El primer Día de los Padres que se celebró en Cuba aconteció un 19 de junio de 1938 y fue iniciativa de la escritora Dulce María Borrero, quien tuvo la feliz idea de traspolar a la mayor de las Antillas una costumbre que se había arraigado ya en Estados Unidos.

Dulce María, mujer de ideas avanzadísimas para la época que le tocó vivir, impulsó la idea como homenaje a su padre el comandante del Ejército Libertador, Esteban Borrero. La idea fue muy bien recibida por todas las clases y sectores del país, especialmente por el comercio, que ya había experimentado las ventajas que representaban la existencia de ese tipo de celebraciones desde en la Isla que se comenzara a celebrar el Día de las Madres en 1920.


Dulce María Borrero (1883 - 1945) a cuya iniciativa se debe la celebración en Cuba del Día de los Padres

Dulce María Borrero (1883 – 1945) a cuya iniciativa se debe la celebración en Cuba del Día de los Padres


Origen del Día de los Padres

Al igual que el Día de las Madres, la celebración del Día de los Padres tuvo su origen en los Estados Unidos:

Sonora Smart Dodd, que asistía a una misa en honor al Día de las Madres, allá por 1909, tuvo la idea de celebrar otra en homenaje de su padre. Este, un veterano de la Guerra Civil había quedado viudo y a cargo de cinco hijos, a los que había criado y educado de forma ejemplar y merecía, a juicio de Sonora, un homenaje igual a cualquier madre.

Originalmente la primera misa homenaje en honor a los padres se planificó para el primer domingo de junio, que en ese año 1910 era día 5 y coincidía con el cumpleaños del señor Smart. Sin embargo, debido a demoras con los preparativos se decidió postergarla para el tercer domingo del mes.

La señora Smart Dodd trató sin éxito que el gobierno de los Estados Unidos reconociera el tercer domingo de junio como Día de los Padres. Aún así, la idea se fue extendiendo y popularizando hasta convertirse en una celebración nacional no oficicial.

Tres lustros tuvieron que transcurrir para que, en 1924, el presidente Calvin Coolidge declarara el Día de los Padres como «celebración nacional». Lyndon B. Johnson daría complemento al decreto de Coolidge en 1966 con otra proclama que declaraba al tercer domingo del mes de junio como el día de la celebración, pues hasta ese momento el día del festejo había quedado a consideración de los Estados.