Entre las más representativas construcciones de Marianao se encuentra la antigua Quinta Durañona, una casona colonial de veraneo que a través de su larguísima existencia ha tenido los más disímiles usos, algunos realmente sorprendentes.
La antigua Quinta Durañona se encuentra situada en la esquina de 51 y 118 en Marianao. Se construyó en 1860 por el español José Morales de los Ríos y originalmente se le conoció como la «Casa de las Figuras».
La casa quinta que construyó Morales de los Ríos era de mampostería, con altos y bajos, galerías exteriores, cochera y bellos jardines, como correspondía a las casas de descanso. No debe olvidarse que Marianao era entonces uno de los lugares preferidos de veraneo de la aristocracia cubana.
Todo parece indicar que a Morales de los Ríos no le fue bien en los negocios, pues la casa fue hipotecada y tuvo varios dueños hasta que en 1869 fue adquirida por Doña Antonia de Otamendi Durañona, que pagó por ella 14 737 pesos, una cantidad muy considerable para la época.
La Quinta Durañona, cuando Cuba se gobernó desde Marianao
Desde entonces se mantendría la Quinta Durañona en manos de la misma familia y en 1899 aparecía bajo la propiedad de Francisco Marcial Durañona, propietario del Central Toledo y socio del Ferrocarril de Mariano; quien se la cedió al ejército norteamericano durante la Primera Ocupación.
En la Quinta Durañona se estableció entonces el general Fitzhugh Lee, gobernador militar de La Habana y Pinar del Río y sobre su techo se izó la bandera de las barras y las estrellas, que permaneció allí hasta el nacimiento de la República cubana.

Durante el gobierno del Mayor General Mario García Menocal la Quinta Durañona sirvió como casa de veraneo del presidente de la República, quien se sentía muy a gusto en Marianao y no dudaba en gobernar la República desde ese apacible retiro vacacional.
Luego, tras ventas y reventas se instaló en la Quinta Durañona el Centro Castellano de Cuba, una sociedad de ayuda a los inmigrantes de las provincias de Castilla y León, que en 1919 se convirtió en el sanatorio Centro Castellano.
Comenzaría entonces una larga deriva que llevaría a la mansión colonial a convertirse en sede del «Comité Local Pro Primero de Mayo», de la «Academia de Artes Manuales», el «Colegio Claudio Dumas» y la «Escuela Normal para Maestros de La Habana» y la «Fábrica de Tabacos Carlos Rodríguez Gareaga», todo entre las décadas de 1930 – 1940.
Ya en la década de 1950, se instalaría en la segunda planta un taller textil y la planta baja sería ocupada por varios comercios.

Tras el triunfo de la Revolución, la Quinta Durañona fue sede del Museo de Mariano y luego de una empresa de aseguramiento gastronómico, mientras en el fondo se habilitaban varias viviendas particulares. Allí también radicó la sede Provincial de la Compañía ProDanza que dirige Laura Alonso.
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