El Padre Caballero. Por el Dr. Francisco González del Valle. Publicado en elLibro de Cuba (1925).

El Padre Caballero y la Filosofía

En una reseña de la Filosofía en Cuba, por breve que sea, no debe omitir se el nombre del prebístero habanero José Agustín Caballero, porque el fue el precursor de la reforma que más tarde consumo otro eminente sacerdote cubano.

El 23 de noviembre de 1785, y mediante oposición, fue nombrado el padre Caballero, catedrático de Filosofía del Seminario de San Carlos, de esta capital, cuya enseñanza alcanzó en sus manos, una importancia que no tuvo en tiempo de su predecesor Ignacio Antonio Domenech.

Pero el escolasticismo que imperaba en las aulas de la Universidad Pontificia, desde hacía más de medio siglo, aprisiona a todavía la mente de los hombres de aquel tiempo para que pudieran derrocarlo de un sólo golpe; de aquí, que al Padre Caballero, discípulo de aquella universidad no le fuera dable sino iniciar la reforma, preparar el camino a los que habían de sucederle en la enseñanza de esta ciencia.

Seminario de San Carlos y San Ambrosio donde ejerciera el Padre Caballero
Antiguo Seminario de San Carlos y San Ambrosio (hoy Centro Cultural Félix Varela), donde ejerciera la cátedra de Filosofía El presbítero José Agustín Caballero

Conforme a los estatutos del Seminario, que recomendaban a los maestros la formación de su texto, compuso el suyo el Padre Caballero, redactado en latín, que lo dio a conocer al abrir el curso de 1797, y que tituló «Filosofía Ecléctica», sin duda, para señalar las nuevas orientaciones de su enseñanza y su apartamiento del escolasticismo dominante.

Del mencionado texto, que no fue impreso, y seguro se ha perdido, nos queda, sin embargo, la noticia, bastante completa que nos dio José Z. González del Valle en su artículo «Filosofía en La Habana»:

Se contrae a la lógica sólamente, y aunque está basado en Aristóteles, no jura en las palabras del Maestro, y desecha por estériles y frívolas las disputas escolástica, siguiendo así las prescripciones de los citados Estatutos.

En su reacción contra el escolasticismo fue más allá de los justos límites, pues dejó a un lado las figuras y métodos del silogismo, por creer que no eran necesarios «para argüir» bien. En cuanto a la entonces batallona cuestión del origen de las ideas, base de las distintas escuela filosóficas, se expresa el Padre Caballero de este modo:

«El entendimiento comienza por aprehender o percibir el objeto formando ideas: en segundo lugar, juzga de él, afirmando o negando; y, en tercero, infiere de uno o muchos juicios su enlace con otro»

Aquí se nos revela el Padre Caballero, sensualista, discípulo legítimo de Aristóteles, como lo fuera también en este punto Locke y Condillac: no en valde ha sido llamado padre del sensualismo Aristóteles.

Al hablar de las correcciones del juicio, dice el Padre Caballero lo siguiente que copiamos, como lo anterior, del trabajo de José Z. González:

«Por cuanto la mente usa muchos de los sentidos, no como ministros cuyos defectos debe corregir, sino como nuncio en quien confía demasiado, y más que las reglas con que se mide el conocimiento de las cosas; nace de ahí que nuestros juicios se extravía y nos engañamos»

Y, por si no fuera bastante lo expuesto para demostrar que el Padre Caballero fue el iniciador de la emancipación filosófica en nuestra patria; transcribimos el juicio de los dos más eminentes discípulos suyos y continuadores de su obra:

«Puedo – escribe Varela – que cuando estudié Filosofía en el Colegio de San Carlos de La Habana era cousiniano, y que antes lo fueron todos los discípulos de mi insigne maestro, el Dr. Don José Agustín Caballero, que siempre defendió las ideas puramente intelectuales».

Y José de la Luz y Caballero, se expresa así:

«Caballero fue entre nosotros, el que descargó los primeros golpes al coloso del escolasticismo, (…) el primero que hizo resonar en nuestras aulas las doctrinas de Locke y Condillac, de los verulamios y los newtones, (…) el primero que habló a sus alumnos de experimentos y física experimental»


Aquí concluye el artículo «El Padre Caballero», del Dr. Francisco González del Valle. Publicado en elLibro de Cuba (1925).


Vida y obra del Padre Caballero

José Agustín Caballero nació en La Habana el 28 de agosto de 1762, en plena ocupación inglesa. A los 12 años ingresó en el Seminario de San Carlos, institución a la que dedicaría toda su vida, y en donde se licenciaría como Bachiller en Artes y Letras.

En 1788 recibiría el título de Dr. en Teología por la Universidad de La Habana y regresó al Seminario de San Carlos para desempeñar la cátedra de Filosofía. Desde ese puesto inició la reforma de la enseñanza en Cuba combatiendo el escolasticismo imperante entonces.

Su voluntad de servicio público lo hizo convertirse en colaborador del gobernador Don Luis de las Casas, quien estaba dispuesto a modernizar el país. Así trabajó el Padre Caballero, de forma infatigable, en la Real Sociedad de Amigos del País y prestó su pluma al Papel Periódico, desde donde reflexionó sobre los principales males que afectaban a la Isla.

A partir de 1813 tomó bajo su tutela a su sobrino José de la Luz y Caballero, quien, con el paso de los años llegaría a convertirse en notable pedagogo y figura venerada por la juventud criolla.

Falleció el Padre Caballero el 6 de abril de 1835 en La Habana en la que vivió toda su vida y a la cual dedicó la totalidad de sus empeños.