Cuando Siro Rodríguez llegó de la mano de Rafael Cueto a casa de Miguel Matamoros ya la tarde se presagiaba grande. El anfitrión cumplía años aquel 8 de mayo de 1925 pero lejos estaban los presentes de conocer que aquella sería una fecha que marcaría un antes y un después en la música cubana. En aquella festiva jornada se juntaron para cantar juntos por primera vez los legendarios miembros del Trío Matamoros.

Don Miguel Matamoros es la figura fundacional y sobre el cual orbita el fenomenal trío, y posterior conjunto, que durante distintas etapas incorporó a figuras como Benny Moré, Francisco Repilado «Compay Segundo«, Agustín Gutiérrez -el mítico percusionista conocido como «Manana«-, además de los incombustibles Rafael Cueto, con su tumbao de guitarra, y Siro Rodríguez, la sonrisa del grupo.

Siro Rodríguez, segunda voz y percusión

Había nacido un 9 de diciembre de 1899 en el número 3 de la calle Marte, entre Garzón y General Escario, Santiago de Cuba, aunque su infancia y gran parte de su juventud transcurrió en el barrio de Tívoli, donde también vivía Matamoros.

En el propio barrio comenzó a desarrollar sus dotes de canto de forma autodidacta realizando serenatas ocasionales, pero sin una fuente de ingresos por la vía artística se vio (al igual que Miguel Matamoros que hacía de chofer privado) forzado a realizar otras labores, en su caso como herrero en el taller de Melesio Rizo, donde estuvo hasta que pudo vivir de la música.

Sería el legendario trovador Sindo Garay quien le diera la primera oportunidad ante el público cuando le permitió actuar en el teatro Oriente, junto a Alberto Aroche, en un homenaje que se le realizara al guantanamero Leopoldo Rubalcaba.

El trío Matamoros, con Rafael Cueto, Miguel Matamoros y Siro Rodríguez (imagen tomada de internet)

A partir de entonces el nombre de Siro Rodríguez comenzó a sonar en la musical Santiago, mientras tanto a Siro el herrero no le faltaba trabajo y estuvo trabajando en diversos centrales del oriente y el centro del país, e incluso se cuenta que en una de las torres de la Catedral de Santiago de Cuba estaba el relieve de Siro Rodríguez y su maestro como sello de autoría, realizadas las obras en el taller de Melesio Rizo.

El trío Matamoros

El propio Siro Rodríguez cuenta que la primera canción que interpretaron como trío Matamoros fue Reclamo Místico, que continúa siendo uno de las creaciones más conocidas y queridas de su repertorio. Miguel Matamoros cuenta aquel encuentro de la siguiente forma:

Cuando volvimos para acá yo seguí en lo mismo. Manejando mi automóvil, siempre llevaba la guitarra en el maletero por lo que se pudiera presentar…

El 8 de mayo de 1925 — me acuerdo bien de la fecha porque fue el día de mi cumpleaños— Rafaelito Cueto llevó a mi casa a un amigo de él que trabajaba como herrero en el taller de Melesio Rizo, era Siro, me presentó a Siro. ¡Ese fue el día que cantamos juntos los tres por primera vez!, allí en mi casa, en la fiesta de mi cumpleaños(…)

Me gustó su voz y acoplaba bien con la mía, era un buen segundo; además había otro problema, no me llevaba bien con mi tocayo Miguel Bisbé. Ese muchacho tenía un carácter muy jodio, no nos llevábamos.

Así fue como Siro, Cueto y yo empezamos a cantar juntos. Íbamos a fiestas de amistades mías de aquí de Santiago, los Bacardí, los Cendoya, y a todas esas gentes ricas de por acá.

También actuamos en los teatros de aquí como El Cuba, El Aguilera y en todos los otros, además íbamos a fiestas de amistades en el interior de la provincia…

El éxito de la agrupación fue total, y parte trascendente de este es la perfecta conjunción de los tres miembros originales que estuvieron en activo hasta que en mayo de 1969, actuaron por última vez.

El legado de estos tres legendarios músicos continúa vigente en la música actual, en el caso de Siro Rodríguez se olvida a veces su labor de compositor, mencionándose solo su privilegiada voz y sus dotes como acompañante. Pero escuchando su bolero Cien Veces, que grabó el trío Matamoros, descubrimos a un excelente letrista, con un marcado carácter autobiográfico.

Cien veces con asombro me han mirado
discurrir entre pícaros y hampones
entre a sacos de amor en cien mansiones,
y en cien lances dejé mi honor vengado;
he perdido cien veces lo ganado
y estuve por morir cien ocasiones
de cien mujeres gozaron mis pasiones
y todas por infiel me han olvidado...
¡Quién tuviera señor cien corazones!

Pero además gracias a Siro Rodríguez se produjo uno de los azares más fascinantes de la música, lo cuenta el productor musical Tony Pinelli de la siguiente manera.

Un día estaba pasando el cepillo en el Templete, entonces lo ve Siro Rodríguez, del trío Matamoros. Benny Moré se sabía todo el repertorio del trío y a veces lo usaba en sus descargas… Cuando Siro lo oye cantar algunas de aquellas canciones de Miguel, se pone a hacerle las segundas voces, cuando Benny acaba le dice: «Óigame compadre, usted hace un segundo que ni Siro, el de los Matamoros!».

El acompañante incógnito le dice entonces a Benny: «Compadre, yo soy Siro Rodríguez». Desatando las risas generales, gracias a este encuentro se produce el ingreso de «El Bárbaro del Ritmo» en el conjunto Matamoros que se fue de gira en 1945 por México.

Relato oral del músico e historiador Tony Pinelli, hijo de Germán Pinelli

Entre el municipio de Regla y una residencia particular, que tenía en la calle Damas, pasó sus últimos años Siro Rodríguez, asentado definitivamente en La Habana. Los últimos años de los integrantes del legendario trío resultan bastante silenciados, apenas se producen en la prensa nacional notas que mencionen el fallecimiento de Siro Rodríguez un 29 de marzo de 1981.

Siro Rodríguez

Existe una coincidencia curiosa pues en los orígenes de Siro Rodríguez y Silvano Shueng, el Chori, compartieron durante un breve período el grupo Los Champions del Son, que fundara y dirigiera Aurelio Miró desde 1919.

En un documental dedicado a Miguel Matamoros, grabado probablemente en 1971 tras su fallecimiento, a Siro Rodríguez se le escucha decir «mi nombre es Siro con S de sirope, no con C de coñac«, aunque en su pasaporte apareciera como Ciro Rodríguez Fourneau.