también del Art Déco, que califican entre los más hermosos de Cuba.
Prueba del valor patrimonial que, sin dudas posee el cine – teatro Fausto, es el peso de las dos obras que en 1939 compitieron contra él por la Medalla de Oro del Colegio de Arquitectos. Nada menos que la Biblioteca de la Universidad de La Habana y la casa de vivienda del millonario Eutimio Falla Bonet.
Al fallar, con justicia, a favor del cine – teatro Fausto, el órgano colegiado de los arquitectos basó su decisión en el hecho de que:
La Habana estaba pidiendo códigos modernos que sustituyesen a los anticuados regentes en el momento
Cine – Teatro Fausto el más moderno de La Habana
Condiciones que se pueden encontrar en el cine – teatro Fausto, no sólo por su ejecución con la tecnología constructiva más avanzada de la época, sino por la aplicación por primera vez en Cuba de varios de los principales adelantos de la industria de espectáculo.
Para obtener una acústica casi perfecta, el arquitecto tuvo en cuenta los estudios que hasta el momento existían sobre el tema y mandó a construir las paredes y los ángulos de la forma más conveniente posible. Por último, todo las paredes interiores fueron recubiertas con materiales aislantes para favorecer la retención del sonido. El mismo lo explicó a la Revista Arquitectura, quien lo reseñó de la siguiente manera:
(…) tratado de evitar tanto los ecos y resonancias dentro del salón como los ruidos del exterior. Para esto último se han suprimido casi totalmente las ventanas al exterior, dejando, sin embargo, las salidas necesarias para el fácil desalojo de los espectadores. Además, como por la calle de Colón existe el tránsito de tranvías y ómnibus, la pared que da a esa calle está formada por tres elementos sólidos y dos espacios de aire.
Esta disposición contribuye al aislamiento térmico del teatro. Para mejorar las condiciones interiores acústicas del teatro, las paredes laterales situadas entre el segundo Balcon y el arco proscenio, están formadas por planos inclinados que rompen el paralelismo de sus lados.
Estos lienzos de pared, asi como el techo, están revestidos de un material acústico, «Kalite«, de distintos espesores según su mayor o menor proximidad al escenario.
Para absorber los sonidos de baja frecuencia, se ha usado «Rockwool«, revestido con planchas de acero
perforado. Este material se ha colocado en la parte superior de las paredes laterales.
El cine – teatro Fausto fue la primera instalación de su tipo en Cuba en disponer de aire acondicionado -rompiendo el mito del daño que este adelanto provocaba a la acústica-, lo que enseguida le ganó la preferencia del público y no tardó en ser imitado por sus competidores.
Por último su escenario movible, con camarotes a ambos lados dotó al cine – teatro de una gran versatilidad y su mobiliario de acero niquelado proyectó elegancia e higiene.
En su fachada la instalación poseía un impresionante juego de luces con el objetivo de atraer al público. El mismo combinaba tubos de metal inoxidable con líneas de gases incandescentes que corrían por su fachada, con una elegantísima marquesina de 46 luces.
Un cine – teatro en calle de cines y teatros
Los directorios demuestran la existencia de un cine Fausto en la intersección de Prado y Colón, al menos desde la década de 1920, por lo que él moderno Fausto bien se puede considerar una continuidad histórica de aquel.
La noche del 22 de abril de 1938, fecha de la apertura, el inicio del programa estuvo a cargo de la Orquesta de La Habana bajo la dirección del maestro Ernesto Lecuona, con Zoraida Marrero interpretando algunas de sus canciones. Luego se exhibió la película francesa La ciudadela del silencio (La citadelle du silence, 1937) de Marcel L’Herbier, con la actriz Annabella.
El nuevo edificio del cine – teatro Fausto tenía capacidad para 1640 espectadores lo que lo convertía en una de las salas más grandes de La Habana. Pertenecía al llamado Circuito Smith, de Ernesto P. Smith, y además del cine – teatro Fausto estaba conformado entre otros por los cines Riviera, Encanto, Strand, Alkázar, Favorito, Florencia, Universal, y Arenal.
En las inmediaciones de Prado y Colón existían entonces varios cines y teatros, pero el Fausto compitió siempre bien, acogiendo varios de los acontecimientos mas importantes del cine y el teatro cubano de entonces, como el estreno por Max Tosquella de Maracas y bongó para muchos el primer corto sonoro de producción criolla.
Con el paso de los años fue viendo desaparecer uno por uno a casi todos sus competidores hasta que él también cayó en una marcada decadencia ya en el siglo XXI.
Hoy, esperan por una inversión que le devuelva la grandeza de la que un día presumió.
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