La calle Manrique nace en el Malecón y concluye actualmente, tras 20 cuadras, en la calle Carmen.

Se llamó también calle del Campanario Nuevo, por el que se le puso a la Iglesia de Guadalupe en 1838 en su intersección con Salud. También se llamó calle de Terranova en 1827.


La calle Manrique en Centro Habana

La calle Manrique en el municipio de Centro Habana en dirección a Malecón vista desde las alturas


De calle Manrique a Antonio María Lazcano y viceversa

El nombre de calle Manrique se le puso en honor al presbítero Dionisio Manrique (como acotó Manuel Pérez Beato, y no José María como apuntaba Emilio Roig), cura y vicario, juez eclesiástico de la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria de San Felipe y Santiago, y quien falleciera en La Habana en diciembre de 1874.

Dionisio Manrique dió nombre a la calle, y a un puente y una plaza que estuvieron en la esquina con la calle Zanja.

En julio de 1922, el Ayuntamiento de La Habana, aprobó un acuerdo, renombrándola como calle Antonio María Lazcano para «perpetuar la memoria del abogado y catedrático del Instituto Provincial y notable educador cubano Antonio María Lazcano y Larrondo», en alegoría a su nacimiento en la casa que estaba en el No. 131 de la cuadra entre Reina y Salud (actual solar yermo que corresponde al No. 619) y a la que se le adosó una placa recordando el hecho.


Antonio María Lazcano y Larrondo, cuyo nombre fue dado a la calle Manrique durante la República descendía de una familia de ilustres juristas: su abuelo Joaquín Lazcano y Betancourt y su bisabuelo Antonio María Lazcano y de los Palacios también fueron letrados; una saga que honraría también su hijo Andrés María Lazcano y Mazón, a quien se deben algunas de las mejores obras que sobre la historia del Derecho en Cuba se han escrito.


En enero de 1936 a propuesta del Historiador de la Ciudad, Emilio Roig de Leuchsenring, se le restituyó su antiguo nombre de calle Manrique, por el Decreto Ley No. 511 del Presidente provisional de la República José A. Barnet y Vinageras.