El 24 de octubre de 1950, desde un control remoto instalado en el Palacio Presidencial, se hacían llegar a los habaneros las palabras del presidente de la República Carlos Prío Socarrás: Nacía, oficialmente, la televisión cubana.
De esa forma, se convertía la mayor de las Antillas en el segundo país de América, después de Estados Unidos, en poder disfrutar de la magia de la pequeña pantalla.
Gaspar Pumarejo y el sueño de la televisión
Detrás de todo gran sueño siempre hay un gran hombre, y el gran hombre de la televisión en Cuba fue el presentador y empresario Gaspar Pumarejo.
Nacido en Santander, España, llegó a Cuba en 1921 con sólo 7 años y aquí se aplatanó del todo. Trabajó en una ferretería y en 1933 se estrenó como locutor en la emisora Radio Salas, que se encontraba en la calle San Rafael. Luego se convertiría en director de «La Palabra», un periódico radial de la CMQ, en el que formó pareja entre 1943 – 1947 con Arturo Artalejo, y con el que ganaría fama nacional.
Gaspar Pumarejo, que era todo ideas, pero siempre tuvo poco capital, fue quien le propuso a Goar Mestre la creación de la emisora Radio Reloj, que se inauguró el 1ro de julio de 1947, con el formato de difusión de la hora cada minuto, copiado de la la mexicana XEQK, pero con la novedad de la introducción constante de noticias.
Disgustado con los dueños de CMQ, pues consideraba que no le habían retribuido lo suficiente sus ideas, rompió con esa cadena y pasó a la competencia, fundando el 6 de octubre de 1947, Unión Radio.
Como no tenía capital para sacar adelante su nuevo negocio, acudió a la RCA Víctor y les propuso introducir la televisión en Cuba; una apuesta arriesgada, no sólo por lo novedoso de la televisión en sí misma, sino también, porque en esas mismas andanzas andaban los hermanos Mestre de la CMQ.
Así, la puesta en el aired de la televisión en Cuba se convirtió en una carrera de velocidad entre Unión Radio y CMQ, en la que finalmente vencería Gaspar Pumarejo, cuando el 24 de enero de 1950 lanzó oficialmente el primer canal cubano, casi dos meses antes que los hermanos Mestre.
Fundó entonces «Unión Radio TV» integrada por el Canal 4 de televisión, por la radio emisora Unión Radio y por el Canal 2 de televisión y encontró promotores en la RCA y la Nueva Fábrica de Hielo, entre otros.
Su victoria sobre los hermanos Mestre sería, sin embargo, efímera. Rápidamente el mayor poderío económico y la capacidad técnica de la CMQ se impusieron sobre «Unión Radio TV» y, en menos de un año, Pumarejo se vio obligado a vender su compañía.
Por si no fuera suficiente sal en la herida, hasta el día de hoy, la inmensa mayoría de los cubanos creen que los que introdujeron la televisión en Cuba fueron los hermanos Mestre y la CMQ, y muy poco conocen la figura de Gaspar Pumarejo y su papel en tan trascendental acontecimiento.
Primer día de la televisión en Cuba
Hubo, por supuesto, un período de pruebas, pero la televisión nació oficialmente en Cuba el 24 de octubre de 1950.
Ese día desde un remoto instalado en el Palacio Presidencial, el presidente de la República Carlos Prío Socarrás se dirigió al pueblo de Cuba, a lo que siguió una gran fiesta en la mansión ejecutiva que también se transmitió en vivo.
A Palacio llegaron, además de un sonriente Pumarejo, actores de moda de la radio y el cine, que luego destacarían también en la televisión como Pedro Almendariz, Carmen Montejo o Raquel Revuelta.
En el momento de producirse esa primera transmisión todavía no existían muchos televisores en los hogares habaneros y muchos no entendían ni para que servía esa caja de madera con vidrio. Por esa razón los representantes de Unión Radio acordaron con los comerciantes que estos mantuvieran los receptores encendidos en las vidrieras de las tiendas.
Apenas comenzó la transmisión, la gente comenzó a aglomerarse con la boca abierta delante de las grandes tiendas y al día siguiente todo el que pudo salió a comprarse un televisor.
Toda la transmisión se realizó en la casona de los suegros de Gaspar Pumarejo, en Mazón No. 52, esquina San Miguel (donde, se encuentra hoy la sede de Canal Habana). En ese lugar, y a toda carrera, el empresario había adaptado las habitaciones para crear su «estudio» de televisión.
Al final estas prisas jugarían en contra de Pumarejo y su Unión Radio TV, pues dos meses después, cuando CMQ lanzó al aire su señal, lo hizo no sólo con buen equipamiento y buenos técnicos, sino también con buenos estudios que pronto superaron a los iniciadores de la televisión en Cuba quienes se vieron imposibilitado de competir… Aún así, siempre les quedó la gloria de haber sido los primeros.
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