El pequeño hotel Victoria, en la intersección de las calles 19 y M en el Vedado, es un típico hotel de ciudad y el más antiguo entre los que aún prestan servicio en ese otrora aristocrático barrio de La Habana.

Se comenzó a construir en 1925 y abrió sus puertas el 14 de julio de 1928. En el momento de su inauguración el Vedado era un barrio en expansión en el que apenas existían unos pocos hoteles como el Cécil, el Maison Royal o el histórico Trotcha en Calzada y 2 (todos desaparecidos en la actualidad).

Hotel Victoria Vedado
El hotel Victoria en la esquina de M y 19 en el Vedado, al fondo el Habana Libre (Foto de Ruslán Olivares Cúcalo para Fotos de La Habana 2022 ©)

Del hotel Vedado al hotel Victoria

Con 35 habitaciones pequeñas, pero confortables, distribuidas en cinco pisos, abrió sus puertas el hotel con el nombre de «Vedado»; denominación que conservaría hasta finales de la década de 1940, en que sus propietarios decidieron construir un nuevo y moderno edificio en la calle O entre 23 y 25.

Esa moderna torre recibiría entonces el nombre de hotel Vedado (mismo que hasta hoy conserva), mientras el pequeño edificio de 19 y M sería rebautizado como hotel Victoria.

Sus dueños lo renombraron «Victoria», pues el hotel no sólo había sobrevivido a la profunda crisis que azotó al sector hotelero cubano en las décadas de 1930 – 1940, sino que, constituyó un ejemplo de buena administración y eficacia empresarial, logrando, incluso, acumular utilidades que luego serían invertidas en la construcción del edificio de la calle O.

A pesar de su sencillez, el hotel Vedado, luego hotel Victoria, tuvo siempre un plácido encanto que llevó a no pocos visitantes ilustres de La Habana a prestigiarlo con su presencia.

Juan Ramón Jiménez en el Hotel Victoria
Juan Ramón Jiménez en el «hotel Vedado (hoy hotel Victoria) junto a la artista argentina Berta Singerman (año 1937)

Entre los huéspedes ilustres que se hospedaron en el hoy hotel Victoria se encuentra el escritor español Juan Ramón Jiménez, quien vivió allí por más de dos años junto a su esposa Zenobia Camprubí. Precisamente, uno de los biógrafos del célebre autor de «Platero y yo», Enrique González Duro, describiría el hotel Vedado de la siguiente forma:

«Un edifico de seis pisos, situado en el conocido barrio del Vedado. Ocupaba una esquina y tenía al frente un portal abierto y techado a la manera del trópico; una buena terraza, un comedor discreto, mucho verde a su alrededor y magníficas vistas; era una residencia módica, con muchos huéspedes fijos, cultos y jubilados en su mayoría».

También se alojaron durante la República en el ahora hotel Victoria el compositor ruso Serguei Prokofiev, la cantante española Lima Lluvera y la escritora chilena y Premio Nobel de Literatura Gabriela Mistral.

Los personajes ilustres que se hospedaban en el hotel atraían, por supuesto, a otras tantas luminarias del patio que, sin ser llegar a ser huéspedes, si eran habituales en su terraza, como la Musa de América Dulce María Loynaz o el Gordo Lezama.

Con el boom turístico de los años 50 y la construcción de varios grandes hoteles en el Vedado como el Riviera o el Habana Hilton, el modesto hotel Victoria perdió importancia, pero continuó prestando servicios de forma eficiente a los clientes de la clase media y a algunos viajeros que preferían la paz y el sosiego al bullicio de los casinos y los cabaret.

Tras el triunfo de la Revolución de 1959 el hotel Victoria fue nacionalizado por el Estado cubano.

A diferencia de la gran mayoría de las instalaciones que pasaron a la administración estatal, el hotel Victoria no dejó nunca de brindar servicios de hostelería y, aunque sufrió abandono y falta de mantenimiento, su estado nunca llegó a ser calamitoso.

En la actualidad el histórico hotel gira bajo la razón de Hotel NH Collection Victoria y se encuentra bajo la regencia de la cadena española NH Hotel Group, la cual sigue apostando a la historia del Victoria y su privilegiada ubicación como atractivo principal del casi centenario hotel.