Alcides Sagarra ha sido durante años el alma de la Escuela Cubana de Boxeo, su creador. Forjador de campeones, su labor en el pugilismo cubano es tan importante, que de no haberse dedicado a entrenar, hoy fácilmente tendríamos 100 medallas menos a nivel internacional.
Su caso es de esas rarezas que denotan el alma del genio, pues hasta los catorce años no tuvo relación alguna con el boxeo y solo llegó a él por causa de su asma, porque Alcides fue un niño muy asmático.
Los ahogos crearían campeones
Flaco y casi siempre con el pecho agitado, el adolescente Alcides Sagarra se subió a un ring por sugerencias de un amigo, quien le aseguró que el deporte le ayudaría con el asma. No paró hasta Campeón Provincial Amateur, de 97 combates ganó 87, pues a pesar de sus 57 kg tenía una fuerte pegada.
En algún momento de finales de la década de los 50 abandona, también por causa del asma, su carrera activa como peleador, en este momento la suerte de decenas de futuros campeones estaba decidiéndose y muchos aún no habían nacido.
Pudo dedicarse a otros menesteres, como la mecánica, pero Alcides Sagarra se había enamorado del boxeo y además el entrenamiento calmaba sus ahogos, por lo que se hizo entrenador. Justo en el momento en que tomaba esa decisión, se alumbraba el futuro camino del boxeo en Cuba.
Para 1963 ya era el entrenador de la escuadra cubana de boxeo, la cual en apenas cinco años daría sus primeros títulos olímpicos en México 1968. En esa cita los púgiles cubanos, Rolando Garbey y Enrique Regüeiferos, se agenciaron sendas medallas de plata, inaugurando el camino exitoso del boxeo antillano posterior a 1959.
Los campeones de Alcides Sagarra
Su mano está presente en la obtención de más de 100 medallas, entre todos los eventos internacionales, del pugilismo cubano. Pero entre todas ellas hay nombres que destacan, boxeadores que hoy son glorias del deporte en Cuba, y que tan alta condición se debe, en gran medida, a la labor de Alcides Sagarra. Así podemos contar a Adolfo Horta, «el hombre del boxeo total»; al gran Teófilo Stevenson, al siempre seguro Félix Savón, o la leyenda Roberto Balado.
Sagarra siempre ha dicho que el boxeo es el arte de dar y que no te den, esa máxima se convirtió en ley para la Escuela Cubana de Boxeo, de la cual han emergido boxeadores tachados de «invisibles«. Tal es el caso del pinareño Ariel Hernández, a quien Alcides llevó a Campeón Olímpico, y quien puede que sea, después del Kid Chocolate, el púgil cubano al que menos le hayan pegado los rivales.
Las historias que recuerdas
Alcides Sagarra es ese hombre pequeño al que recuerdas del ring, al lado de peleadores siempre más altos. Uno se pregunta, cuántas medallas importantes de esos colosos se deben a la personalidad de Alcides Sagarra como entrenador. Sí, porque cuando otros púgiles iban perdiendo, sus coach se alteraban, gritaban indicaciones de manera descompuesta… ¡Pero Alcides no! Cuando un cubano iba perdiendo y terminaba un asalto ese hombre no se sentaba, ni tomaba agua, no tenía derecho, para eso había que ir ganando. Si la cosa no mejoraba en el próximo asalto, cuando cualquiera de esas moles llegaba a la esquina, Alcides lo abofeteaba, le increpaba en el más duro lenguaje cubano… Casi siempre la cosa terminaba en victoria.
Es también el hombre que en medio del más descarado robo continuado de peleas que se ha visto en el boxeo amateur, en pleno Campeonato Mundial, mandó a Hernández Sierra, quien acababa de ser despojado de su combate, a que no se bajara del ring hasta que no se solucionara lo que estaba pasando. Al no haber pronta respuesta, y no sin antes haber acusado a los jueces ante las autoridades competentes, Alcides Sagarra mandó a sus boxeadores a recoger, Cuba abandonaba el mundial. Detrás de ellos abandonaron también los franceses.
Títulos, honores y reconocimientos
Su labor docente ha sido reconocida tanto nacional como internacionalmente, al ser elegido «Mejor entrenador del Siglo XX en el Mundo», o «Héroe Nacional del Trabajo» por solo citar dos ejemplos.
Ostenta el grado de Doctor en Ciencias, ha sido secretario de la Comisión Científica de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA) y presidente de la Comisión Técnica y de Reglas de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Boxeo Aficionado (CONCECABA)
Desde mediados de los años 60, Alcides Sagarra ha impartido cursos a lo largo y ancho del orbe, compartiendo sobre todo la experiencia metodológica para el trabajo continuado con atletas de alto rendimiento.
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