Entre los 43 barrios de La Habana el cantante Pablo Milanés deambula, filtrándose entre los ruidos rítmicos, y a veces menos musicales pero autóctonos, de la habanidad informal que le reconoce como la voz de los barrios. Con apenas 5 años llegó a esta ciudad el inmenso trovador nacido en Bayamo, provincia de Oriente, un 24 de febrero de 1943.

Con un tono profundamente sentimental Pablo se dedicó a engalanar las noches de esta ciudad, aludiendo a ella en sus composiciones y más recientemente en su disco, y concierto, Mi Habana, grabado el 8 de septiembre de 2018.

Más cercano a las sonoridades tradicionales de la canción cubana, como el son, el feeling y el jazz, surgió dentro de los iniciadores de la Nueva Trova allá por 1972. En 1968 junto a Silvio Rodríguez dio un concierto en la Casa de las Américas que sería considerada la primera presentación oficial del futuro movimiento.

Querido Pablo – Pablo Querido

Por su grandeza humana ha sido reconocido por cantantes y por sus miles de seguidores como la melodía de la canción de autor. Pero dejar a Pablo Milanés encerrado en un solo género (canción protesta, Nueva Trova, Feelings, latin-jazz..) es desconocer al artista total que sobresale por encima del compositor o cantante.

En el año 1985 lanzó el disco Querido Pablo donde hacía duetos con algunos de los más grandes cantantes de la época dejando patente la fortaleza de su voz de tenor latino, rasgado por el trópico y de una profundidad vastísima, que le permitía cantar con la suavidad de quien surfea los tonos sin esfuerzo alguno.

Ese primer disco homenaje le permitió compartir sus canciones con Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos, Ana Belén, Luis Eduardo Aute, Chico Buarque, Víctor Manuel, Silvio Rodríguez o la gran Mercedes Sosa.

Pablo MIlanés
Tomada de Youtube

Sería en el 2002 cuando, como una continuación de aquel disco, se realizaría otra colaboración, esta vez la cifra de artistas latinoamericanos sería bastante mayor. Casi 19 músicos y cantantes, además de la presencia del Premio Nobel Gabriel García Márquez quien hace la introducción del disco, se reunirían en torno al repertorio de Pablo para dejar uno de los mejores discos realizados en este siglo.

En este Pablo Querido las colaboraciones son variadas, desde Juan Formell y los Van Van hasta Charly García, pasando por Caetano Veloso, Alberto Cortez, Fito Páez o el gran amigo, y ferviente defensor de la música de Pablo Milanés en España, Joaquín Sabina. Con el bardo de Jaén comparte autoría en Una canción para la Magdalena, además de grabar La canción más hermosa del mundo.

Mi Habana en vivo

Pero se percibe un ambiente especial en el disco Mi Habana (en vivo desde el Karl Marx). Inicia su actuación con estas palabras el cantante:

Buenas noches (aplausos), gracias, mi querido público, mi más querido público, el público que más quiero en el mundo). El mejor…(Aplausos) El público de Cuba y el de La Habana es especial (más aplausos). Para ustedes es este recital que tiene algunas cosas nuevas que voy a poner a la consideración de ustedes (continúan los aplausos) y lo demás es a cantar todos y a sentirnos felices, esta noche, entre amigos.

El disco es una comunión total entre el público, que no deja de hacer los coros en las canciones más icónicas del repertorio y de aplaudir entregado, y el cantante. Pablo se une a algunos de los amigos que le han acompañado a lo largo de su carrera para revisitar las composiciones más conocidas de su repertorio. Los días no volverán junto a Carlos Varela o La Felicidad y Para Vivir junto a Pancho Céspedes merecen ser grabadas en el oleaje de la ciudad y ser repetidas en las horas de alegre nostalgia que acompañan a los emigrados.

Tomado de internet

Pablo fue un cantante monumental, no necesita que los Grammys Latinos recibidos (2006 y 2015) nos descubran a un artista superior, de una voz inigualable que deslumbra, proveyendo a cada uno de los 5 mil asistentes (y a los miles de oyentes de las plataformas de streaming) de una intimidad que traspasa las fronteras físicas, interconectándolo todo a través de los acordes musicales.

Mi Habana es un disco a la altura de una ciudad, el contenido es incluso superior a lo que el formato de un disco es capaz de ofrecer. Mi Habana es la catedral de los Pilares de la Tierra de Pablo Milanés, un sitio donde acoge a sus fieles desde las frases iniciales del disco (Vengan todos a mi jardín…) donde cada acorde tiene la capacidad de transportar al oyente a una calle fija en la memoria, dibujando la puerta que deseamos tocar en un ejercicio de cercana armonía para aquellos que ya no están físicamente en La Habana.

Con este disco el músico, y sus acompañantes, salvan a su Habana de cualquier desaire cometido en el pasado hacia la figura de Pablo Milanés. No se puede hacer otra cosa que dar las gracias por estos 21 disparos musicales, por esta hora y media en que La Habana se materializa, a través de la música, en cualquier lugar del mundo.

Brindamos a tu salud Pablo, nuestro Querido Pablo.