Considerado por muchos como el «Padre de la Percusión Moderna», Cándido de Guerra Camero, conocido mundialmente como Cándido Camero y por su apodo de «Manos de Fuego», es uno de los músicos más importantes de la historia en la mayor de las Antillas.

Cándido Camero nació el 21 de abril de 1921 en la barriada del Cerro en La Habana. Su familia era muy pobre y los primeros bongós de los que dispuso para jugar fueron hechos por su propio padre con dos latas de leche y un cuero de chivo.

Con él aprendió a tocar el tres, instrumento en el que alcanzó una gran maestría y que, con menos de quince años cumplidos, lo llevó a integrar los conjuntos «Gloria Habanera» y «Bolero» de Tata Gutiérrez.

Sin embargo, muy pronto, de la mano de su tío, abrazaría los tambores, que se convertirían en la pasión de su vida, y entraría a la Orquesta de Tropicana que por entonces dirigía el maestro Mario Romeu.

Cándido Camero y los tambores de los estrellas

Tocando los tambores, Cándido Camero acompañó a la pareja de baile de Carmen y Rolando, primero en las noches del Cabaret Faraón en la Playa de Marianao, y luego durante la gira que realizaran en 1946 por los Estados Unidos.

En la nación norteña entró en contacto con los mejores jazzistas del momento como el trompetista Dizzie Gillespiey el pianista Billy Taylor. A partir de entonces su vida sería a caballo entre los centros nocturnos de La Habana y los clubes de jazz de los Estados Unidos.

Cándido Camero Percusionista
La influencia de Cándido Camero se considera decisiva para la consolidación de la música cubana y latina en Nueva York

Junto a Bebo Valdés y el conguero Rolando Alfonso, Cándido Camero fue uno de los creadores del ritmo batanga a comienzo de la década de 1950; pero ya en ese entonces el jazz se había cruzado en su vida de forma decisiva y, por más de una década, acompañó en la percusión a los mejores representantes de este genero hasta que, en 1957, la Paramount le ofreció grabar su primer disco en solitario «Cándido Calipso Dance Party».

A lo largo de su exitosa carrera, desarrollada casi por completo en los Estados Unidos, donde fijó su residencia desde finales de los 40, y definitivamente después del triunfo de la Revolución Cubana de 1959, Cándido Camero compartió escenario con músicos de la talla de Francisco Raúl Gutiérrez Grillo «Machito», Stan Kenton, Duke Ellington, Ray Charles, Tony Bennett, Tito Puente, Patato Valdés, Celia Cruz y una interminable lista de estrellas.

La influencia de Cándido Camero se considera decisiva para la consolidación de la música cubana y latina en general en el circuito de Nueva York, uno de los epicentros de la diáspora cultural de la Isla después de 1959.

Considerado como uno de los músicos cubanos más reputados entre los residentes fuera de la Isla, en 2008 fue reconocido como «Maestro del Jazz» por la National Endowment for the Arts y en 2009 el Premio a la Excelencia Musical por la Academia Latina de la Grabación.

Se mantuvo artísticamente activo casi hasta su muerte, que le alcanzó a los 99 años de edad en la ciudad de Nueva York, el 7 de noviembre de 2020.

Interrogado en una ocasión sobre cuál era el secreto para una vida tan larga y activa, no dudo en contestar:

«No fumar, no usar drogas, y no oír malos consejos y no estar con malas ccompañías (…) Si quieran llegar a tener éxito en la música, esas tres cosas hay que eliminarlas, porque no es necesario. Y lo que no es necesario, no me interesa.»

Cándido Camero con Tito Puente y Ray Barreto en el documental «Machito: A latin jazz legacy»