Nacido en Santa Clara, pero inscrito en la montañosa región de Cumanayagua -aunque en su carnet ponía Cienfuegos- el actor Alexis Díaz de Villegas se convirtió gracias a su carisma y grave voz en uno de los artistas escénicos más queridos del panorama cultural cubano.

Aunque desarrolló una amplia carrera teatral, después de varios papeles secundarios en el cine nacional pasó al primer escalón de popularidad gracias a la película Juan de los Muertos, en la cual su personaje, irreverente, pícaro y desenfadado, le ganó el reconocimiento del público y la crítica.

De Alexis Díaz de Villegas a Juan de Cuba

En doce grado se unió a un grupo de teatro aficionado para escapar de las sesiones nocturnas de estudio. Gracias a la labor del instructor de teatro -amigo suyo- que le convenció de iniciarse en el mundo de la actuación. Esta experiencia fue clave para que matriculase en la Escuela Nacional de Instructores de Teatro (ENIT) que en principio se enfocaba más en cuestiones de dirección que en la actuación que era el objetivo de Alexis Díaz de Villegas.

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Imagen de Alexis Díaz de Villegas en el cartel de Juan de los Muertos

En este centro estudió Dirección, Actuación, Diseño de Sonido y Luces, Diseño Escenográfico -con el destacadísimo profesor Calixto Manzanares- y a su vez recibió de parte de Diana Fernández clases de «Maquillaje y Vestuario«. A este período de formación global en teatro le debe Alexis Díaz de Villegas -como dejó plasmado en varias entrevistas- su materialización como actor. Pues aunque provenía de un ambiente artístico -su tío es graduado de la Academia de San Alejandro– no sería hasta graduarse de la ENIT que decidió conscientemente en dedicarse a la actuación y la dirección.

Durante nueve años formó parte del grupo Teatro Obstáculo (dirigido por Víctor Varela) y recibió influencia de las nuevas corrientes artísticas sobre todo gracias a cursos y talleres impartidos por profesores y directores extranjeros. Estos conocimientos y herramientas las transmitió a sus alumnos del Instituto Superior de Arte (ISA), entidad a la que llegó de la mano de Corina Mestre y donde estuvo dando clases durante más de quince años.

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Alexis Díaz de Villegas en una imagen de la ya legendaria Juan de los Muertos

Con sus alumnos del ISA estrenó una obra Balada del pobre Bertolt Brecht, con la cual se inició como director teatral. En el cine realizó su primer personaje de la mano de Enrique Colina en la película Entre Ciclones.

El cine le atrapó y le dio grandes alegrías, sirviendo de catarsis y liberación para Alexis Díaz de Villegas ante los problemas de salud que enfrentó. En particular antes de la grabación de la conocidísima Juan de los Muertos se le declaró una enfermedad grave (Linfoma No Hodking) lo cual hizo más importante aún para él esta filmación.

El tratamiento va a ser duro, y me va a coincidir el mes y medio de preparación con el final del tratamiento mío. De hecho el primer día de rodaje fue un martes. Y el lunes fue el último tratamiento mío. Y el médico ke decía que estaba loco. Que debía estar en la casa descansando y yo estaba entrenando combate, con el remo. Y la película era mi tabla de náufrago en ese sentido. Y cuando yo decía soy un sobreviviente, yo sabía de lo que estaba hablando. Aparte de haber sobrevivido lo que hemos pasado en Cuba, estaba sobreviviendo a mí mismo. La película tiene un lugar especial para mí por eso.

Entrevista de Alexis Díaz de Villegas para NotaClave

El 24 de junio del 2022 fallecía en La Habana, según indicaba el Centro Nacional de las Artes Escénicas (CNAE) en un comunicado en su página de Facebook que reproducimos a continuación.

ALEXIS DÍAZ DE VILLEGAS, ADIÓS A SU IMPULSO
El destacado actor, director y profesor teatral Alexis Díaz de Villegas, falleció hoy en La Habana. Nacido en 1966, en Cumanayagua, logró convertirse en uno de los mejores talentos de su generación, reconocido por la crítica y el público gracias a sus desempeños en la escena y también en el cine y la televisión.

Aparece en el elenco original de La cuarta pared, pieza de Víctor Varela estrenada en 1988, y que estremece al ámbito cultural cubano de ese momento. Con este director y Teatro Obstáculo se presenta en Cuba y el extranjero, añadiendo a su historial montajes como Ópera ciega, Segismundo ex Marqués y El arca, hasta mediados de los años 90.

Tras su contacto con Vicente Revuelta, estrena El trac, de Virgilio Piñera, espectáculo al que volvió en varias ocasiones. En 1998 se vincula a Argos Teatro, fundado por Carlos Celdrán, en otra fase destacada de su trayectoria. Con Argos estrena El Alma Buena de Se Chuán, La señorita Julia, Stockman: un enemigo del pueblo, y Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini, confirmando su amplio rango interpretativo.

En el año 2001 pasa a Teatro El Público. Bajo la guía de Carlos Díaz aparece en La Gaviota, La Celestina, Fedra, Calígula, El otro cuarto y otros títulos. Da clases en el Instituto Superior de Arte y dirige La otra orilla, del Premio Nobel Gao Xingjian. Dedicó sus últimos años a la compañía que fundó, Impulso Teatro, con la cual estrenó obras como Insultos al público, Balada del pobre B.B o La excepción y la regla.

En el cine actuó en filmes como Entre ciclones, Kangamba, El cuerno de la abundancia y la muy gustada e irreverente Juan de los Muertos. Fiel a los legados de Vicente Revuelta, Bertolt Brecht y otros maestros esenciales de la experimentación y el teatro como espejo crítico del ser humano, deja una ausencia que sus espectadores y amigos lamentarán profundamente.

Un actor más allá del cine y Juan de los Muertos

Pero Alexis Díaz de Villegas fue sobre todo un hombre de teatro, género que amaba y al cual dedicó su talento:

(…) tengo un sentido muy fuerte con el teatro. El riesgo de estar ahí todas las noches con el público, sentir su energía, ver cómo eso te hace cambiar tu manera de ver todo

En las tablas de Cuba acaparó premios y reconocimientos, algunos tangibles como: la distinción por la cultura nacional, el Premio Terry de actuación, o el Premio de Actuación Masculina en el Festival de Teatro de Camagüey 2002. Otros intangibles, pues no hay distinción mayor para un actor que el hecho de que todos quieran trabajar contigo. Ese era su caso. De ahí lo sentida de su muerte luego de una penosa enfermedad.

Alexis Díaz de Villegas en una imagen icónica de la película Juan de los Muertos del director Alejandro Brugués

La consternación de la comunidad de teatro cubana fue inmediata:

Rubén Darío Salazar sobre Alexis Díaz de Villegas:

Cuando se es muy joven, parece que el tiempo no pasa y la vida va a ser eterna. Llega un momento en que sientes el compás imparable de los relojes y la necesidad de ser consecuente y coherente con quien eres, avanzar hacia la nada con dignidad y valentía.

Alexis Díaz de Villegas o El Majá, como cariñosamente le decíamos los teatreros, avanzó siempre de frente a su destino final. Hoy que ha llegado, quienes lo admiramos y aplaudimos, sentimos una pérdida profunda y un dolor sin cura y sin consuelo. Sólo nos sirve, como un bálsamo momentáneo, todo lo que entregó a las tablas con tanta pasión y tan bien.

Él fue y seguirá siendo uno de nuestros actores de referencia. Brillante y verdadero en las tablas, la televisión y el cine. Un todo terreno, un orgullo, un hombre esperado por el público. Al lado de Víctor Varela, Vicente Revuelta, de Carlos Celdrán, Carlos Díaz, entre otros directores de diversos medios o desde su propio proyecto Impulso Teatro, sabíamos de un actorazo fuera de serie, que salía al ruedo escénico a vivir y morir como sucede con la existencia.

No se le puede decir adiós a este hombre inteligente y osado de sólo cincuenta y algo de años. Me resisto a despedirlo. Nos resistimos todos los que vemos a nuestro arte tambalearse en manos inexpertas y poco comprometidas, voces quejosas, de alaridos falsos y mutables al primer asomo de tormenta. Mañana todo será distinto, ya lo es, y nunca más volverá a ser igual sin Alexis Díaz de Villegas.

Gracias, gracias, gracias infinitas.

Tomado del perfil de Facebook de Rubén Darío Salazar

Carlos Celdrán:

Adiós, Alexis. Abrazos a su familia, a sus actores. Tu talento, tu energía estuvieron tan cerca de mí que por un momento pensé que eras todo el teatro. Donde quiera que estés mi aplauso.

Tomado del perfil de Facebook de Carlos Celdrán

(NOTICIA EN DESARROLLO)