El 3 de julio de 1951 comenzó el curso de cocina más largo y exitoso de la televisión nacional, el programa Cocina al Minuto, con dos jóvenes como protagonistas: Nitza Villapol y Margot Bacallao, las que por más de cuatro décadas llenarían de delicias la pequeña pantalla.

Nitza Villapol, la chef que conducía el programa, era doctora en pedagogía, y coleccionista de recetas desde niña. Ella aportaría una conducción didáctica, cual maestra de escuela explicando a diario la lección. Luego estaba Margot, la verdadera cocinera, la que ideaba todo tras bambalinas, para aparecer luego cual simple ayudante en la pequeña pantalla.

Esa era la dinámica del que tal vez sea el dúo culinario más famoso de Cuba, y no nos corresponde a terceros aventurar juicios valorativos de justezas u otros asuntos, sobre todo porque la propia Margot ha declarado sobre este asunto:

«Cuando ella llegaba al estudio, media hora antes del programa, le decía: “Mira, Nitza, hice esto y esto otro. Aquí tienes los materiales, ahora vamos a analizar el plato”. Ella lo probaba y le daba los puntos finales. “Quedó bueno, pero le falta esto”, o “¿tú no crees que se pueda cambiar este ingrediente?”. Así, cuando iba a empezar ya tenía su receta hecha».

Tomado de Juventud Rebelde

Cocina al minuto, desentrañando el éxito

Cocina al minuto era un programa de dos, en el que solo una cocinaba, pero que se pensaba entre ambas, aportando cada cual su área de experticia. Este sentido del programa es importante, pues fue una de las razones que lo hizo mantenerse, cada una jugaba un rol importante y seguramente no transferible:

Margot, además de ser la cocinera -Nitza al parecer odiaba la cocina-, era la que leía la calle. Ella era la que sabía que había en las placitas, o que no, la que estaba al tanto de si era necesario enseñar a preparar encurtidos pues existía escasez de ellos, o la que andando los años ideaba maneras de criollisar esos alimentos que entraban desde Europa del Este.

Nitza, por su parte, no era solamente una comunicadora, sus conocimientos de dietética le permitían balancear y fijar proporciones -algo que la propia Margot reconoció no saber hacer-, exhaltar propiedades, o beneficios, de algunos alimentos, etc.

Nitza Villapol programa Cocina al Minuto

Nitza era el método, la ciencia, y Margot la intuición de las amas de casa cubanas. Esta detectaba problemas domésticos y buscaba alternativas, que la otra adaptaba.  Por eso Cocina al minuto reflejaba la realidad de las casas, y eso lo hizo popular.

Las frecuencias del programa

Pocos recuerdan ya que en un inicio Cocina al Minuto salía al aire diariamente, desde los estudios de Masón y San Miguel. En determinado momento la necesidad obligó a cambiar la frecuencia a tres veces por semana, hasta que finalmente terminó siendo los domingos.

Los domingos con Cocina al minuto, de amas de casa armadas con lápiz y libreta, se volvieron un hábito tan cotidiano de la familia cubana como Palmas y Cañas, o el noticiero.

Cocina al minuto dejó de emitirse en los años 90, más por problemas de salud de Nitza que por la acuciante crisis del país -pues ya había sobrevivido a otros periodos de escazeces-, mas las recetas ideadas durante años sobrevivieron en forma de dos libros, que se atesoran en muchos hogares del país.

Nitza Villapol falleció en La Habana, en 1998, mientras su compañera de tantos programas la sobrevivió hasta 2016.