La calle Cienfuegos, en el municipio Habana Vieja, corre en dirección sureste, desde su nacimiento en la calle Monte hasta su final en la calle Arsenal, frente a los muros de la Estacion Central de Ferrocarriles.

Se trata de una calle esencialmente residencial, aunque la actividad comercial aumenta en las cercanías de la calle Monte. Sus manzanas son de tamaño irregular, como resulta común en la Habana Vieja: muy largas, como la comprendida entre Apodaca y Corrales; o muy cortas como las que se encuentran en el tramo comprendido entre Gloria y Arsenal.

En la calle Cienfuegos se encuentran presentes los más variados estilos arquitectónicos, desde las típicas casas coloniales propias de las últimas décadas del siglo XIX, hasta edificios art nouveau, eclécticos y de influencia plateresca.

¿Por qué se llama calle Cienfuegos?

Originalmente la calle Cienfuegos se llamó calle Cervantes, porque atravesaba las tierras que en 1809 les fueron adjudicadas a Don Tomás Agustín Cervantes cuando se hizo la última división de la gran estancia que perteneciera a Diego de Soto, uno de los primeros vecinos de la villa.

Recibió después el nombre de calle Cienfuegos en honor al Capitán General José María Cienfuegos y Jovellanos, quien gobernó la Isla de Cuba entre los años 1816 y 1819.

José María Cienfuegos y Jovellanos dejó en grato recuerdo entra los criollos por su buen gobierno, a pesar del complicado escenario en que le tocó desempeñar el mismo, marcado por la restitución del absolutista Fernando VII en la metrópoli y la perturbadora influencia que ejercían en la «Siempre Fiel» los movimientos independentistas en las demás colonias americanas.

Monárquico, pero muy práctico, José María Cienfuegos pactó de inmediato con los grandes hacendados criollos, a los que colmó de favores y concesiones a cambio de su fidelidad a España.

Bajo su gobierno, se emitió, a instancias de Francisco de Arango y Parreño, el Decreto de «colonización blanca», que buscaba revertir la tendencia a la «africanización» de la población de la Isla, como, consecuencia del aumento de la trata y la entrada masiva de negros esclavos al país. También se decretó el fin del estanco del tabaco, se legalizaron los grandes latifundios de tierra, sobre los que los «dueños» no tenían propiedad real y se decretó el libre comercio.

El Capitán General de Cuba José María Cienfuegos y Jovellar, en cuyo honor se nombró la calle Cienfuegos de La Habana y la ciudad de Cienfuegos junto a la bahía de Jagua
El Capitán General de Cuba José María Cienfuegos y Jovellar, en cuyo honor se nombró la calle Cienfuegos de La Habana y la ciudad de Cienfuegos junto a la bahía de Jagua.

El 22 de abril de 1819, el francés Luis de Clouet fundó una ciudad junto a la bahía de Jagua a la que bautizó con el nombre de Cienfuegos y que, a los pocos años se revelaría como una de las más próspera del país

Por último, se preocupó el Capitán General Cienfuegos por el bienestar espiritual de los habitantes de la Isla y dio aprobación y facilidades para que se fundara bajo su gobierno, la Escuela Nacional de Bellas Artes San Alejandro, que ha llegado hasta nuestros días y en la cual se han formado los principales artistas plásticos de Cuba a lo largo de sus dos siglos de existencia.

Cuando cesó en el mando de Cuba, en 1819, sustituido por Juan María Echeverrí, el Capitán General Cienfuegos dejó en la Isla, por igual y gracias a su buen gobierno, el respeto, la amistad y el cariño de criollos y peninsulares.

Monte y Cienfuegos una esquina que se las trae

En la esquina que forman la calle Monte y la calle Cienfuegos, frente al Parque de la Fraternidad Americana y en línea opuesta al ruinoso hotel Isla de Cuba, se encontraba el famosos Café La Zambumbia (hoy muy venido a menos como Bar Cienfuegos) en cuyo portal, el 20 de abril de 1945, desde un auto en marcha, cosieron a balazos a Enrique Enríquez Ravena jefe del Servicio Secreto del Palacio Presidencial.

Cartel en la esquina de Monte y calle Cienfuegos
Cartel en la esquina de Monte y Cienfuegos, la de La Zambumbia y el Bar Cienfuegos

Según algunos el crimen de la calle Cienfuegos se trató de una ajuste de cuentas entre líderes de las pandillas que ya comenzaban a arrimarse a Palacio a costilla de Grau, aunque, el presidente de la República de riguroso luto declararía en el sepelio de su hombre de confianza que a Enríquez Ravena lo habían matado:

(…) porque era honrado y virtuoso, y porque estaba colaborando estrechamente con un gobierno honrado…

Lo cierto es que sus asesinos, aunque al poco tiempo se supo sus nombres no fueron a la cárcel; lo que no quiere decir que no siguieran a su víctima a la tumba, cazados como fieras por los amigos de este.

La esquina de Monte y la calle Cienfuegos se hizo famosa, mucho más acá en el tiempo por ser uno de los puntos más populares para el ejercicio de la prostitución en La Habana; si bien es cierto que la práctica ha disminuido en la zona por la persecución policial y se ha trasladado a otras zonas de la ciudad menos visibles.

Tan célebre llegó a ser la práctica de la prostitución en el lugar que la expresión «Monte y Cienfuegos» ha pasado a ser casi un sinónimo de prostitución en el argot popular de los habaneros.