El 5 de diciembre de 1969 es un día importante para la televisión nacional, pues sale al aire por primera vez el programa «Escriba y Lea«, que llegara ser el segundo más antiguo en activo en la parrilla de la Televisión Cubana con más de medio siglo de existencia. Cuando se filmó por vez primera aún la televisión era en blanco y negro, y en vivo.
Escriba y Lea ha rebasado los límites del entretenimiento, y la difusión, para pasar a formar parte del imaginario popular, algo que tal vez no haya conseguido ningún otro programa del país.
Los orígenes de Escriba y Lea
Según la Dra. María Dolores Ortiz:
… Surgió la idea en un grupo de compañeros, creo que empujados un poco por el Dr. Humberto Galis Menéndez, que a su vez había participado unos años antes en un programa de la Radio que se llamaba “La bolsa del saber.
Ese grupo estaba integrado además por Héctor Núñez Rodríguez y Leslie Rodríguez, sumaron también a Cepero Brito. Ellos fueron, liderados por el Dr Galis Menéndez, el núcleo que hizo posible el programa. El Dr. Galis Menéndez desarrolló la famosa metodología de preguntas que identifica al espacio, y que constituye la columna vertebral del mismo.
Luego de delineada la idea era necesario contar con dos panelistas que acompañarán al Dr. Galis Menéndez, y al menos uno querían que fuera mujer. Así fue como se unió al equipo de panelistas el Dr Gustavo Du’Bouchet. La Dra. Ortiz llegaria por intermedio de Cepero Brito, quien le habló de la idea y le invitó a unirse, a lo cual recibió un no por respuesta.
Por suerte para todos reconsideró y aceptó unirse al equipo pues según dijo:
…por qué no voy a probar, uno no debe declararse derrotado antes de la batalla.
La salida al aire de Escriba y Lea
Su primera emisión fue un viernes 5 de diciembre de 1969, se transmitió en vivo, y según ha contado la Dra. Ortiz se encontraban todos bastante tensos, la inmediatez de la televisión en vivo no daba lugar al error. Al terminar sin contratiempos, Cepero Brito propuso que se fueran todos juntos a comer y a esparcirse para relajar los nervios, tal propuesta terminaría siendo una tradición que duraría mucho tiempo.
El formato de Escriba y Lea prácticamente no ha variado, siguen siendo tres temas, con secciones intercaladas dedicadas al arte y la literatura, donde destacan la buena crítica o la recomendación cultural adecuada.
Los panelistas iniciales se mantuvieron durante mucho tiempo, hasta la salida del Dr. Galis Menéndez y la entrada al espacio del Dr. Enrique Sosa, luego vendría la salida del Dr. Du Bouchet, siendo la Dra. Ortiz la última de los fundadores en abandonar el programa. Al grupo anterior de panelistas hay que sumar a los carismáticos doctores Julio Fernández Bulté y Ángel Pérez Herrero. Luego, en fecha reciente, se han hecho cargo del espacio los profesores Félix Julio Alfonso, Antonio Álvarez Pitaluga, Rodolfo Zamora Rielo y
Dagoberto Rodríguez Abrahantes.
Si importante han sido los panelistas, fundamental es también el conductor, pues es el encargado de guiar a los profesores por la metodología de preguntas. En gran medida este papel quedó marcado por su fundador José Antonio Cepero Brito, quien le insufló gran parte de su personalidad. Su lugar fue ocupado por Alfredo Calderón, quien lo desempeño a gran altura. Luego han destacado Eduardo Mora Basart y Ever Ramón García.
La importancia de Escriba y Lea, en la preferencia del público nacional, ha permitido que el espacio se haya mantenido en el aire, pasando por distintos horarios y canales, hasta la actualidad, en que se emite por el Canal Educativo y se trata de ajustar su imagen a los nuevos tiempos, para que siga formando parte de la memoria de esta Nación.
El programa me permitio comprobar la extraordinaria cultura de mi padre, Celestino Figueroa, que sin tener una alta escolaridad era capaz de competir con los eminentes profesores, a los que admiraba y respetaba
Por qué quitan tan pronto los textos que acompañan las imágenes del tema. Acaso éstos no son para aprender algo nuevo, que, en definitiva, es el objetivo del programa.