El cine Erie era un pequeño cine situado en la calle E, No. 313 entre 11 y 12 en el reparto Batista, barriada de Lawton.

Abrió sus puertas el Erie en 1946 en una parcela medianera con una fachada sobria y carente de ornamentos, típica del Movimiento Moderno que ya se imponía en la Isla.

Construido expresamente para cine el edificio fue proyectado por el arquitecto Rogelio Martín Colina y su primer propietario fue Rolando Díaz y Díaz.

Cine Erie en Lawton
El cine Erie al poco tiempo de haber cerradosus puertas como cine

Cine Erie, de barrio y Matadero

Aunque carecía casi por completo de ornamentos, el frontis del cine Erie se extendía a formas de una pequeña marquesina sobre la acera y servía como alero a la taquilla y la entrada de cristal reforzado. Sobre esta peculiar»marquesina» se encontraba el cartel lumínico del cine, ya desaparecido.

En 1960 era propiedad de Pedro Pérez, quien lo operaba bajo su mismo nombre y tenía capacidad para 700 espectadores (600 en lunetas y 100 en galería).

La clientela del cine Erie se nutría, además de los vecinos del reparto Batista, de los obreros de las importantes industrias que le rodeaban: las destilerías Cuba y Habana, los talleres del ferrocarril, la fábrica de pintura y el matadero de Lawton.

Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959, el cine Erie fue nacionalizado por el nuevo gobierno de la Isla que se lo entregó al ICAIC.

El cine Erie se mantuvo funcionando hasta los años 90 del siglo pasado en que, finalmente, el abandono y la falta de inversión terminaron por pasarle factura y tuvo que cerrar sus puertas; convirtiéndose entonces en sede de la compañía Caribbean Dance.

Desde entonces su fachada ha sufrido notables modificaciones, pero aún se puede adivinar en sus líneas el uso original del edificio.