El Anfiteatro de Marianao, inaugurado en 1952, frente al Palacio Municipal y durante la alcaldía de Francisco Orúe, continúa siendo el más moderno y de mayor aforo de Cuba y ha devenido en uno de los símbolos del municipio Mariano y en espacio de socializacion por excelencia de sus vecinos.
Situado en la manzana que conforman las calles 51, 122, 49 y 120, el nombre oficial de la institución es Anfiteatro Perucho Figueredo, pero todos le conocen como Anfiteatro de Marianao.
Las noticias más antiguas sobre el lugar donde se construyó el anfiteatro se remontan a la gestión del alcalde municipal Antonio Fernández Bermúdez, quien hizo construir un parque para el esparcimiento de los vecinos en lo que se conocía como el Llano Cruz y que comprendía los terrenos que limitaban por el sur con la Calzada Real (51), por el norte con la calle San Francisco (49) por el este con Príncipe de Asturias (118) y por el oeste con San Carlos (122).
Allí permaneció hasta que en 1934, otro alcalde, Pedro Varela Nogueira, hizo construir allí, en el Parque Central de la localidad, en los terrenos del Llano Cruz que todavía no habían sido urbanizados, un nuevo parque que llamó «Parque de los Mártires» y que sólo la manzana donde hoy se encuentra el anfiteatro.
Finalmente, Francisco Orúe, quien había ganado la alcaldía con el eslogan «Marianao, Ciudad que Progresa» decidió construir un nuevo Palacio Municipal en los terrenos del corral colindante con el Parque de los Mártires y edificar sobre este último el espléndido anfiteatro que ha llegado hasta nuestros días.
Anfiteatro de Marianao, espacio cultural por excelencia
Con capacidad para 3 000 espectadores, el anfiteatro, erigido bajo los cánones del Movimiento Moderno, se concibió, desde su mismo proyecto para que se convirtiera en un espacio político – cultural de excelencia. De ahí que se abriera, casi como una tribuna, ante el antiguo edificio del Ayuntamiento.
Tratose sin dudas de un alarde monumental de la Ciudad que Progresa al convertirse en municipio de primera clase y por su fuerza económica en la segunda urbe en importancia de Cuba; sólo superada por La Habana.
A lo largo de su más de medio siglo de existencia, el Anfiteatro de Marianao ha sufrido numerosas modificaciones. Algunas poco felices, como las vendutas establecidas en sus lindes; otras con más sentido, como la adición de la Galería de Arte Wilfredo Lam en 1980, aprovechando para ello el espacio de la pérgola mirador que existía en límite del anfiteatro con la Avenida 51.
En la actualidad el Anfiteatro de Marianao continúa siendo el más importante entre los de su tipo en Cuba, aunque su programación cultural se ha ido empobreciendo en la misma medida en la que se ha ido empobreciendo el propio municipio y se ha deteriorado constructiva y técnicamente la estructura.
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