Flora Fong, desde la sola alusión a su nombre  se aprecia el sincretismo que acompaña a esta grande de las artes plásticas cubanas.

Nació en Camagüey, el 8 de noviembre de 1949, hija de chino y cubana, unión que ha dado a otro de los grandes pintores: Wilfredo Lam.

Francisco fue el nombre en español que recibió el padre de Flora una vez que se estableció en Cuba. Venía de Cantón, del distrito de Taishan-Xié, en busca de mejores oportunidades laborales. De su progenitor, Flora Fong heredó parte de su sensibilidad artística. Las cometas tradicionales chinas, que él elaboraba para sus hijos, fueron fuente de inspiración.

Comenzó desde niña estudios artísticos, terminó el nivel medio en la Escuela Provincial de Artes Plásticas de Camagüey en la especialidad de Pintura. A partir de 1966 continuó estudios en la Escuela Nacional de Arte de Cubanacán, en Ciudad de La Habana, donde se graduó en 1970.

En este mismo año comenzó a impartir docencia en la Academia de Bellas Artes San Alejandro, en La Habana, centro de este tipo más antiguo de Cuba, donde estuvo casi veinte años, hasta 1989.

Flora Fong
Flora Fong Entre mar y tierra

Cabe destacar que Flora Fong forma parte de la primera generación de artistas plásticos formados luego del triunfo de la Revolución. Otros integrantes de este período son notables creadores plásticos como, Nelson Domínguez (padre de sus hijos, Li y Liang), Ernesto García Peña, Pedro Pablo Oliva, Eduardo Roca y Roberto Fabelo.

Su estilo estuvo muy definido desde sus inicios, una mezcla de lo mejor del arte visual cubano y el chino. En su obra destacan los trazos leves, casi efímeros, combinados con fuertes colores entre los que predominan el azul y el amarillo. Estos representan, según la propia artista, la calidez y luminosidad de Cuba y el mar que rodea a la isla.

Flora Fong
Palmas y Café

La primera exposición individual de Flora Fong tuvo lugar en 1973, en la Galería Galiano de La Habana, pero la segunda, apenas dos años después, fue una sensación en su momento y marcó  su obra. Se trató de la exhibición bi-personal de ella y Manuel Mendive, con veinte obras de cada uno.

Este bi-personal tiene una importancia simbólica muy fuerte. En ella se unen algunas de las raíces de la nación cubana: la africana y la asiática. Mendive partió de la herencia africana, de la mitología Yoruba transculturada en Cuba, de los misterios del bosque. Flora representó la delicadeza del trazo, la presencia cromática y la filosofía asiática.

Al decir de Virginia Alberdi, especialista en arte, la influencia en Flora Fong de sus orígenes chinos estuvo presente desde los tiempos de iniciación, pero definitivamente se confirmaron a mediados de los ochenta, cuando investigó sobre el arte del país de su padre, y mucho más cuando el artista viajó a China por primera vez en 1989 y conoció a sus familiares. El universo de la caligrafía y la construcción de ideogramas nutrió su experiencia estética.

Flora Fong
Flora FONG. En busca del sol.

También fue muy significativo, para su obra y mundo interior, el acercamiento y estudio del idioma chino. Fong se adentró aún más en el mundo oriental para entender el sentido de su caligrafía, el gesto caligráfico, la pintura de paisajes con una mirada diferente, y se acercó a filósofos como Confucio, Mencio y Lao-Tsé.

En entrevista a Juan Abelardo Carles Rosas, Flora Fong afirma:

Hay conceptos de espiritualidad en la cultura china que he utilizado para enriquecer mi trabajo. Por ejemplo, los peces simbolizan mucha energía, por eso creé la serie Peceras tropicales. Por otro lado, la numerología en China es muy importante: el 8 significa prosperidad y el 9, longevidad. Si yo coloco ocho peces rojos en una obra y agrego un noveno pez en otro color y nadando en dirección contraria, esto va dotando a la pintura de nuevos significados y balances. Me gusta que mis cuadros integren varias sublecturas.

En su obra, podemos encontrar algunos puntos en común con Carlos Enríquez y Amelia Peláez, aunque en determinados momentos se filtran los contactos con el abstraccionismo y el sello expresionista de Antonia Eiriz.

El lirismo en su pintura brota desde los trazos (derivados de ideogramas chinos) que construyen el paisaje cubano: las palmas, girasoles, ciclones son recurrentes en sus pinturas.

Yo he pintado siempre en Cuba, pero siendo una isla del Caribe, lógicamente estoy sensibilizada con escenas y sucesos como el horizonte interminable del mar, con la furia de los ciclones tropicales, con el sol radiante y con la rapidez con la que podemos transitar entre cada una de estas condiciones. En estos aspectos, he sido siempre muy cubana, incluso incorporando elementos chinos a mi obra.

En entrevista a Juan Abelardo Carles Rosas.

Pero Flora Fong es una artista multifacética, ha ido más allá de la pintura para experimentar con obras escultóricas, cerámicas, vitrales, diseño de tejidos e ilustración de libros. Es reconocida también por la confección de artísticos papalotes con técnicas tradicionales orientales.

Flora Fong

Entre sus series más representativas se encuentran Remolinos y ciclones, Trópico, El Caribe, Las Antillas y Bahía, todas ellas ilustrativas de la luz, el clima, la vegetación y el entorno cubano y regional.

Flora Fong, el mundo en sus trazos

Flora Fong ha expuesto su obra en galerías de Cuba y del resto del mundo como: China, Estados Unidos, Trinidad y Tobago, Japón, Portugal, México, Venezuela, Corea del Sur, Ecuador, Malasia, Francia, Italia, Grecia, Emiratos Árabes Unidos, España, Panamá, República Dominicana y Chile.

En el arte, mientras tenga salud y pueda seguir pintando, sigo haciendo mis obras porque creo en mí misma y en mis posibilidades. Hay momentos de reconocimiento que son importantes y que uno necesita, porque trabaja para un público, para los amantes del arte. Es bien bonito saber que la gente realmente se identifica con uno”.

En entrevista a Juan Abelardo Carles Rosas.

A esta escritora le parece increíble que Flora Fong no sea aún Premio Nacional de Artes Plásticas. Al parecer este es, por ahora, un reino de hombres: solamente Rita Longa (en 1995) y Lesbia Vent Dumois ( en 2019) han obtenido el lauro.