De Rachel a Manuelita Sáenz, Beatriz Valdés tiene la suerte de ser querida en todas partes. En Cuba, Venezuela o Estados Unidos, la actriz es idolatrada como uno de los mitos vivientes de la cinematografía latinoamericana.

Beatriz Valdés Fidalgo nació en La Habana el 12 de mayo de 1958. Desde muy niña se sintió atraída por el mundo del espectáculo y con sólo ocho años ingresó en el Teatro Estudio para recibir clases de actuación y guitarra.

Fue la música su primera pasión y estudió vatlrios años en los conservatorios Manuel Saumell y Amadeo Roldán, hasta que la actuación llegó a su vida y lo cambió todo. Abandonó por completo la música y matriculó en la Escuela Nacional de Arte (ENA), de la que se graduó en 1983.

A su enorme talento, unía Beatriz Valdés una belleza arrolladora, por lo que no le resultó difícil, a pesar de su juventud, comenzar a ser tenida en cuenta por los directores de cine y televisión.

En 1984 hizo coprotagonizó con Albertico Pujol la muy recordada comedia «Los pájaros tirándole a la escopeta», del director Rolando Díaz, y al año siguiente hizo parte del elenco de «Algo más que soñar», una de las mejores teleseries cubanas de todos los tiempos. A continuación llegarían varios largometrajes: «Lejanía» (1985) de Jesús Díaz; «Como la vida misma» (1985), de Victor Casaus; «Capablanca» (1986) de Manuel Herrera y «Hoy como ayer» (1987) de Constante Diego.

Beatriz Valdés, la Bella del Alhambra

Sin embargo, la película que la convertiría en una estrella con proyección internacional y un símbolo sexual para toda una generación sería «La Bella del Alhambra» (1989) del exitoso director Enrique Pineda Barnet.

La Bella del Alhambra, que recibiría el Premio Goya a la mejor película extranjera de habla hispana en 1990, está basada en la novela «Canción de Rachel» del escritor Miguel Barnet recrea La Habana de los años 20 y 30 a través de la vida de una corista del célebre teatro Alhambra.

Considerada casi como una superproducción por el despliegue audiovisual, las trabajadas coreografías y la cantidad de figurantes empleados en sus filmación, «La Bella del Alhambra» está considerada como una de las mejores películas cubanas de todos los tiempos; y no es para menos, pues a su exquisita factura se unen las actuaciones de un reparto estelar del que formaron parte, además de Beatriz Valdés como protagonista, César Évora, Omar Valdés y Verónica Lynn, entre otros.

Beatriz Valdés canta «Capullito de Alelí» en La Bella del Alhambra

En la cumbre de su carrera como actriz se encontraba Beatriz Valdés cuando la crisis de los 90 golpeó con fuerza a Cuba y su producción audiovisual. Desaparecieron los grandes presupuestos para realizar películas al estilo de «La Bella del Alhambra» y muchos actores y actrices, al ver como desaparecían sus opciones de trabajo o quedaban reducidas a proyectos menores y sin atractivo, comenzaron a buscar nuevos horizontes allende los mares.

Beatriz Valdés, quizás la actriz cubana con más cartel internacional en ese momento, no tuvo mayores dificultades para encontrar ocupación y desde comienzos de la década de 1990 se estableció en Venezuela donde protagonizó varios filmes y telenovelas.

Entre los largometrajes que realizó en tierras venezolanas destaca, por mucho, «Manuela Sáenz, la libertadora del Libertador» del director Diego Rísquez, en el que dio vida a la esposa del Libertador Simon Bolívar. Como antes en «La Bella», la actriz cubana imprimió toda su fuerza al personaje de la esposa del prócer, en una actuación memorable, de las mejores de su larga carrera.

«Gracias a este papel reviví la adoración de un país, tal como me ocurrió en Cuba con La Bella…»

Beatriz Valdés en su magistral actuación como Manuelita Sáenz, la esposa del Libertador Simón Bolívar
Beatriz Valdés en su magistral actuación como Manuelita Sáenz, la esposa del Libertador Simón Bolívar

Confesaría años después Beatriz Valdés en Miami, Estados Unidos, donde se estableció con su hijo Mauricio, fruto de la relación que mantuvo en Cuba con el famoso cantautor Silvio Rodríguez.

En Estados Unidos, continuaría Beatriz Valdés su carrera de actriz de telenovelas, con las cadenas latinas del sur de la Florida. Allí se estrenaría, además, como directora de teatro con éxito notable. Cuatro años más tarde, en 2017, se convertía también en empresaria con la apertura del «Beatriz Valdés Studio» en Hialeah, en el que, con el apoyo del ayuntamiento de la ciudad desarrolla proyectos de formación actoral.