Todo parece indicar que el primer Día de las Madres que se celebró en La Habana aconteció en el pueblo de Santiago de las Vegas, cabecera del término municipal del mismo nombre, el 9 de mayo de 1920, a propuesta del señor Francisco Montoto, quien se inspiró en la idea que a iniciativa de Miss Anna Jarvis se había llevado a la realidad en la ciudad de Filadelfia.

Según cuenta Francisco Fina García, historiador de Santiago de las Vegas, en la revista local Antorcha del 30 de mayo de 1964:

«En la noche del 19 de abril de 1920, se reunieron en la sociedad Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas, en la provincia de La Habana, como acostumbraban hacerlo cada noche, los señores Francisco Montoto, Teodoro Cabrera, Gabriel Gravier, Francisco Simón, Mario Figueredo, Guillermo Gener, Pedro N. Aguiar, Armando Cremata y José Manuel Sánchez.

Fue allí donde Montoto propuso la celebración del primer Día de las Madres en la localidad y que se luchara porque se destinara oficialmente un día en el año para rendirles homenaje. Su idea fue acogida con entusiasmo y se organizó un acto público que se llevó a cabo el ya mencionado domingo 9 de mayo de 1920 en el mismo local donde naciera la iniciativa.


Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas donde se propuso la celebración del Día de las Madres en Cuba

Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas, donde se propuso la celebración del Día de las Madres en Cuba.


Poco después, el periodista Víctor Muñoz reseñaría el acto en las páginas del periódico El Mundo en su crónica «El clavel blanco» e iniciaría una campaña en aras de que la idea se extendiera a todo el país. Sería a instancias suyas que el Ayuntamiento de La Habana, del que era concejal, acordaría celebrar el Día de las Madres el segundo domingo de mayo de cada año a partir de 1921.

En 1928 el Congreso de la República le otorgó carácter de ley a propuesta del senador Pastor del Río y el segundo domingo de mayo se oficializó como el Día de las Madres en la República de Cuba.

El noble empeño de Víctor Muñoz traería el error, por décadas arraigado, de que se le considerara el creador del Día de las Madres en Cuba en lugar de Francisco Montoto y sus amigos del Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas.

Se debe reseñar, sin embargo, que no hubo malicia alguna por parte del periodista de El Mundo, ni deseo de adjudicarse glorias ajenas, pues él mismo reconocía en el primer artículo en que abogaba por la extensión del Día de las Madres en Cuba a:

«(…) los hombres generosos, que reunidos en el pueblo de Santiago de las Vegas, hace tres semanas, acordaron trabajar para que Cuba instituya este domingo cada año como Día de las Madres»

Puerto Padre quiere el Día de las Madres

Por casi tres décadas hubo consenso en que el primer Día de las Madres celebrado en Cuba había sido aquel del 9 de mayo de 1920 en el Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas. Sin embargo, el 19 de abril de 1952 un periódico local de Puerto Padre publicó un artículo en el que se afirmaba que el honor de la celebración del primer Día de las Madres correspondía en realidad a la Villa Azul.

Para probarlo reproducía un acta de fecha 6 de abril de 1920 de la Logia Los Perseverantes de esa localidad en el que se acordaba por los masones:

«Que sea celebrado el primer domingo de mayo (el Día de las Madres) en cualquier manera que tienda a demostrar el cariño y el agradecimiento a que es deudor todo hijo. «

Proponían también los masones de la logia tunera que el primer domingo de junio fuese consagrado como «Día de los Padres».

Uno de los principales rituales de ese día consistía en colocarse una flor en el bolsillo. Roja si la madre estaba viva, blanca si había fallecido.

Los habitantes de la Villa Azul habrían rendido homenaje a las madres el 2 de mayo de 1920, una semana antes que los de Santiago de las Vegas; pero la reseña del acto del pueblo habanero por el periódico El Mundo provocó que por mucho tiempo se considerara a este como el primer Día de las Madres celebrado en Cuba.

Claro está, que la reseña de Víctor Muñoz en favor de Santiago de las Vegas posee más fuerza probatoria que un acuerdo del acta de la logia de la Villa Azul, que pudo o no haberse cumplido; mas, un telegrama con fecha 8 de mayo de 1921, publicado por el Semanario Sábado en 1958 parece inclinar el honor hacia Puerto Padre. En él, el Dr. Eduardo Queral, puertopadrense residente en La Habana, comunicaba a sus amigos de la logia Los Perseverantes sobre el éxito de la celebración del Día de las Madres por el Ayuntamiento de La Habana:

«Celébrase éxito fiestas de las Madres al igual que establecidas por mí hace un año primero en Cuba.(fdo.) Dr. Queral.»

Son fuertes evidencias a favor de Puerto Padre como primera localidad en haber honrado a las madres en Cuba, pero no dejan por eso de ser sólo evidencias. Siempre suscitará dudas el hecho de que los documentos originales (acta y telegrama) no se puedan contrastar para probar su veracidad y sólo aparezcan referencias a ellos en la prensa local de la Villa Azul.

Entonces, ¿Santiago de las Vegas o Puerto Padre?