El viejo edificio ubicado en la calle Amistad No. 357 (antiguo No. 75) entre San José y Barcelona, Centro Habana, fue sede desde mediados de los años 10 y hasta su cierre en 1931, del semanario humorístico y satírico «La Política Cómica«, fundado en diciembre de 1905 en un local, ya desaparecido, de la calle San Ignacio No. 9 ½ (antiguo) entre Obispo y O’Reilly, y dirigido desde entonces por el dibujante y caricaturista matancero Ricardo de la Torriente, creador un año después, del célebre personaje de Liborio.

La Política Cómica y Liborio

«Nacido» en plena intervención americana, Liborio fue el primero de los símbolos del pueblo cubano en la República y muy popular en las tres primeras décadas del siglo XX.

Patilludo, a la usanza campesina de la época, sombrero y machete a la cintura, fue un «comentarista» bien enterado del acontecer político cubano y fustigador constante de la injerencia americana en Cuba, de las apetencias y componendas de los políticos cubanos de entonces, de los fraudes electorales y de las leyes e impuestos en detrimento del pueblo.

Al decir de la profesora y ensayista Adelaida de Juan, Liborio es un espectador pasivo que mira socarrón o triste los acontecimientos: es un reflejo de la política nacional, de frustración de los ideales independentistas.

Entre los 40-50 funcionó en el inmueble que ocupara «La Política Cómica» la Tintorería Oscar.

De su estado actual, mejor no decir nada, al menos todavía existen sus piedras que pueden atestiguar la historia que lo trasciende.