El Parque José López del Valle se encuentra en la irregular manzana que conforman las calles 7ma, 4 y 6 a la salida del Puente de Hierro en Miramar… o al menos, eso nos parece.
Decimos «nos parece» pues en ninguno de los planos de La Habana que hemos visto aparece reflejado el nombre del parque, como si se lo hubiese tragado lo que se ha venido a llamar la «desmemoria histórica» (un término políticamente bastante usado por algunos que, sin embargo, olvidan que se trata de una carretera de doble sentido).
Al olvido del nombre ha contribuido seguramente que el busto de bronce del distinguido médico cuyo nombre lleva, y que se encuentra hacia calle 7ma, permanezca sin tarja ni identificación alguna, ignorado por todos.
José López del Valle el busto misterioso de Miramar
Curiosamente, el busto al Dr. José López del Valle, obra del escultor Fernando Boada, fue inaugurado con toda fanfarria por el mismísimo alcalde de Marianao, Francisco Orúe.
Segun reseña el Diario de la Marina en su edición del 31 de julio de 1955 a la develación del busto del eminente higienista acudieron, entre otras personalidades, además del alcalde Orúe, el presidente de la Cámara Gastón Godoy; el Dr. Gustavo Adolfo Bock, presidente de la Asociación de Propietarios de Miramar; y el Director de la Casa de Beneficencia, Julio César Portela.
Sería la nieta del Dr. José López del Valle quien se encargaría de develar el busto a los presentes, tras haber desfilado ante el mismo, en solemne homenaje, los niños del Instituto Cívico Militar y de la Casa Cuna.
«Aquí está vaciado en bronce López del Valle. Hace mucho tiempo su nombre irradia como burilado en la historia de Cuba. Pero los pueblos necesitan de la visión física de sus hombres ilustres. Mármol, bronce o piedra, se impone el homenaje en su expresión escultórica….»
Así se expresaba en el discurso protocolar del acto inaugural el Dr. Gustavo Adolfo Bock, Presidente de la Asociación de Propietarios del Reparto Miramar.
Desafortunadamente, sus sentidas palabras resultaron cualquier cosa menos proféticas: el bronce del Dr. José López del Valle ha permanecido ignorado por décadas, pues el tiempo ha borrado su recuerdo; y si algunos sitios reseñan que el busto es de Francisco Boada eso es sólo porque este fue escultor de mérito y tuvo el buen tino de firmarlo.
Ignora la redacción de Fotos de La Habana si originalmente el monumento estuvo identificado (lo que resulta lo más lógico), o si algún «percance» se llevó la tarja por el camino – estas cosas solían pasar en Cuba, con frecuencia, sobre todo cuando en las placas y tarjas aparecía algún nombre «inadecuado» – pero lo cierto es que el hecho de que el busto no tenga nombre alguno ha convertido en nulo por demasiado tiempo el merecido homenaje del pueblo al Dr. José Antonio López del Valle, una de las figuras cumbres de la notable escuela de los higienistas cubanos de principios del siglo XX.
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