El cine Mara, que antes se llamó cine Modelo y cine Ma’Ra, era un pequeño cine de barrio situado en la calle Juan Delgado No. 6 entre Lacret y General Lee, en Santo Suárez, 10 de Octubre, La Habana. Hoy sirve de sede al Ballet Español de Cuba.
Con capacidad para 1 051 espectadores, el cine Mara, que ocupaba una parcela medianera, se construyó, como muchos de sus contemporáneos en sobrio estilo Art Déco.
En su elegante fachada de tres niveles destacaba un gran panel acristalado que permitía observar desde la calle parte del mezzanine que daba acceso al balcony. Contaba con un muy buen aire acondicionado y hasta llegó a disponer de un bar en la platea por varios años .
La imagen moderna del cine Mara con su marquesina volada, que se abre sobre el portal, casi hasta la acera, partiendo en dos el frontis y sobre la que se encontraba un llamativo cartel lumínico en letras rojas y riguroso Déco con el nombre de la sala en la cual se anunciaba la programación en letras luminosas, no se corresponde con la original de la edificación.
Esta modificación, aunque no se puede asegurar la fecha, es muy probable que se realizase entre los años setenta y ochenta, se llevó por delante varios de los elementos característicos de la edificación original como el apóstrofe entre las sílabas MA y RA ubicadas encima de la marquesina de entrada del cine.
Tras ser retirada la marquesina lumínica el nombre del cine -en letras minúsculas redondeadas, tipo Bauhaus- se trasladó al extremo derecho como se observa en las imágenes, manteniendo el característico color rojo.
Sin embargo, la más chocante de las modificaciones de la fachada corresponde a la colocación de un gran espacio central encima de la marquesina donde se colocaron veinticuatros paneles acristalados (¿guiño cinéfilo?) ocupando la zona donde estaban varias cintas de ventanas, con un relieve exterior, en el clásico estilo de los cincuenta.
Como explican María Victoria Zardoya y Marisol Marrero en «Los Cines de La Habana», la modificación sustancial de la fachada varió el estilo rectilíneo y simétrico de la anterior construcción derivando en una fachada de estilo «asimétrico y deprimido, de modo que en las esquinas se conformaron una especie de cilindros a tono con la nueva tipografía del nombre del cine«.
Del cine Modelo al cine Mara, pasando por el MA’RA
Los orígenes del cine Mara se remontan al cine Modelo que el 14 de abril de 1939 comenzó a funcionar en la dirección que, desde el 9 de diciembre de 1955, ocuparía el cine Ma’Ra.
El edificio sufrió grandes modificaciones para la inauguración distanciando al antiguo cine Modelo del moderno y pujante cine MA’Ra, propiedad de Manolo Álvarez y adjunto al Circuito del cine América y cine Rodi. Este nuevo cine contaba con adelantos técnicos considerados imprescindibles en la época como el cinemascope y la emisión de películas en technicolor. Los precios de su apertura variaban de 50 y 40 centavos en las tardes a los 60 y 50 de las noches.
La prensa de la época elogió efusivamente la inauguración del cine Mara, que venía a disputar la hegemonía del cine Los Ángeles en el populoso mercado de la Víbora, Jesús del Monte y Santos Suárez. Aunque, en realidad no pudo competir en lujo y confort con este último, el Mara era un cine más que cumplidor que aseguraba una grata experiencia a sus clientes.
Del cine Mara al Ballet Español de Cuba
Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959, el cine Mara fue nacionalizado por el nuevo gobierno de la Isla que lo puso en manos del ICAIC. Así se mantuvo brindando servicios por muchos años y llegó ser parte del circuito del Festival de Cine Latinoamericano.
Durante la década de 1980 fue sometido a la reforma que ya se mencionara y en la cual el cine adquirió su aspecto actual.
Ya en el entresiglo, fue el cine Mara uno de los últimas salas cinematográficas del municipio 10 de Octubre en cerrar sus puertas, a consecuencia, sobre todo, del marcado deterioro que acumulaba por la falta de mantenimiento e inversión.
Afortunadamente, y a diferencia de otros cines del municipio que se perdieron por no haber encontrado para ellos un destino sostenible que asegurara su existencia, el cine Mara pasó a manos del Ballet Español de Cuba, que lo reparó y remodeló para convertirlo en sede de la compañía.
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