El cine Santos Suárez era un cine de barrio que se encontraba situado en la calle Santos Suárez No. 150, esquina San Begnigno en el barrio de Santos Suárez.

Construido en 1938 era el cine Santos Suárez una sala mediana con capacidad para unos 850 espectadores y durante las décadas de 1940 – 1950 formó parte del llamado «Circuito Díaz y Hermano», propiedad principal del empresario Celestino Díaz, quien regentaba, además, los cines Cuatro Caminos, Cuba, Finlay, Florencia, Maravillas, Reina y Ritz.

Celestino Díaz se encontraba asociado con Octavio Gómez Castro, otro importante empresario cinematográfico y gerente en Cuba de la distribuidora mexicana PELIMEX, por lo que el cine Santos Suárez (y todos los de su circuito) se dedicaban, sobre todo, a la proyección de películas mexicanas, las cuales eran entonces muy populares en la Isla.

Cine Santos Suárez, de las películas mexicanas a la nada

Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959, los circuitos de cine fueron nacionalizados por el nuevo gobierno del país y el cine Santos Suárez pasó a manos del ICAIC que lo administró hasta que, a mediados de la década de 1970, lo entregó al gobierno local.

Se aceleró entonces la decadencia del cine Santos Suárez, el cual venía presentando problemas debido a la falta de mantenimiento e inversión y la gran crisis económica que golpeó a Cuba en la década de 1990 le asestó el golpe final.

El cine Santos Suárez fue uno de los primeros del municipio 10 de octubre en echar el cerrojo y quedó abandonado hasta que, finalmente, fue demolido en 1997.

Quedó entonces vacía la parcela por varios años hasta que a mediados de la década siguiente fue ocupada por un agronercado. En ese entonces todavía se podía observar sobre las ruinas de la pantalla las iniciales que daban nombre al cine.

Hoy sólo se conserva en pie parte del antiguo escenario sobre el que se encontraba la pantalla y ruinas de los baños a ambos lados de este. En la parcela esquinera que antaño ocupara se levantan ahora, pequeñas viviendas económicas.