El antiguo teatro Campoamor estuvo ubicado en la plazoleta de Albisu, en el mismo sitio que el teatro Albisu y donde luego se levantaría el Centro Asturiano (actual sede de la exposición de arte universal del Museo Nacional de Bellas Artes).
Su fugaz existencia, provocada en gran medida por el incendio de 1918 y la necesidad de construir una nueva y flamante sede para la comunidad Asturiana en La Habana, ha provocado el casi desconocimiento de su propia existencia, y la confusión con el antiguo Albisu.
Años después de su inauguración se trasladó su nombre a la calle San Martín e Industria, donde estaba el teatro Capitolio propiedad de los antiguos productores de cine Santos y Artigas. A modo de curiosidad, el nombre Capitolio no desapareció, sino que pasó al antiguo cine Montecarlo situado en el Paseo del Prado.
Teatros Habaneros entre los años 1902-1927
En los primeros años de la República y hasta 1921 el teatro Campoamor fue sede de grandes celebraciones y considerado un sitio ideal para ver cine.
Heredero del clásico de la Zarzuela y la opereta española, el teatro Albisu, poco a poco fue cediendo a las nuevas tecnologías viendo que el resto de competidores en la cercana zona del Parque Central se quedaban con las mejores compañías y espectáculos en vivo.
Competencia en los alrededores del Parque Central
El teatro Payret, conocido como el Coliseo rojo por los detalles de su interior, era el centro por excelencia del Circo Santos y Artigas que había desplazado al teatro Nacional (antiguo Tacón) al Circo Pubillones que durante años había tenido en el Payret su centro de funciones.
En el teatro Martí (antiguo Irioja) las zarzuelas comenzaban a despegar pero sin llegar a su clima de máximo auge y esplendor que llegaría durante el período de Gonzalo Roig, Agustín Rodríguez y Cía, en 1931. Una década antes las revistas cubanas y españolas, salpicadas por algún día de zarzuelas, estaban dirigidas por Velasco, Vitoria y Santacruz y luchaban por mantenerse en el centro de la actualidad citadina.
Azcué, del pequeño Actualidades al teatro Albisu
Un poco más allá en el teatro Actualidades la comedia española tenía aún gran acogida dentro de esta comunidad y subsistía como uno de los más pintorescos y reconocibles de la ciudad.
Fundado en abril de 1906 por Eusebio Azcué como primera sede del novedoso Cinematógrafo, fue perdiendo el mercado audiovisual y tuvo que intercalar espectáculos en vivo. El primer impulso de divertirse mucho y pagar poco dejaría al Actualidades con el tiempo en una pequeña sala lúgubre y alegre.
Conocido también como el Teatro de la Fortuna por las grandes inversiones de su dueño y el profético sueño de mezclar la música en vivo, los films europeos y actores en el pequeño escenario. Al final el Actualidades resultó demasiado moderno y revolucionario para su tiempo, el propio Azcué lo derribó para reinaugurarlo el 26 de enero de 1910 con el mismo nombre.
Apenas un año después es bautizado con el nombre de teatro Casino, y alrededor de 1914 se nombra en algunas revistas como Teatro Azcué o simplemente donde Azcué, no duraría mucho ese nuevo cambio y a finales de 1915 recupera el nombre de teatro Casino.
El uso en la lengua habanera de Actualidades se mantuvo, más allá de cambios de dueños y bailes de nombres sucesivos hasta que el 25 de enero de 1939 se reinaugura la edificación que ha llegado hasta hoy con el nombre primitivo de ACTUALIDADES, el sencillo pero elegante diseño cumplió el cometido de renovar a un pionero cultural del país, es una lástima el estado actual de este pequeño campo de sueños.
Esta pequeña historia del Actualidades sirve para contar que Azcué compró el teatro Albisu durante esos años, y estaba en manos de su viuda la propiedad del teatro, fundado en 1870, permitiendo que esta lo vendiese, en el año 1914, a la comunidad asturiana, propietaria del resto de la manzana comprendida por las calles Zulueta, Monserrate, San Rafael y San José que lo demolió y levantó allí el mencionado antiguo teatro Campoamor en 1915.
Efímera vida del antiguo teatro Campoamor
El arquitecto José Ricardo Martínez fue el encargado de realizar el proyecto del antiguo teatro Campoamor, levantado por la empresa de los señores Giquel y Padial por un costo de ochenta y dos mil dólares. Con soberbios acabados neoclásicos y no pocos detalles en mármol y sedas, el nuevo coliseo pretendía recuperar la suntuosidad que en su momento llegó a poseer su predecesor.
El nombre del antiguo teatro Campoamor se debe «a la memoria del más grande poeta de la Asturias contemporánea y de esta manera el teatro, perteneciente a la sociedad Asturiana tendrá un nombre en relación con el origen de la misma», en referencia a Ramón María de las Mercedes (Pérez) de Campoamor y Campo Osorio (1817-1901).
Fue inaugurado finalmente el 17 de noviembre de 1915 y según la crónica de la época era un «teatro de depurado gusto y elegancia, con admirable acústica y no pocas comodidades para los espectadores». El Centro Asturiano decidió ceder su explotación a Armenio de La Villa y años más tarde a la productora Universal que lo convirtió en centro cinéfilo.
Fue durante años el sitio de celebración por excelencia del 12 de octubre, «día de la raza» en conmemoración del «descubrimiento de América» o choque entre dos culturas. Este día es la máxima festividad oficial española y en la actualidad es conocida como el día de la Hispanidad para evitar la reivindicación del colonialismo español que destruyó parte de las culturas americanas prexistentes a la llegada de Cristóbal Colón.
Volviendo al antiguo teatro Campoamor el día más aciago de su existencia llegó el 24 de octubre de 1918 cuando un incendio provocado en el depósito de la Universal Film Manufacturing Company, adyacente al teatro, provocó el conocido incendio que casi arrasa la manzana asturiana. Los pequeños edificios en que se subdividía la misma ardieron con furia, pero el antiguo teatro Campoamor no sufrió graves estragos, permitiendo su reapertura.
«El Teatro de Campoamor, meses ha señorial y gallardo, ha sido derribado por implacable piqueta. 4.100 pesos es lo que produjo en subasta cuanto en él se contaba de aprovechable: sillería, lámparas, telones, puertas…, bien poco, en verdad. Sic transit gloria mundi est… Las glorias de este mundo no son (ay!) perdurables… De aquel magnífico coliseo, por cuya escena desfilaron los más eminentes artistas y en cuya sala se daba cita lo más granado de la sociedad habanera, no queda nada. Sólo su recuerdo persistirá durante algún tiempo. Luego, más tarde, en el devanar de los años, ni eso. Si acaso, alguna referencia en los periódicos hablando de la ciudad antigua».
Tomado del Libro del Centro Asturiano de La Habana 1886-1927
Aún así el proyecto del futuro Centro Asturiano, inaugurado en 1927, se llevó por delante al ya vetusto antiguo teatro Campoamor por la complejidad de realizar un proyecto original que lo respetase sin darle preponderancia sobre el conjunto.
Es así que durante el año 1919 se comienzan a realizar estudios para el nuevo complejo, los proyectos con mayor respaldo incluían la demolición del antiguo teatro Campoamor.
Para satisfacer las demandas de algunos socios del Centro Asturiano se acuerda comprar los derechos del cercano teatro Capitolio para mantener viva la llama del poeta asturiano Campoamor, acallando a los críticos que se oponían a la desaparición del teatro en el nuevo centro asturiano, cerrando así la fugaz historia del antiguo teatro Campoamor, un elegante y céntrico cometa fugaz.
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