Zenaida Castro Romeu es una figura esencial de la música cubana, desde los lejanos años del Coro Cohesión hasta la creación de ese fenómeno coral que es la Camerata Romeu.

Zenaidita, como se le suele llamar, es la continuación de una de las dinastías musicales más importantes de este país, que inicia en el siglo 19 con su tío abuelo Antonio María Romeu. De hecho, en el «Diccionario de la música española e hispanoamericana» de Victoria Eli, obra monumental en su género, la voz más larga de los doce tomos pertenece a los Romeu.

Zenaida Castro Romeu la historia

Ubicarse bien en la historia musical de los Romeu, y de Zenaidita en particular, es asunto complicado por la fecundidad de tan pródiga genealogía.

Zenaida Castro Romeu nació en La Habana, un 4 de diciembre de 1952, en Concordia 410, donde su madre, la importante música cubana Zenaida Romeu, tenía su Conservatorio Romeu.

Zenaida Romeu
Zenaida Romeu

Que desde pequeña tuvo inclinaciones musicales, queda claro en una anécdota familiar contada por ella misma a Amaury Pérez, donde cuenta como la niña de cinco años reclamó su lugar entre los estudiantes de su madre, entre los cuales por cierto estaba el niño Chucho Valdés:

(…) parece que yo veía a muchos niños que iban allí y, no lo recuerdo, pero la anécdota que ella cuenta es que me puse las manitos en jarras y le dije: ¡conque dándole clases de piano a todo el mundo y a su hija no! Parece que yo tenía bastantes leyes a esa edad.

CUBADEBATE

Después de ese día la madre comenzó a enseñarle piano, violando su creencia de que se debía esperar a los siete años, al parecer la precocidad musical es una característica del linaje Romeu.

Pese a la historia de casa Zenaida Castro Romeu no tuvo muy claro si quería seguir «el trillo familiar«, pues sus inquietudes intelectuales la hacían interesarse en asuntos tan diversos como la psicología, la arquitectura, el piano, etc.

Por ello con solo quince años se graduó de Teoría y Solfeo en el Conservatorio Internacional, más en el Bachillerato su sed de saber se diversificó, y es precisamente en este punto que además de la música se decide por la arquitectura, la cual decidió estudiar. Por suerte, aunque Cuba haya perdido una gran arquitecta, Zenaida Castro Romeu se llamó a capítulo y decidió seguir la línea familiar.

Se presentó a las pruebas del Amadeo Roldán, y no duró mucho como simple estudiante, pues enseguida fue promovida a alumna ayudante,  a la vez que la profesora Ada Tesseiro la exhorta a hacer dos carreras al mismo tiempo, la teórica, para poder ser docente y la de piano.

Luego, en la Escuela Nacional de Arte, llegó su gran amor, el Coro. De la mano de la profesora Agnes Kralovsky:

Yo sentí la música de verdad, de verdad, cantando en el coro, fue algo mágico para mí, algo que me cambió mi vida.

Y además en ese momento estaba Frank Fernández con Alina, estaban ya casados, y compartiendo una mesa, mi esposo, Luis Antonio Barrera, Alina, Frank y yo, Frank me dijo: ¿Por qué no te cambias a dirección de coros? Entonces, cuando llegamos, eso fue en diciembre, en enero hablé con la profesora, y ella me dijo: Sí, encantada, y cuando se terminaron los exámenes, de febrero a junio, hice el año completo. Y realmente ahí fue donde cambió mi vida, porque aprendí el lenguaje de las manos. Cómo eso que yo tenía dentro podía trasmitirlo y encontrar un nuevo camino de comunicación de la música, que es visual y es silencioso.

Llamar la atención que lo anterior significa que mientras hacía Dirección de Orquestas, comienza a hacer Dirección Coral, a la vez que crea el Coro Cohesión, el cual fue un verdadero fenómeno en el panorama musical de la isla, ya que revolucionó la manera de hacer que existía en el país, insuflandole las más modernas técnicas europeas.

Por ello el nivel de respuesta de sus músicos, a la dirección de Zenaidita, fue tal que lograron que de manera subjetiva se creará una complicidad que hiciera honor a su nombre, como por ejemplo:

Recuerdo algo mágico en el Mella. Yo tengo muchas cosas mágicas. Estábamos cantando en el Mella, Negro bembón, negro bembón, negro bembón y me agaché, me fui agachando y el coro completo se bajó y terminamos ¡ahhhhh! eso no se ensayó, esas eran cosas mágicas que salían en escena.

Y de repente era una cualidad nueva que se le estaba aportando al coro y yo no lo dirigía en frente, yo los dirigía desde el coro, así que estábamos imponiendo un nuevo estilo, incluyendo cosas de nuestra cubanía.

La historia de renovación del Coro Cohesión duro apenas cinco años, pues la burocracia no entiende de estilos ni vanguardias artísticas, y al cabo de ese tiempo, sin haber logrado nunca evaluarse, ni recibir un salario, el grupo se desintegra.

La orquestica de Zenaidita

La disolución del Coro Cohesión frenó lo que pudo haber sido una renovación total en el medio, pero dejó las manos libres para una creacion futura, la primera orquesta de cámara de mujeres, dirigida por una mujer.

Camerata Romeu
Camerata Romeu

Más, pese a su linaje, y a la importante tradición de mujeres en la música cubana, el género seguía siendo eminentemente machista, y la noticia de lo que Zenaida Castro Romeu pretendía hacer trajo murmullos peyorativos:

(…) hubo rumores, conversaciones de pasillo, algunos músicos decían: Zenaidita quiere hacer una orquestica.

Amaury Pérez. Con dos que se quieran

Los comentarios peyorativos pronto se volvieron paredes, muros enormes que impidieran su éxito, pues pese a las mofas la calidad impone, y la tradición pesa, por ello Zenaida tuvo que vencer, forjar su Camerata bajo los obstáculos, tal vez y solo tal vez, ello contribuyó luego a su éxito. Pues luego de vencer hay que demostrar.

Primero tuvo que demostrar que no pretendía robar músicos de nadie, pues su orquesta la crearía con alumnos:

quería hacer algo que fuera totalmente inédito y para eso siempre hay que empezar con gente que sean maleables, ¿no?

Luego asombró con el vestir, rompiendo los esquemas que presuponían una regla rígida. Para rematar con el repertorio inicial, música cubana, actual, contemporánea, piezas de Guido López Gavilán, con música de Fariñas, de Varela, de Leo Brouwer, de José María Vitier, etc.

Claro que tuvo ayuda, la mano solidaria de Pablo Milanés y su Fundación costearon parte de los gastos, y a solo un año de creada, el ángel de la Habana Vieja, Eusebio Leal, le entregó el Convento San Francisco de Asís.

Lo demás es historia, la Camerata Romeu ha sido aclamada en todo el mundo, ha tocado en los más exigentes escenarios y festivales, y todo bajo una renovación constante, cambiando los integrantes, porque la Camerata es más que una agrupación, es un conservatorio de música, una Academia, el lugar donde se llega, se aprende, y si quieres, luego emprendes tu propio vuelo.